Cucurella, de descarte del Barça a ser el tercer español más caro de la historia en el Chelsea
El club londinense paga al Brighton 68 millones de euros por el canterano del Camp Nou, donde solo disputó siete minutos
En el verano de los fichajes de Lewandowski por el Barcelona o de Haaland por el Manchester City, un joven lateral español ha reventado el mercado para convertirse en uno de los mayores desembolsos del año. Tras una batalla encarnizada entre el City y el Chelsea por Marc Cucurella (24 años, Alella, Barcelona), los de Tuchel han ganado la partida y han conseguido firmar al lateral del Brighton...
En el verano de los fichajes de Lewandowski por el Barcelona o de Haaland por el Manchester City, un joven lateral español ha reventado el mercado para convertirse en uno de los mayores desembolsos del año. Tras una batalla encarnizada entre el City y el Chelsea por Marc Cucurella (24 años, Alella, Barcelona), los de Tuchel han ganado la partida y han conseguido firmar al lateral del Brighton a cambio de 68 millones de euros, convirtiendo al canterano del Barcelona en el tercer español más caro de la historia.
El Chelsea, autor de los otros dos desembolsos más grandes en futbolistas nacionales (Álvaro Morata en 2017 y Kepa Arrizabalaga en 2018, ambos por 80 millones), ha tirado la casa por la ventana una vez más para solventar el crucigrama que se le estaba formando en defensa. Rudiger y Christensen han dicho adiós rumbo a LaLiga, Koundé les ha dado calabazas, y tiene al Barcelona tratando de llevarse a Marcos Alonso. Tuchel reclamaba más refuerzos en defensa aparte del de Koulibaly (firmado del Nápoles por 38 millones) y dejó claro al club que la prioridad era el ex del Barcelona, Eibar y Getafe, cuya polivalencia encaja como anillo al dedo en su idea de juego. Cucurella se desenvuelve a la perfección como carrilero izquierdo en la defensa de tres centrales que practica el técnico alemán, pero también es capaz de jugar como lateral en una defensa de cuatro, de interior, y este año se ha estrenado como central por la izquierda.
La temporada pasada, su primera en la Premier después de que el Brighton pagara 18 millones al Getafe en el último día del mercado de fichajes del año pasado, Cucurella fue nombrado el mejor jugador del año en el Brighton, que acabó en novena posición, y fue elegido como el segundo mejor lateral izquierdo de la Premier por detrás de Joao Cancelo, del Manchester City. Habiendo debutado ya en la selección absoluta (se estrenó en el amistoso ante Lituania el verano pasado antes de la Eurocopa, 4-0), Cucurella suma un nuevo salto en su carrera que muchos pensaron que nunca sería capaz de dar.
Con solo ocho años, el catalán pasó de la cantera del Espanyol a la del Barcelona con el sueño de jugar algún día en el Camp Nou. Una ilusión que estuvo muy cerca de hacerse realidad en 2017, cuando debutó con el primer equipo con 19 años de la mano de Valverde en un partido de Copa del Rey en Murcia. Pero esos siete minutos que disputó aquella tarde de octubre fueron los únicos que disfrutó con el primer equipo del Barcelona. El club no le veía preparado para ser el relevo de Jordi Alba y decidió cederlo al Eibar para fichar a Junior Firpo. Al llegar al conjunto armero fue apadrinado por Mendilibar, que le convirtió en uno de los pilares de su equipo. El técnico le definía de la siguiente manera: “Ni es rápido ni es fuerte. Todas esas mediciones que hacemos con tantas máquinas no se ajustan a él. Él es futbolista, es listo y elige bien”.
El Eibar quedó encantado con él y decidió ficharle por 2 millones de euros, pero el Barcelona ejerció la opción que tenía y lo recuperó pagando 4 millones. Pero una vez más, la idea de Bartomeu era buscarle una nueva salida y cedió al lateral al Getafe, donde José Bordalás hizo de él uno de sus pretorianos más fieles en el equipo que llegó a jugar la Europa League. Pero Cucurella seguía dolido por la falta de confianza del Barcelona. “Como canterano que soy, no dan las oportunidades que merecen. En el fútbol pesa más ganar que tener paciencia”, se quejó entonces. El club azulón no lo dudó y en 2020 fichó al catalán por 10 millones, esta vez sin recompra por parte del Barcelona. El club azulgrana se llevará un ‘pico’ por el fichaje de Cucurella al Chelsea gracias a los derechos de formación (cerca de un millón y medio).
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