España prepara el gran salto
Tras la caída en la Eurocopa en los cuartos ante Inglaterra, la facción más joven del equipo confía en el estallido definitivo en el Mundial del próximo año
Claudia Pina (20 años) se paseó sin decir ni mu por la zona mixta del estadio de Brighton tras la eliminación de España ante Inglaterra en los cuartos de la Eurocopa. Nadie la paró. Solo Aitana Bonmatí interrumpió una de sus entrevistas para abrazar a su compañera, uno de los talentos más protegidos del Barcelona, campeón del triplete local (Liga, Copa y Supercopa) y finalista en Europa. La delantera, a veces interior, disputó 37 partidos (1.759 minutos) de azulgrana. En la Eurocopa, en...
Claudia Pina (20 años) se paseó sin decir ni mu por la zona mixta del estadio de Brighton tras la eliminación de España ante Inglaterra en los cuartos de la Eurocopa. Nadie la paró. Solo Aitana Bonmatí interrumpió una de sus entrevistas para abrazar a su compañera, uno de los talentos más protegidos del Barcelona, campeón del triplete local (Liga, Copa y Supercopa) y finalista en Europa. La delantera, a veces interior, disputó 37 partidos (1.759 minutos) de azulgrana. En la Eurocopa, en cambio, solo participó en 28 minutos en la derrota frente Alemania en la fase de grupos. Dueña del récord de precocidad en el primer equipo catalán (debutó con 16 años, cinco meses y dos días), campeona del mundo sub-17 y subcampeona sub-20, es más futuro que presente. Al menos para el seleccionador, Jorge Vilda.
“Hay jugadoras muy jóvenes que casi no han participado en esta Euro. Tenemos una España con mucho futuro, por lo que hay ahora y por lo que viene de abajo”, apuntó el técnico. A Pina se le suman Misa (Real Madrid, 22 años), Batlle (United, 22), Aleixandri (City, 21), Carmona (Real Madrid, 22), Abelleira (Real Madrid, 22), Athenea (Real Madrid, 22) y, por supuesto, dos futbolistas tan jóvenes como consagradas, campeonas de la Champions con el Barcelona, como Bonmatí (24) y Guijarro (24). En Inglaterra, solo Batlle y las dos azulgranas se consolidaron en el once inicial.
Jorge Vilda será, en cualquier caso, el encargado de liderar a la nueva generación. Cuando el balón ni siquiera había empezado a girar en Inglaterra, la RFEF prolongó el contrato del técnico por dos años más. Protegido del presidente, Luis Rubiales, hijo de Ángel Vilda, preparador físico del Dream Team de Johan Cruyff, el actual seleccionador de la Roja llegó a las Rozas en 2010. Pasó por la sub-17 y la sub-19, hasta que en 2015 tomó el relevo de Ignacio Quereda, que había estado 27 años en el cargo. De entrada, su trabajo consistió en desoxidar los métodos de trabajo de la absoluta. La misión no era complicada.
En cambio, el segundo paso fue colocar a España entre las mejores de Europa. La Roja cayó en octavos en el Mundial de 2019 y se despidió en cuartos tanto en la Euro de 2017 como esta última. La tercera misión de Vilda es hacer de puente entre el presente y el futuro, una vez olvidado el pasado más pesado tras descartar a Jennifer Hermoso, máxima goleadora de la historia de la Roja (42).
Un grito ambicioso
Hermoso se lesionó en la previa de la Euro. La jugadora entendía que podía estar recuperada para el tercer partido de la fase de grupos. El cuerpo técnico, sin embargo, con la mosca en la oreja después de que la jugadora, tocada en la rodilla derecha, viajara a Ibiza en sus vacaciones, optó por apartarla de la selección. Fue una decisión en clave de gestión de grupo. El Barça había decidido no renovarle el contrato a la madrileña, que continuará su carrera en México. Ausente Hermoso, lesionada Putellas —se rompió el ligamento cruzado a falta de cuatro días de viajar para el estreno de la Roja en la Euro—, el equipo de Vilda se asentó sobre el liderazgo de Irene Paredes.
La central vasca, garantía de seguridad dentro y fuera del campo, cuenta con el respaldo de la plantilla. Ocurrió, sin embargo, que mientras las veteranas aceptaron (con más resignación que convicción) el discurso de prudencia de Vilda, las más jóvenes estaban dispuestas a gritar a los cuatro vientos que llegaban a Inglaterra para levantar la copa. El duelo lo ganó el técnico.
“Tienen un futuro brillante”
“Si vendes que no puedes ganar, nadie te dirá que has fracasado”, analizaba una exjugadora de la Roja. “Este equipo ya ha demostrado que tiene jugadoras para ganarle a cualquiera. Hay que ser valientes”, se quejaba una de las pipiolas del vestuario. “Yo no pienso lo mismo, en la absoluta todavía no se ha ganado nada”, replicaba una de las veteranas del grupo.
“Todo el mundo sabe de lo que es capaz España”, apuntó Lucy Bronze, elegida mejor jugadora del mundo en 2019, tras la victoria de Inglaterra ante España. “Es un equipo con mucho talento y con muchas jugadoras jóvenes. Aitana y Patri empujaron al equipo. Tienen por delante un futuro brillante”, añadió la lateral inglesa, que se mudará al Barça la próxima campaña.
Con el Mundial a la vuelta de la esquina —se jugará el próximo verano, en Australia y Nueva Zelanda—, la España de Vilda está llamada ser una de las animadoras. El vestuario lo tiene claro, ahora es el cuerpo técnico el que busca inflar la autoestima. Futbolistas no le faltan.
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