Jordi Sargatal: “Cuando tienes a alguien como Marc Gasol, tienes que adaptar tus ideas a él”
El entrenador del Bàsquet Girona, recién ascendido a la ACB, reflexiona sobre el éxito del conjunto gerundense y su relación con el pívot, presidente y fundador del club
La edad no perdona y no es lo mismo trasnochar a los 20 que a los 40. Jordi Sargatal (Girona, 40 años) llega puntual a la cita con cara de cansado pero feliz tras celebrar hasta tarde el ascenso del Bàsquet Girona a la ACB. “Todo ha ido muy rápido”, reflexiona. Asumió el mando del equipo en noviembre, cuando se encaminaba hacia el descenso (dos victorias en ocho partidos), y se encontró un regalo bendito: Marc Gasol, fundador y presidente del club...
La edad no perdona y no es lo mismo trasnochar a los 20 que a los 40. Jordi Sargatal (Girona, 40 años) llega puntual a la cita con cara de cansado pero feliz tras celebrar hasta tarde el ascenso del Bàsquet Girona a la ACB. “Todo ha ido muy rápido”, reflexiona. Asumió el mando del equipo en noviembre, cuando se encaminaba hacia el descenso (dos victorias en ocho partidos), y se encontró un regalo bendito: Marc Gasol, fundador y presidente del club, decidió inscribirse en la competición para ser también jugador. El Bàsquet Girona ganó 24 de los 30 partidos siguientes, incluida una final agónica contra Estudiantes.
Pregunta. ¿Cómo es entrenar a su propio presidente?
Respuesta. No es algo que tenga mucho presente, pero es una experiencia diferente. Cuando el presidente entra en la pista lo hace con un rol definido de jugador, y si hay alguna cuestión de despachos lo hablamos fuera. Ha ido bien de forma natural
P. Pero la situación se ha dado en una inercia ganadora.
R. Es verdad. El presidente tiene de primera mano la información del vestuario del primer equipo, algo que no ocurre nunca. Es atípico, pero Marc ha hecho el ejercicio de adaptarse.
P. ¿Qué puede descubrir un presidente en un vestuario?
R. El día a día del equipo, la gestión interna. Esto se observa pasando horas con el grupo, viviendo momentos de tensión...
P. ¿La presencia de Marc en el vestuario puede llegar a generarle inseguridades?
R. Todos tenemos inseguridades en el trabajo, son normales. Puede ser que haya momentos en que te replantees algunas decisiones, aunque no me he encontrado en situaciones así. Si un jugador no rinde como esperaba, la presencia de Marc es una arma de doble filo: si coincide, refuerza el mensaje técnico; pero si no coincide, puede ser diferente. En todo caso, su presencia genera una tensión extra positiva.
P. ¿Como entrenador, qué cree que ha aportado al pívot?
R. A nivel técnico, menos que la adaptación a la competición y al equipo, sin duda. La intención era encajar su conocimiento y experiencia al nivel del equipo.
P. ¿Y usted que ha aprendido de su experiencia en la NBA?
R. Muchas cosas, especialmente en la comunicación. En Estados Unidos cada palabra marca el mensaje para alcanzar el éxito, y Gasol ofrece ese detalle. Te das cuenta que puedes ayudar al jugador y al equipo con mensajes más concretos. También ha planteado situaciones de juego que le funcionaban. Cuando tienes a alguien como Marc tienes que adaptar tus ideas a él. Cambia la dinámica mental equipo, da un tranquilidad en la pista... Es como un segundo entrenador o un segundo base en la pista. Entiende muy bien el juego y pasa perfectamente el balón. Es muy efectivo en la comunicación y para los compañeros es muy necesario. Los jugadores a veces están solos en la pista y es fundamental que los compañeros se puedan orientar entre ellos.
P. ¿Qué hay que retocar para el año que viene en ACB?
R. Esto es cosa del presidente (bromea). Si él sigue todo será más fácil, pero tenemos que tener en cuenta el factor físico y la capacidad de tiro exterior. En ACB hay un salto muy importante. Los equipos tienen uno o dos especialistas para tirar de fuera.
P. En la Final Four de la LEB se lanzaron 28 triples de media por equipo en cada partido.
R. La tendencia es esa. Los equipos buscan que lances de lejos. La zona está colapsada y los jugadores cada vez tienen más capacidad para anotar desde fuera. Si puedes entrar y hacer una bandeja bien; pero si no, buscas directamente los tres puntos.
P. ¿Se está desvirtuando el juego?
R. No es tan elaborado y quizás es menos vistoso. Algunos expertos proponen ampliar la pista porque la capacidad atlética y física de los jugadores ha crecido. No hay espacios para los balones interiores. Quizás se debería regular más el contacto y no ser tan permisivos.
P. Habla de la capacidad atlética. ¿Tanto ha cambiado?
R. En mis primeros años [era preparador físico] me los llevaba a correr por fuera de la pista. Era la tendencia de la época. Ahora ha cambiado la cultura deportiva. Ya no existe la sensación de que los jugadores tienen dos meses de vacaciones. Si eres deportista profesional tienes que entrenar todo el año. Esta idea se ha exportado, como otras tendencias: el entrenamiento es mucho más específico, y ha habido una transformación.
P. Usted era el asistente del anterior técnico, Carles Marco. ¿La transición puede dejar heridas personales?
R. Pienso que sí. Es complicado. Cuando estás al 100% con tu entrenador y se da una circunstancia como esta, no sabemos si puede doler o no. Son situaciones que quizás la persona [entrante] antepone el crecimiento profesional y personal a pesar de que pueda haber una relación de amistad o un buen trabajo conjunto. Cuando lo vives entiendes otros casos, como el de Guardiola y Tito [acabaron enfadados cuando el último le sucedió en 2012 en el banquillo del FC Barcelona]. Se tiene que intentar gestionar de la mejor forma posible, pero es evidente que la percepción del que se va puede ser negativa. En todo caso, las derrotas de principio de temporada coincidieron con algunas lesiones importantes y no estaba Gasol.
P. ¿Es fácil tener amigos para siempre en el deporte profesional?
R. Creo que sí. Pasas tantas horas compitiendo y compartiendo pista que eso te puede unir. Muchos entrenadores se llevan a exjugadores a sus equipos técnicos por la relación de confianza con ellos.
P. ¿Qué es mejor para gestionar el liderazgo, distancia o proximidad?
R. Para entrar al jugador y entender qué es lo mejor para él debes ser próximo, pero te das cuenta de que esto a veces no ayuda a hacer bien tu trabajo por no separar las cosas.
P. ¿La proximidad puede condicionar las decisiones profesionales por no dañar las relaciones personales?
R. Es el dilema que me he encontrado en esta experiencia. Hay que poder separar las cosas. Los grandes entrenadores lo hacen bien. Pablo Laso, por ejemplo, es muy profesional y notas el afecto y la proximidad con los jugadores. Esto es lo más difícil, encajarlo todo.
P. ¿Qué es lo que agradece un jugador?
R. Que seas sincero con lo que pides y te ajustes a sus capacidades. Es imprescindible ser transparente y directo.
P. ¿A qué entrenadores admira?
R. A Pep Guardiola; y a nivel de NBA, Phil Jackson es una persona que me inspira. Son personas sabias. Intento aprender de ellos para aportar un liderazgo que no sea muy directivo.
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