La Roja, cuatro exigentes partidos con el depósito en la reserva
Luis Enrique repartirá minutos para dosificar y mantener la llama viva de la competencia interna
Las mangas de las camisetas de entrenamiento recogidas por encima de los hombros y las botellas de agua esparcidas por el césped tras refrescar las cabezas a borbotones delatan el intenso entrenamiento bajo un sol abrasador al que han sido sometidos los internacionales. Al término de la sesión preparatoria, Luis Enrique camina por la hierba descalzo, liberado de la presión de las botas y buscando el frescor en la planta de sus pies.
El seleccionador español prepara a conciencia la tan...
Las mangas de las camisetas de entrenamiento recogidas por encima de los hombros y las botellas de agua esparcidas por el césped tras refrescar las cabezas a borbotones delatan el intenso entrenamiento bajo un sol abrasador al que han sido sometidos los internacionales. Al término de la sesión preparatoria, Luis Enrique camina por la hierba descalzo, liberado de la presión de las botas y buscando el frescor en la planta de sus pies.
El seleccionador español prepara a conciencia la tanda de cuatro partidos de la tercera edición de Liga de Naciones que comenzará este jueves, ante Portugal, en Sevilla. La República Checa, en Praga y Málaga, y Suiza, en Ginebra, son los otros dos rivales que completan esta exigente ruta de citas que bajará el telón a la temporada de la selección. Los ajustes del calendario que aún arrastra las consecuencias de la pandemia más la celebración del Mundial de Qatar en noviembre y diciembre han deparado este atracón de partidos que demandarán un gran despliegue físico por el propio estilo de la Roja y por el perfil de los tres rivales.
Portugal, a priori, es el rival que peleará con España por la primera plaza que da acceso a la fase final de la competición, pero Suiza ya le dio problemas a en la anterior edición de la Liga de Naciones y también en la Eurocopa. Los checos, más rudos, tratarán de hacer valer su fortaleza física. Serán dos semanas de convivencia en las que el seleccionador español vuelve a insistir en la excelencia necesaria para competir por el Mundial con garantías con el condicionante de que el depósito de la gran mayoría de sus futbolistas está ya en la reserva.
“Es verdad que esta competición viene en pleno verano y que acabamos de parar hace dos semanas, pero hemos seguido entrenando y no hemos desconectado porque viene la guinda de la temporada con estos cuatro partidos”, reflexiona Pablo Sarabia. El extremo es uno de los grandes ejemplos de cómo hacerse un hueco en las listas y en las alineaciones desde el trabajo en los entrenamientos y los minutos, muchos o pocos, que pueda conceder Luis Enrique.
Para esta serie de encuentros, el preparador asturiano volverá a implementar un amplio sistema de rotaciones muy basado en los minutos disputados por cada internacional en el tramo final de la temporada. La variación de los onces en cada uno de los partidos también servirá para mantener viva la llama de la competencia que agita el técnico con vistas a la cita mundialista. Luis Enrique defiende para ello que cualquiera de los futbolistas que convoca tiene cabida en el once. El grupo comparte y convive con esa idea. Y no hay un internacional que no sepa que cualquier bajada del ritmo en los entrenamientos o en un partido que el seleccionador considere injustificada puede significar quedar excluido de las convocatorias.
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