El Tenerife conquista la segunda Basketball Champions League de su historia

Marcelinho Huertas, de 38 años y ‘mvp’ de la final, impulsa al cuadro insular, que sofocó con paladas de experiencia el entusiasmo del Manresa (87-98)

Los jugadores del CB Canarias celebran la conquista de la Champions FIBA

El Lenovo Tenerife sofocó con paladas de experiencia el entusiasmo del Baxi Manresa y conquistó la segunda Basketball Champions League de su historia para alcanzar al San Pablo Burgos al frente del palmarés de una competición de cuño reciente pero impulso constante por la bolsa de un millón de euros que barniza al ganador. El pabellón bilbaíno de Miribilla asi...

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El Lenovo Tenerife sofocó con paladas de experiencia el entusiasmo del Baxi Manresa y conquistó la segunda Basketball Champions League de su historia para alcanzar al San Pablo Burgos al frente del palmarés de una competición de cuño reciente pero impulso constante por la bolsa de un millón de euros que barniza al ganador. El pabellón bilbaíno de Miribilla asistió al triunfo del estilo clasicista y contundente del equipo de Vidorreta, profeta en su ciudad natal, frente al empuje desbocado de los de Pedro Martínez, impresionados por el escenario pese a tener la grada a favor.

Marcelinho Huertas gobernó el encuentro (13 puntos y 14 asistencias) y entre Shermadini y Salin remataron el dominio insular. Dani Pérez, Thomasson y, sobre todo, Moneke (24 puntos y ocho rebotes en 28 minutos) estiraron la resistencia manresana hasta perder el paso con 33 puntos encajados en el tercer cuarto en su primera final europea. El mvp de la final fue para Huertas, de 38 años (el 25 de mayo cumplirá 39), que alzó su tercer trofeo internacional 16 años después de aquella Eurocup de 2006 que conquistó con el Joventut. El proyecto de Félix Hernández y Aniano Cabrera se llevó el cuarto título (dos Champions FIBA y dos Intercontinentales) a las vitrinas del pabellón Santiago Martín.

La Liga de Campeones de Baloncesto, Basketball Champions League según la nomenclatura oficial, es un torneo creado y gestionado por la FIBA hace seis años, en pleno pulso con la Euroliga, para ganar espacios de proyección a costa de crear un calendario claustrofóbico. Y, desde su primera edición, en la temporada 2016-2017, con San Cristóbal de La Laguna como primer escenario de la final, también es un marco de lucimiento para el baloncesto español. Con ese título inaugural para el entonces Iberostar Tenerife (subcampeón en 2019) y dos trofeos más consecutivos para el San Pablo Burgos de Joan Peñarroya en 2020 y 2021. Tan solo el AEK griego y la Virtus italiana encontraron hueco en un lustro de palmarés dominado por la clase media de la ACB.

Miribilla acogió la sexta edición del torneo y Baxi Manresa y Lenovo Tenerife coparon la final y los galardones previos. Con el carismático Chima Moneke como mvp de la competición (13,3 puntos y 6,1 rebotes de media este curso) y Pedro Martínez elegido como mejor entrenador tras un notable recorrido (12 triunfos en 15 partidos) con un equipo vistoso y gremial (84,3 puntos y 21 asistencias de media). Pero el premio gordo fue para el conjunto insular, pese al empuje de los 5.000 aficionados manresanos desplazados a Bilbao para impulsar a su equipo. Treinta y dos años después de su estreno continental, con aquella Copa Korac conquistada por el Joventut de Villacampa, Montero… y Pedro Martínez ante el Scavolini Pesaro italiano, el entrenador barcelonés no pudo llevar al Nou Congost de Manresa el trofeo que acompañara a la Copa de 1996 y la Liga de 1998.

El Club Baloncesto Canarias, ahora Lenovo Tenerife por los avatares publicitarios, fue uno de los 16 cofundadores de la ACB en 1983 pero, tras siete temporadas en la élite y una participación en la Korac de 1989, sufrió un descenso que tardó 21 años en remontar. En verano de 2012 se alinearon todas las circunstancias. El club de La Laguna había renunciado al ascenso conseguido en las pistas de la LEB porque no podía afrontar el pago del canon de la liga, pero surgió la posibilidad de comprar la plaza del Lucentum Alicante —entrenado precisamente por Vidorreta— por mucho menos dinero. Ahí comenzó un nuevo viaje en la élite de un club histórico, que en 2017 inauguró sus vitrinas a lo grande con el doblete de Champions e Intercontinental y en 2020 sumó su segunda Intercontinental. Ya van cuatro títulos internacionales.

El Manresa llegó a la final tras derrotar al Ludwigsburg alemán (55-63) y el Tenerife después de rendir al Hapoel Holon de Israel (71-78). Y, en la puesta en escena en el pulso entre equipos ACB (séptimo contra quinto en la tabla), pesó el sentido gremial del Lenovo frente a la ebullición individual de Moneke. Se presentó el conjunto de Vidorreta con un 6 de 6 en tiros de campo, Marcelinho y Fitipaldo repartiéndose el libreto del partido, y Salin impulsando la intendencia. Se defendió el Manresa con 12 puntos consecutivos de Chima, el mvp del torneo, y cuatro más de Sima (16-17, m. 6). Sin manejar el ritmo, el Baxi se agarró como pudo al juego. Sin perder el dominio, el Tenerife fue incapaz de hormigonarse en defensa. Y, con el paso de los minutos, se sumaron a la causa Dani Pérez (siete puntos en nueve minutos; 10 al descanso) y Shermadini para elevar definitivamente las revoluciones del choque (25-27, m. 10).

Sin Moneke (respirando en el banquillo), el Manresa mantuvo el ritmo anotador y, con él en la pista, volvió a crecerse. Del 29-34, al 36-34 mediado el segundo cuarto. La sístole y diástole perdió control pero mantuvo el ritmo, con el frenesí del Baxi destartalando el tablero y la partitura de los bases del Tenerife. Pero en la batalla de estilos, los automatismos entre Marcelinho y Shermadini valieron tanto como las ráfagas de Moneke. El líder del Manresa se marchó al entreacto con 15 puntos y tres rebotes en menos de 12 minutos en pista. Sin embargo, el dúo del Lenovo acumuló 19 puntos y siete asistencias, y los rebotes de Doornekamp sostuvieron la apuesta de Vidorreta (50-49, m. 20). Una primera mitad trepidante, con 16 de 20 para el Tenerife en tiros de dos (80%) y 7 de 16 en triples (44%) para el Manresa (9 de 33 al final frente al 13 de 24 de su rival).

En la reanudación, el Tenerife volvió a mejorar la velocidad de reacción de su rival en los tacos de salida y descargó un parcial de 6-17 en apenas cinco minutos que puso en órbita a los insulares y dejó tiritando a la hinchada manresana en Miribilla. El Lenovo más reconocible acorraló definitivamente a un Baxi sin rendijas para su arrebato. Salin anotó su cuarto triple y, acto seguido, el impacto del codo de Shermadini en la nariz de Moneke (en la pelea por un rebote) dejó fuera de combate al mejor jugador del Manresa. Los árbitros señalaron falta antideportiva, pero la pérdida para los de Pedro Martínez fue mucho más grande que la ganancia, pese a la alianza entre Francisco y Thomasson. Comenzó a jugar la experiencia y nadie tiene más en la BCL que el Tenerife, que enfiló lanzado la recta de meta. El tercer cuarto se cerró con un triple de Salin, otro de Doornekamp y cinco puntos consecutivos de Wiltjer. Para un total de 17-33 en ese parcial en el que el Manresa firmó un 1 de 7 en triples. Volvió Moneke a la cancha sin eludir la brega, pero sus compañeros tenían cara de que ya era demasiado tarde. La gloria era para el CB Canarias. La Basketball Champions League sigue hablando castellano y por segunda vez viaja a San Cristóbal de La Laguna.

Estadísticas. Manresa, 87-Tenerife, 98.

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