El Villarreal cae en el intento frente al Liverpool
Aunque el equipo amarillo logró la machada de inicio con dos goles que igualaban las semifinales de la Champions, el equipo de Klopp volteó el resultado con su fútbol al abordaje
Una parte para cada uno y la gloria para el Liverpool. Lo intentó el Villarreal, que comenzó el duelo de la mejor de las maneras con un contragolpe y dos centros. El primero, se paseó por el área; el segundo, de Estupiñán, lo remató a la remanguillé Capoue y lo acabó por atacar a gol Dia. Todo salía a pedir de boca después del 2 a 0 de la ida. Basado en una presión abrumadora y corriendo casi más que el balón, el equipo de Emery no dejaba apenas jugar a su rival, al punto de que en la primera...
Una parte para cada uno y la gloria para el Liverpool. Lo intentó el Villarreal, que comenzó el duelo de la mejor de las maneras con un contragolpe y dos centros. El primero, se paseó por el área; el segundo, de Estupiñán, lo remató a la remanguillé Capoue y lo acabó por atacar a gol Dia. Todo salía a pedir de boca después del 2 a 0 de la ida. Basado en una presión abrumadora y corriendo casi más que el balón, el equipo de Emery no dejaba apenas jugar a su rival, al punto de que en la primera parte el Liverpool no contó disparo alguno a portería. Cosa que sí repitieron los amarillos. Moreno lo intentó de cabeza -Robertson la despejó a tiempo- y Coquelin lo logró al rematar otro balón templado de Capoue. Un empate en media parte, una machada de las grandes. Pero el Liverpool todavía tenía mucho que decir.
Más que nada porque comenzó el segundo tiempo en combustión, equipo tan veloz como habilidoso y físico. Castigo para un Villarreal que acusaba el esfuerzo homérico del primer acto. Pero al conjunto de Klopp le faltaba ingenio para dar el último pase, también para conectar el disparo definitivo. Hasta que Fabinho trazó una pared con Salah, pisó área y soltó un latigazo que sonrojó a Rulli porque se le coló por debajo de las piernas. Mal trago para un Villarreal que ya iba con la lengua fuera y que acabó por castigar Luis Díaz, un revulsivo de aúpa. Advirtió con un remate de volea e hizo la diana después con otro de cabeza. Suficiente para descascarillar a un Villarreal que bajó los brazos con el tercer tanto, con una carrera de Mané que acabó por descontar a Rulli. Lo intentó el Villarreal; lo consiguió el Liverpool.
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