El Getafe espabila con un triunfo en Balaídos
Dos goles de Borja Mayoral fulminan a un Celta que no acaba de cerrar la permanencia y ya es el equipo que más veces, ocho, cae como local en la Liga
Aprietan todos por abajo y el Getafe, que sólo había ganado uno de sus últimos nueve partidos, también espabila. Su triunfo en Balaídos le lleva hasta la cota de los 35 puntos, cinco sobre el descenso a cinco partidos del final, y un horizonte de dos duelos consecutivos como local ante Betis y Rayo para llegar a la meta de la permanencia. La visita a Vigo operó como un bálsamo para el equipo que dirige Quique Sánchez Flores, que supo golpear cuando tuvo el martillo en la mano. El Celta, con 39 puntos, debe esperar un poco más para cerrar la permanencia en la categoría. Le aguardan ahora Granad...
Aprietan todos por abajo y el Getafe, que sólo había ganado uno de sus últimos nueve partidos, también espabila. Su triunfo en Balaídos le lleva hasta la cota de los 35 puntos, cinco sobre el descenso a cinco partidos del final, y un horizonte de dos duelos consecutivos como local ante Betis y Rayo para llegar a la meta de la permanencia. La visita a Vigo operó como un bálsamo para el equipo que dirige Quique Sánchez Flores, que supo golpear cuando tuvo el martillo en la mano. El Celta, con 39 puntos, debe esperar un poco más para cerrar la permanencia en la categoría. Le aguardan ahora Granada y Alavés, dos equipos en apuros.
El Getafe se plegó, bien ordenado, para convertir el partido en un sudoku para el Celta. Fue de más a menos en el inicio el Celta, que al minuto ya había rematado al palo por mediación de Brais Méndez. Fue un espejismo. El Getafe permitió poco más y empezó a dejarse ver en ataque tras un resbalón del meta Dituro que no acabó de aprovechar Enes Ünal. Para entonces, y no iban ni diez minutos de partido, al Celta ya se le empezaban a apagar las luces, premioso en la circulación de la pelota, prisionero del sólido despliegue de su oponente.
El gol del Getafe, en el ecuador de la primera parte, reafirmó su dictado. Marcó tras una emboscada en la banda derecha a Kevín Vázquez y Brais Méndez en la que recuperó la pelota y la hizo circular de inmediato hacia el otro costado. Arambarri y Óscar Rodríguez se avivaron para darle continuidad a la acción y habilitar a Borja Mayoral ante el gol. El delantero cedido por la Roma estuvo fino en la definición ahí y más tarde, ya en el segundo tiempo, para darle lustre goleador al esfuerzo de su equipo.
Entre medias el Celta dio pases sin demasiada sustancia, atrapado también en un duelo que por momentos se convirtió en abrupto, con demasiadas interrupciones. Sin ritmo, sin encontrar a sus futbolistas más talentosos, el cuadro vigués pasó un calvario y penó aún más con la segunda diana de Mayoral, tras otra recuperación y una contra que penalizó a un equipo desplegado en ataque.
El Celta buscó la remontada con más intención que juego, siempre muy poblado por dentro, a la postre alimentado con una sobredosis de delanteros. Pero siempre fue flaco en ataque y estuvo al borde de la sentencia con un gol de Enes Ünal que se festejó, pero que se anuló en el cotejo del vídeo. No lo necesitó para llevar al Celta hasta su octava derrota en 17 partidos en casa. Ningún equipo en LaLiga ha caído tantas veces como local.
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