El Baskonia cae ante el Mónaco y pierde casi todas sus opciones de clasificación para cuartos
Los de Spahija ceden ante un rival directo (78-68) y, aunque salvan el ‘basketaverage’, quedan a expensas de una carambola múltiple para entrar entre los ocho mejores
Como en Despertares, la película de Robin Williams y Robert de Niro, el Baskonia regresó a la vida durante unos días para volver al letargo después de haber sido efímeramente feliz y disfrutar de la competición. Tras caer en la cancha del Mónaco, a los vitorianos les resta todavía una opción de clasificarse entre los ocho primeros de la Euroliga, pero tan complicada como acertar una quiniela. Pasa porque los tres rivales con los que compite por el octavo...
Como en Despertares, la película de Robin Williams y Robert de Niro, el Baskonia regresó a la vida durante unos días para volver al letargo después de haber sido efímeramente feliz y disfrutar de la competición. Tras caer en la cancha del Mónaco, a los vitorianos les resta todavía una opción de clasificarse entre los ocho primeros de la Euroliga, pero tan complicada como acertar una quiniela. Pasa porque los tres rivales con los que compite por el octavo lugar pierdan todos los partidos que les quedan, que son muchos; y así como al equipo vitoriano sólo le falta uno por disputar, al Mónaco le restan dos, al Fenerbahce otros dos y al Estrella Roja tres. Demasiados lanzamientos de la moneda al aire para que siempre salga cara.
Sólo un milagro y la debacle total de tres equipos podría clasificar al Baskonia, que rebañó tal posibilidad por la renuncia del Mónaco a jugar la última posesión del partido. Ganaron los monegascos por diez y una última canasta habría enterrado las posibilidades matemáticas del conjunto vitoriano, que pudo conservar a su favor el basketaverage.
Pese a todo, fue bonito el despertar del Baskonia en las últimas jornadas, incluso el que protagonizó en la sala Gaston Medecin, frente a un rival nuevo en esta plaza de la Euroliga y que puede obtener un éxito mayúsculo en caso de clasificarse. Después de un primer cuarto muy igualado, que acabó con ventaja vitoriana por un punto, el equipo de Spahija desapareció de la cancha. A impulsos de Diallo, el equipo local se entonó en defensa y acertó en los lanzamientos, mientras que al Baskonia le costó mucho centrarse en el juego. El bajón se alargó durante algunos minutos del tercer parcial, hasta que el Mónaco alcanzó los 21 puntos de diferencia (57-36) después de un triple de Bacon. Fue entonces cuando Spahija se decidió a darles minutos a los hombres de la segunda unidad. Baldwin no funcionaba ni en la distribución ni en el lanzamiento, así que salió Jason Granger, El base uruguayo revitalizó al equipo. Consiguió tres triples y la distancia se redujo hasta los doce puntos.
Un tiro de tres de Marinkovic a falta de 6.43m, estrechó la diferencia a siete puntos. El Baskonia había despertado de nuevo y acariciaba la remontada, pero a falta de cuatro minutos, una decisión controvertida de los árbitros, que no fueron a mirar al monitor para verificar que la pelota que habían adjudicado al Mónaco no la había tocado ningún jugador baskonista, propició que de la posesión que podía acercar todavía más a los vitorianos y poner de los nervios a sus rivales, se pasó al balón para el Mónaco y el triple de Westermann que tranquilizó a los suyos.
Durante algunos instantes rozó el Baskonia la eliminación matemática, pero al final la ventaja monegasca se quedó en diez puntos y a los vascos les queda la mínima opción de esperar sentado en la puerta para ver pasar el cadáver de sus enemigos, pero son tantos que será complicado que acaben todos bajo tierra.
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