El Real Madrid vuelve a fallar con el descabello
Los de Laso colapsan de nuevo en el último cuarto, no rematan al Maccabi tras una aceptable faena de 30 minutos (75-74) y sellan su quinta derrota seguida a domicilio
El Real Madrid volvió a fallar con el descabello. 48 horas después de caer en Estambul ante el Efes tras desperdiciar 10 puntos de ventaja a falta de nueve minutos, el conjunto de Laso colapsó de nuevo ante el Maccabi en otro desastroso final de partido (75-74). Esta vez, los madridistas acumularon nueve puntos de renta para afrontar los últimos seis minutos pero, en ese tramo, no volvieron a anotar una ...
El Real Madrid volvió a fallar con el descabello. 48 horas después de caer en Estambul ante el Efes tras desperdiciar 10 puntos de ventaja a falta de nueve minutos, el conjunto de Laso colapsó de nuevo ante el Maccabi en otro desastroso final de partido (75-74). Esta vez, los madridistas acumularon nueve puntos de renta para afrontar los últimos seis minutos pero, en ese tramo, no volvieron a anotar una canasta y la embestida del Maccabi se los llevó por delante. La buena actuación de Yabusele, Tavares y Poirier quedó atajada por el abordaje de Evans, Nunnally y Wilbekin. El último cuarto se cerró con un 16-8 de parcial y solo tres canastas en juego del Madrid, otra vez incapaz de rematar la faena.
En Tel Aviv llegó la 12ª derrota madridista en los últimos 22 partidos, la quinta consecutiva a domicilio en la Euroliga. Se quedaron sin holgura los de Laso por su mala cabeza y, en las apreturas, la presión de la hinchada israelí de la Mano de Elías, el arbitraje editorializante y la falta de pulso de los jugadores madridista selló otra derrota. De las 24 asistencias a las 17 pérdidas. En los instantes finales, Llull falló un tiro en penetración, el rebote posterior de Tavares se resolvió con un salto entre dos, y el triple postrero de Yabusele se estrelló en el aro.
El Madrid salió del Sinan Erdem de Estambul rumiando las dudas de su 11ª derrota en 21 partidos, pero con el premio de garantizarse la ventaja de cancha en la eliminatoria de cuartos, y la certeza de haber encontrado un quinteto lustroso sobre el que cimentar el rearme. Laso repitió la alineación y la fórmula para afrontar el duelo ante el Maccabi, con Williams-Goss, Hanga, Deck, Yabusele y Tavares afilando el propósito de enmienda. El conjunto madridista reeditó la fluidez mostrada ante el Efes y mejoró el acierto desde el perímetro. Solo le faltó consistencia defensiva para sostener una efervescente puesta en escena liderada por Yabusele. El ala-pívot francés se lució con 14 puntos y un 4 de 5 en triples en los primeros nueve minutos, Hanga y Tavares dominaron el rebote y Williams-Goss movió con criterio los engranajes. Pero, primero Keenan Evans, y más tarde James Nunnally escaparon a los radares de los visitantes y equilibraron la contienda antes del descanso (41-44, m. 20).
Cuestión de continuidad y carácter, el Madrid buscaba cerrar la secuencia de cuatro derrotas consecutivas a domicilio (Fenerbahçe, Zalgiris, Estrella Roja y Efes) ante el afortunado Maccabi, el principal beneficiado por la exclusión definitiva de los equipos rusos al pasar del 13º al 6º puesto de la clasificación. Una combinación que acerca un posible emparejamientos de ambos conjuntos en la pelea por la Final Four. Y La Mano de Elías subió el termostato de su caldera para marcar territorio a presente y futuro. En la reanudación, se espesó el ambiente y el juego, y el Maccabi respondió a su hinchada con un parcial de 8-2 que le dio una iniciativa en el marcador (49-46, m. 24). Los locales buscaron el choque para frenar la carrerilla del equipo madridista, que tardó en encontrar de nuevo los interruptores desde el perímetro. Hasta que apareció Heurtel con ocho puntos consecutivos (dos triples) y una asistencia para volver a desatar a los suyos (51-57, m. 27).
Despertó también Deck, embocó Heurtel su tercer triple, y Poirier enlazó dos canastas para lanzar al Madrid justo antes de entrar en la recta de meta (57-66, m. 29). Y, aunque Nunnally, Wilbekin y Evans remaron para reenganchar al Maccabi a base de triples, los de Laso apretaron los dientes para resolver el sprint con mayor solvencia que ante el Efes. Pero se repitió el apagón, el colapso y la derrota. Desperdició un puñado de ataques el conjunto de Laso para rebasar la barrera psicológica de los 10 de ventaja y Evans exprimió la rendición de los israelíes. Del 65-74 se pasó al 71-74 y el Madrid sufrió un déjà vu. Falló una docena de ataques hasta la derrota.
Nunnaly falló el intento de empate desde el triple, pero Williams si atinó con una canasta de palomero que volvió a desatar la jindama en los visitantes (73-74, a falta de 1m 13s). Heurtel se comió la siguiente posesión, Wilbekin anotó los dos tiros libres tras una falta discutible de Williams-Goss y el Madrid se vio un punto abajo con 35 segundos por delante. Heurtel desperdició otro triple. Llull se hizo cargo de la situación, falló un lanzamiento en penetración bajo el aliento de Wilbekin, y el rebote posterior de Tavares acabó en un salto entre dos tras los zarpazos de Caloiaro, Evans, Nunnally y hasta Williams. El balón definitivo cayó en manos de Yabusele, que se jugó un triple forzadísimo desde la esquina que se estrelló en el aro. Otra faena sin rematar del conjunto de Laso. El Armani Milán aprieta en la pelea por la segunda plaza tras su triunfo en la pista del Efes (77-83).
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