Ancelotti: “Fallé, pero es bastante raro que lo haga dos veces”
El entrenador del Madrid asume su culpa por el planteamiento y ahora pide “tranquilidad y equilibrio”
Diez días después de la explosión europea en el Bernabéu, la implosión en el clásico. A los 55 minutos, no pocos aficionados madridistas empezaron a enfilar la salida sin entender nada de lo que estaba ocurriendo en el pasto. Y cuando ya se habían ido todos, incluso los hinchas visitantes, en el césped apareció el presidente del Barcelona, Joan Laporta, que sacó el pecho, lo hinchó y pidió que le sacaran una foto para el recuerdo con parte de su equipo tras la impactante conquista en terreno enemigo. J...
Diez días después de la explosión europea en el Bernabéu, la implosión en el clásico. A los 55 minutos, no pocos aficionados madridistas empezaron a enfilar la salida sin entender nada de lo que estaba ocurriendo en el pasto. Y cuando ya se habían ido todos, incluso los hinchas visitantes, en el césped apareció el presidente del Barcelona, Joan Laporta, que sacó el pecho, lo hinchó y pidió que le sacaran una foto para el recuerdo con parte de su equipo tras la impactante conquista en terreno enemigo. Justo enfrente de donde colocó aquella enorme pancarta para el recuerdo durante la campaña electoral con la leyenda “Ganas de volver a veros”. Dos minutos después, la escena se repitió con Xavi, que también se retrató con su staff. La última vez que había pisado el Bernabéu fue como jugador, en octubre de 2014, y se marchó con una derrota (3-1) ante un Madrid que dirigía Carlo Ancelotti.
El italiano, en lugar de fotos, cogió el cilicio y asumió toda la culpa sin necesidad casi de que se lo preguntaran. “El planteamiento no ha sido bueno, he fallado. A veces se acierta y otras se falla. Para mí no es un problema asumir la responsabilidad. No hago un drama”, afirmó nada más empezar su intervención antes los medios. Que había fallado lo repitió en casi todas sus respuestas, aunque el viejo profesor también dejó una advertencia de orgullo herido: “Yo puedo fallar una vez, pero dos es bastante raro”.
El error más evidente al que no dejó de hacer referencia fue, sobre todo, colocar a Modric como falso nueve en ausencia de Benzema, como “número diez”, según lo describió el italiano. Aunque tampoco detalló si todo el problema radicó ahí o hubo algo más. En todo caso, la decisión ayudó al colapso del Madrid. “Era para intentar salir con el balón desde atrás y encontrar espacios para Vinicius y Rodrygo”, trató de explicar. Esa fue la intención. El resultado, el fracaso absoluto del equipo. “No hay que pensar que hemos perdido porque no estaba Karim. Hemos intentado apretar arriba, pero ellos salían bien y con la ventaja en el marcador, aún mejor”, explicó.
En los dos encuentros previos de esta campaña contra los azulgrana, resueltos con victoria blanca, el Madrid aplicó el mismo método: abrigados atrás y salidas a la contra. Pero en el último mes, tras las malas experiencias en Paris y en Copa en Bilbao, Ancelotti ordenó presionar más arriba y eso lo intentó trasladar también al clásico liguero en el Bernabéu. El desenlace -sin Benzema, con Modric fuera de lugar y el Barça de crecida- resultó catastrófico para sus intereses.
“Esta derrota nos hunde. Pero ahora hay que tener equilibrio y tranquilidad”, reclamó un par de veces el de Reggiolo. “El balance hasta ahora lo habríamos firmado: con nueve puntos de ventaja [sobre el Sevilla] y en cuartos de final de la Champions. El parón de selecciones nos va a venir bien porque podemos recuperar a Karim y Mendy. Hay tiempo para digerir esta derrota. Hay que pensar partido a partido. No creo que nos afecte”, aseguró el entrenador blanco, que rechazó que los suyos hubieran aflojado las tuercas, como apuntó Nacho. “Hemos salido relajados por vernos con esa ventaja en la clasificación y no era un partido para salir así”, confesó el defensa. El varapalo abre un nuevo capítulo en la temporada del Madrid.
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