El Baskonia y el mito de Sísifo
El equipo vitoriano vuelve a caer ante el Estrella Roja en un partido que tenía controlado (86-83)
Los partidos del Baskonia empiezan a ser desesperantes para sus seguidores. Siempre pueden encontrar algún motivo para la esperanza en algún momento del choque, da la sensación de que el equipo de Spahija puede dar una alegría a los suyos cuando menos se lo esperan, pero todo se estropea al final. Hasta el técnico se desespera. Ya es el segundo partido en el que recibe una falta técnica producto de la impotencia, de ver a sus hombres nadar hasta unos pasos de la orilla y ahogarse. ...
Los partidos del Baskonia empiezan a ser desesperantes para sus seguidores. Siempre pueden encontrar algún motivo para la esperanza en algún momento del choque, da la sensación de que el equipo de Spahija puede dar una alegría a los suyos cuando menos se lo esperan, pero todo se estropea al final. Hasta el técnico se desespera. Ya es el segundo partido en el que recibe una falta técnica producto de la impotencia, de ver a sus hombres nadar hasta unos pasos de la orilla y ahogarse. Sucedió en Tel Aviv, donde el Baskonia hizo méritos para ganar, y volvió a pasar en Belgrado.
Como Sísifo en su castigo eterno del inframundo, el Baskonia empujó la piedra cuesta arriba por la ladera empinada y, al llegar arriba, volvía a rodar la pelota cuesta abajo para volver a empezar. Después de un magnífico primer cuarto, en el que alcanzó 16 puntos de ventaja (13-29) después de un triple de Granger, el equipo vitoriano experimentó la desagradable sensación de perder todo lo que había ganado. La energía del primer parcial se esfumó en el segundo y el Estrella Roja, ajustando algo más la defensa, neutralizó el juego vitoriano para igualar el marcador después de un 13-1 de parcial ante el delirio de la hinchada local.
En Belgrado salió un Baskonia alegre y acabó un Baskonia en depresión. Después del primer cuarto inmenso llegaron diez minutos de apagón y desastre. Las cosas se volvieron a igualar un tanto en el tercer cuarto a pesar del ataque de pánico de los vitorianos, que comenzaron con un parcial en contra de 9-0.
A su ritmo, al trantrán, el Estrella Roja, liderado por Woilters y Mitrovic, imponía su juego, algo que no había conseguido al principio. Se permitió, además, ante la ofuscación baskonista, hacer muy pocas faltas. Un arreón de Granger permitió, sin embargo, que el equipo de Spahija comenzara los últimos diez minutos con una mínima ventaja.
Pero otra vez se embarró el juego en el parcial definitivo. El Baskonia no encontraba situaciones fáciles para anotar, fallaba en el rebote y, sobre todo, perdía muchos balones (14 por 8). De hecho, las estadísticas son claras: el equipo vasco tuvo mejores porcentajes en tiros de dos, de tres, y hasta en los tiros libres, pero, incluso así, perdió.
Y pudo, al menos, jugar el tiempo adicional, porque después de un triple de Fontecchio que puso el marcador en 84-81, a falta de 19 segundos, Walters falló dos tiros libres. Recogió el rebote Granger, jugó con Fontecchio de nuevo, y en su intento de lanzar perdió la pelota, la oportunidad de forzar la prórroga y de darles una alegría a sus seguidores, desesperados de nuevo.
Estrella Roja, 86 - Baskonia, 83
Estrella Roja: Wolters (17), Hollins (12), Kalinic (11), White (8), Kuzmic (0) –equipo inicial– Mitrovic (18), Lazic (3), Ivanovic (5), Dobric (7), Davidovac (5), Simonovic (0)
Baskonia: Baldwin (18), Marionkovic (0), Fontecchio (19), Giedraitis (6), Costello (14) –equipo inicial–, Peters (5), Granger (15), Enoch (6), Kurucs (0), Raieste (0).
Parciales: 13-26, 28-15, 14-15, 31-27.
Árbitros: Lamonica, Foufis y Vyklicky.
Aleksandar Nikolic Hall de Belgrado.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.