La Real Sociedad recupera el color

Con un Mikel Merino en su mejor versión, goleador y asistente, los donostiarras deshacen la resistencia del Mallorca

El portero del Mallorca Sergio Rico, tras el segundo gol de la Real Sociedad.CATI CLADERA (EFE)

La Real ha recuperado el color. Ganó en Mallorca con un ejercicio de solidez y la gran actuación de Mikel Merino, goleador y asistente. En su mejor versión de los últimos meses. El equipo de casa apenas pudo responder a lo que propuso su rival.

Jugaban el Mallorca y la Real un partido descolgado de la Liga, a desmano, además con la borrasca y la lluvia llegando a la isla, pero con tres puntos en juego que valen tanto como los de un fin de semana. Vitales para el equipo de casa, que siempre mira de reojo hacia abajo; indispensables para que los visitantes concretaran su recuperación desp...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La Real ha recuperado el color. Ganó en Mallorca con un ejercicio de solidez y la gran actuación de Mikel Merino, goleador y asistente. En su mejor versión de los últimos meses. El equipo de casa apenas pudo responder a lo que propuso su rival.

Jugaban el Mallorca y la Real un partido descolgado de la Liga, a desmano, además con la borrasca y la lluvia llegando a la isla, pero con tres puntos en juego que valen tanto como los de un fin de semana. Vitales para el equipo de casa, que siempre mira de reojo hacia abajo; indispensables para que los visitantes concretaran su recuperación después de unas cuantas semanas de declive.

Salió el equipo donostiarra un poco más alegre que en las últimas fechas. Corrían con más intención sus futbolistas y, como los del Mallorca también parecían poner bastante interés en el asunto, los primeros minutos, aunque sin llegadas peligrosas, fueron entretenidos, sin llegar a excelsos. Claro que, con el desgaste después de un comienzo fogoso, bajó el pistón y el partido se hizo más plano.

Hasta que llegó Silva para combinar con el mejor Merino, que hace unos días parecía tener roto un dedo del pie, aunque todo se quedó en un susto. Entre los dos montaron una jugada de tiralíneas. Tocó el canario hacia el navarro, que la soltó a la primera al espacio que buscó su compañero para plantarse ante Sergio Rico y batirle con su zurda exquisita.

Se le abrieron las carnes al Mallorca con el zarpazo donostiarra. Se descompuso un rato el equipo de Luis García, lo que aprovechó la Real para poner algo más de presión. Con el marcador favorable, encontró espacios para el disparo de Sorloth, fuera por un palmo, o la jugada de Oyarzabal y su disparo cruzado con intención que se perdió por la línea de fondo.

Llovía más en la segunda parte, y salieron los de casa con más ímpetu tras la pausa. Pareció, incluso, que encerraban a los hombres de Imanol en su área, pero en el parte de incidencias no se anotaba ninguna acción de peligro favorable al Mallorca. Alrededor de Remiro reinaba la tranquilidad. Además, la Real contaba en la desagradable noche mallorquina con la inspiración de Merino, que remató de cabeza un saque de esquina, su golpeo lo rechazó Raíllo, y la pelota le volvió a caer a sus pies para anotar el segundo. Poco más tuvo que hacer el equipo visitante para desenchufar definitivamente al Mallorca y llevarse los tres puntos. Además, la ventaja pudo aumentar después de otro remate del propio Merino que se estrelló en la cruceta.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Más información

Archivado En