Abramóvich pone el Chelsea en venta
El magnate ruso asegura que donará los beneficios netos a una fundación que ayudará a “todas las víctimas de la guerra de Ucrania”
El propietario del Chelsea desde 2003, el ruso Roman Abramóvich, confirmó este miércoles a través de un comunicado publicado en la web del club que ha puesto el equipo en venta: “Creo que es lo mejor para el club, los aficionados, los empleados, así como los patrocinadores del club y los socios”, dijo. El texto responde al carrusel de especulaciones que se había disparado después de que el multimillonario suizo Hansjörg Wyss revelara en una entrevista concedida en su país al diario Bli...
El propietario del Chelsea desde 2003, el ruso Roman Abramóvich, confirmó este miércoles a través de un comunicado publicado en la web del club que ha puesto el equipo en venta: “Creo que es lo mejor para el club, los aficionados, los empleados, así como los patrocinadores del club y los socios”, dijo. El texto responde al carrusel de especulaciones que se había disparado después de que el multimillonario suizo Hansjörg Wyss revelara en una entrevista concedida en su país al diario Blick, y publicada ayer, que le habían tanteado como posible comprador: “Otras tres personas y yo recibimos el martes una oferta para comprar el Chelsea de Abramóvich”, contó en una conversación en la que dijo que el magnate ruso buscaba “deshacerse del Chelsea rápidamente”.
Abramóvich aseguró ayer en su texto que “la venta del club no será acelerada sino que seguirá el procedimiento debido”. También se refirió a otro de los detalles comentados en la entrevista por Wyss, que recordó que el club debía todavía al magnate ruso alrededor de 2.400 millones de euros que le había prestado. Abramoçóvich aseguró en su comunicado que no exigiría que se le devolviera ninguno de los préstamos, y que, además, había dado instrucciones a su equipo para montar una fundación a la que donará “todas las ganancias netas. La fundación será para el beneficio de todas las víctimas de la guerra de Ucrania. Esto incluye proporcionar fondos críticos para las necesidades urgentes e inmediatas de las víctimas, así como para apoyar el trabajo de recuperación a largo plazo”.
Según contó ayer The New York Times, el proceso de venta se encargó al banco de inversión estadounidense Raine Group, que ha ofrecido también la operación a Todd Boehly, uno de los propietarios del equipo de béisbol Los Angeles Dodgers. A los candidatos se les ha pedido que realicen sus ofertas esta misma semana, con el viernes como fecha límite.
Sin embargo, el multimillonario suizo, antiguo presidente de Synthes, empresa dedicada a la fabricación de materiales médicos, como tornillos y placas para reparar huesos rotos, contó en la entrevista que no les habían trasladado un “precio de venta exacto”, aunque varios analistas valoran la operación en los mismos 2.400 millones de euros que el club inglés adeuda a Abramóvich. Aunque al referirse a esa cifra, Wyss quiso subrayar que “el Chelsea no tiene nada de dinero”.
El suizo, de 86 años, y conocido además de por su fortuna por sus sustanciosas donaciones a causas medioambientales y progresistas, contó también en la entrevista que “Abramóvich está intentando vender todas sus casas en Inglaterra”, ante el temor de que el Gobierno británico congele sus activos allí.
El relato coincide con el realizado el martes en el parlamento británico por el diputado laborista Chris Bryant, que aseguró que Abramóvich estaba “aterrorizado por ser sancionado, por lo que va a vender su casa mañana [por ayer], y otro piso también”.
Sanciones a 275 rusos
El Gobierno británico ha actuado ya contra 275 rusos con lazos con el régimen de Vladímir Putin como reacción a la invasión rusa de Ucrania, y el primer ministro británico, Boris Johnson ha avanzado que maneja una lista de otras 100 personas que recibirán el castigo a lo largo de esta misma semana.
Con este panorama, el líder de los laboristas en el parlamento, Keir Starmer, preguntó ayer a Boris Johnson por qué su Gobierno no había castigado todavía al propietario del Chelsea: “Es considerado sospechoso para el Ministerio del Interior por sus lazos con el Estado ruso y sus conexiones públicas con actividades y prácticas corruptas”, dijo Starmer.
Abramóvich cedió el sábado la gestión del Chelsea a la fundación benéfica del club, después de las primeras discusiones en el parlamento sobre posibles sanciones a empresarios rusos conectados con Putin. En el comunicado que publicó ese día la web del club, presentó el movimiento en términos similares a los que usó ayer para anunciar la venta: “Siempre he tomado decisiones en el interés del Chelsea”, escribió el sábado. “Sigo comprometido con estos valores. Es por eso por lo que hoy cedo la dirección del club a la fundación”.
Ayer añadió que su relación con el Chelsea “nunca ha sido por negocio o dinero”, y dejó alguna pincelada sentimental: “Por favor, sepan que ha sido una decisión increíblemente difícil de tomar, y que me duele separarme del club de esta forma”. Y deseó un último encuentro con la afición: “Espero poder visitar Stamford Bridge una última vez para deciros adiós a todos en persona”.
Wyss no ha descartado comprar el club, pero no quiere hacerlo solo, sino con al menos otros seis o siete inversores.
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