Gareth Bale se apunta a París
El galés, tras casi seis meses sin jugar con el Madrid, deja satisfecho a Ancelotti tres días antes de visitar al PSG: “Todo lo que le he dicho que hiciera lo ha hecho bien”
Sin Karim Benzema, el Real Madrid se aleja del gol. Ha marcado uno en los tres partidos que el francés lleva fuera por sus problemas de isquios. Pero el futuro inmediato de los músculos de Benzema continúa siendo un enigma y ya asoma el Paris Saint-Germain en el Parque de los Príncipes. Pasado mañana. Sin el francés, Carlo Ancelotti ha probado a Isco, Asensio y Jovic, con distintas fórmulas, y ayer rescató del desván a Gareth Bale, que no jugaba un partido con el Madrid desde el 28 de agosto y que contra el Villarreal fue el que dispuso de ocasiones más claras. Ancelotti quedó satisfecho con e...
Sin Karim Benzema, el Real Madrid se aleja del gol. Ha marcado uno en los tres partidos que el francés lleva fuera por sus problemas de isquios. Pero el futuro inmediato de los músculos de Benzema continúa siendo un enigma y ya asoma el Paris Saint-Germain en el Parque de los Príncipes. Pasado mañana. Sin el francés, Carlo Ancelotti ha probado a Isco, Asensio y Jovic, con distintas fórmulas, y ayer rescató del desván a Gareth Bale, que no jugaba un partido con el Madrid desde el 28 de agosto y que contra el Villarreal fue el que dispuso de ocasiones más claras. Ancelotti quedó satisfecho con el experimento: “Bale ha tenido la oportunidad y ha cumplido. Ha sido peligroso enfrente. Todo lo que le he dicho que tenía que hacer lo ha hecho bien”, dijo el técnico.
El día antes del partido, el italiano había dejado entrever dudas sobre lo que podía conseguir del galés: “Lo puedo evaluar solo por lo que está haciendo en el entrenamiento y me parece listo para jugar”, dijo. “Después, está claro, tú lo tienes que evaluar cuando juega”. Bale estaba a prueba.
El comienzo del partido no resultó muy prometedor. Durante los primeros minutos, Bale, de ariete, lució ese trotecito ligero como de Kroos siguiendo una jugada de lejos, pero el galés vigilaba con la mirada la salida de los rivales, o aguardaba a que se abriera un espacio entre los centrales y cayera por allí una pelota. Tardó casi media hora en abandonar su mundo desconectado del resto y acercarse a tocar el balón al centro del campo. El Madrid se iba hundiendo atrás, y él se quedaba enganchado arriba, flotando en soledad. El diagnóstico general del primer tiempo lo hizo Ancelotti: “Defendíamos con el bloque demasiado bajo, no hemos sido agresivos en el choque, en los duelos, en el uno contra uno. Por eso el Villarreal ha tenido más control”, explicó.
Pese a todo, poco antes del final de la primera parte, Casemiro avistó un espacio a la espalda de los centrales amarillos y lanzó un pase largo que domó Bale, que se quedó a solas con Rulli. Tiró y la ocasión murió contra el portero argentino.
Después del descanso, el Madrid se hizo con el mando del encuentro a partir de un cambio de actitud descrito luego por Ancelotti: “El equipo fue mucho más agresivo sin balón”, dijo. Recuperar más arriba, más lejos de su propia área, en la que se había refugiado en el primer periodo, les permitió atacar de otra forma. “Nos dio más posibilidades de jugar vertical”, explicó el técnico italiano. Mejoró el equipo, y con él mejoró también Gareth Bale, que terminó con unos números que los registros de Opta no veían desde diciembre de 2018: intentó seis remates, tres de ellos a portería.
De esos tres, dos los propició Vinicius, peligro constante, la amenaza de guardia del Real Madrid esté o no Benzema. Si coincide en el campo con el francés, cada día encuentran el modo de mezclar mejor. Si falta el nueve titular, mantiene la llama como en La Cerámica, donde amenazó arriba y ayudó atrás a Marcelo, comprometido por el desborde de Samu Chukwueze, imparable en el tramo inicial. A medida que esa amenaza fue decayendo y que el Madrid robaba más y encontraba espacios para correr, Vinicius empezó a encontrar a Bale a la carrera. Y a la carrera, el galés disparó dos veces con muchísimo veneno en la segunda parte. Una la envió al larguero de un manotazo Rulli y la otra la obstaculizó lo suficiente también el portero para evitar el gol. Ese era el plan de Ancelotti con Bale: “Le hemos pedido atacar desde atrás, y en la segunda parte tuvo ocasiones. Le faltó suerte”, dijo.
Y no solo al galés, sino, según Ancelotti al equipo en general, por lo que ve con cierto optimismo el compromiso de pasado mañana en París, tanto si recupera a Benzema como si no: “Con un poco más de acierto, y de suerte, habríamos marcado. Hemos tenido mano a mano con el portero tres veces; dos largueros. Me preocupa el equipo en el momento que no busca oportunidades para marcar. Me preocupa más la primera parte, cuando el equipo estaba poco comprometido”, explicó.
Al terminar el partido, Opta había contado 17 ocasiones del Madrid. Hacía dos años que no generaba tantas fuera de casa sin terminar marcando. Con la incógnita de Benzema aún sobrevolando el ambiente, Ancelotti, en otro de sus rescates, parece haber sumado también a Gareth Bale, que se apunta a París.
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