El fútbol sonríe por fin a Piccini y al Valencia
Un gol en el minuto 86 del lateral, que ha pasado dos años mermado por las lesiones, da el triunfo a los de Bordalás ante el Elche
Los dioses del fútbol le guiñaron un ojo a Cristiano Piccini, un jugador maltratado por las lesiones los últimos dos años, cuando apenas ha jugado. El lateral italiano, héroe inesperado, cazó una pelota en el área, que ganó en duelo aéreo Diakhaby, y de un derechazo la alojó en la meta de Édgar Badía dándole la victoria al Valencia en el minuto 86.
Antes del partido el once recibió una sacudida. Sin la baja del capitán Gayà, sancionado, y de los lesionados, Gabriel Paulista y Thierry Rendall, ...
Los dioses del fútbol le guiñaron un ojo a Cristiano Piccini, un jugador maltratado por las lesiones los últimos dos años, cuando apenas ha jugado. El lateral italiano, héroe inesperado, cazó una pelota en el área, que ganó en duelo aéreo Diakhaby, y de un derechazo la alojó en la meta de Édgar Badía dándole la victoria al Valencia en el minuto 86.
Antes del partido el once recibió una sacudida. Sin la baja del capitán Gayà, sancionado, y de los lesionados, Gabriel Paulista y Thierry Rendall, la covid-19 dejó fuera de combate a Omar Alderete y al entrenador José Bordalás. La zaga, la línea más castigada por las lesiones desde que arrancó el curso, volvió a remendarse con Guillamón como defensor central y Lato en el carril izquierdo. Volvían tras sanción los franceses Diakhaby y Foulquier. En el minuto 19 la defensa volvió a ser parcheada tras la lesión muscular de Lato. Entonces Foulquier pasó a la izquierda y entró Piccini en el costado derecho.
Mientras en el campo el equipo se enfrentó al Elche, los aficionados jugaron su particular partido en las horas previas sobre el cemento de las calles que rodean Mestalla. Por segunda vez en los últimos ocho meses, la militancia valencianista se manifestó para exhibir músculo social y gritar libertad contra la gestión de su máximo accionista, Peter Lim. Unas 15.000 personas, según fuentes de la policía local, hicieron retumbar las calles para enviarle un mensaje de rechazo e indignación al propietario singapurense, que tiene al club a un paso de entrar en causa de disolución con una deuda de 400 millones de euros.
Azuzado por la suplencia en Balaídos y dos cambios consecutivos ante Real Sociedad y Rayo Vallecano, Gonçalo Guedes agitó como un vendaval el frente ofensivo del once del murciélago. El trueno portugués disparó la ballesta que tiene en su pierna derecha para hacer diana en la meta del Elche. El tanto enseñó lo que pretende Bordalás. Cillessen, como un centrocampista de buen pie, envió un pase al flanco izquierdo. Maxi Gómez bloqueó el salto de Palacios y provocó que la pelota le llegara franca a Guedes que burló a un par de defensores e hizo su cuarto gol en el campeonato. En la acción anterior al 1-0, Cillessen, en su mejor momento desde que llegó a Valencia, rechazó un disparo duro de Lucas Pérez. Claro que en el otro portal, Edgar Badía, minutos antes, había hecho lo mismo con Hugo Duro, otra vez llevando el estandarte en la ofensiva blanquinegra.
Salvo en la ocasión de Lucas Pérez, el Valencia asedió al Elche en la primera parte con una intensidad y una presión alta que recordaron al equipo eléctrico de las primeras cuatro jornadas de liga antes de la lluvia de bajas que afectó a varios de los intocables de Bordalás y catapultó en el once a efectivos como Hugo Duro o Hélder Costa. El angoleño, que apenas se equivoca en la toma de decisiones, aporta desborde y juego asociativo. Edgar Badía impidió que Costa se estrenara como goleador con una buena parada en el tramo final.
Lucas Boyé igualó el partido de cabeza en el primer saque de esquina del Elche. Sacó Lucas Pérez y el argentino se escapó de Foulquier y empató. Minutos antes había entrado Josan en el partido. El extremo derecho de Crevillente y Benedetto revitalizaron al Elche ante un Valencia sin combustible en el tramo decisivo del partido.
En un final desbocado, con un Elche dominador, un centro de Carlos Soler lo ganó Diakhaby y lo convirtió en el tanto de la victoria el lateral Piccini. Segundos después, Cillessen, uno de los destacados en el triunfo, sacó en la línea con el pie un remate de Guido Carrillo. El balón no entró por milímetros.
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