La FIA desactiva el choque Senna-Prost

Cuatro días después de que Lewis Hamilton y Max Verstappen se enzarzaran en un intercambio de golpes que quedará para siempre esculpida en los libros del Mundial de Fórmula 1, los dos candidatos al título se preparan para el último de los 22 asaltos de que ha constado el combate más ajustado de los últimos tiempos. Tras la gresca en Yedda, ambos llegan a la cita definitiva, en Abu Dabi, con la misma puntuación (369,5 puntos)...

Cuatro días después de que Lewis Hamilton y Max Verstappen se enzarzaran en un intercambio de golpes que quedará para siempre esculpida en los libros del Mundial de Fórmula 1, los dos candidatos al título se preparan para el último de los 22 asaltos de que ha constado el combate más ajustado de los últimos tiempos. Tras la gresca en Yedda, ambos llegan a la cita definitiva, en Abu Dabi, con la misma puntuación (369,5 puntos), por más que el holandés lidera la tabla al acumular nueve victorias, una más que su oponente. Sobre el papel, las matemáticas son de lo más sencillas: el que termine por delante, será el campeón. No obstante, algunos episodios que se han dado en el pasado han motivado a la división legislativa de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) a ponerse en alerta.

La intención de los delegados es tratar de evitar que la temporada más trepidante de la última década se decida con una maniobra que pueda considerarse torticera, que alguna ya habido este curso, tanto del lado de Hamilton –en Silverstone mandó al de Red Bull contra las barreras– como del de Verstappen –en Arabia Saudí bloqueó al de Mercedes en varias ocasiones y facilitó un roce entre ambos monoplazas–.

La estadística le otorga al piloto de la escudería del búfalo rojo una ventaja a tener muy en cuenta: en caso de que ninguno de los dos puntúe será él quien salga a hombros. Y es en este punto cuando toman vida dos episodios del pasado con una enorme carga simbólica por la entidad de quienes los protagonizaron. El primero de ellos, el choque provocado por Ayrton Senna en el Gran Premio de Japón de 1990. El brasileño lanzó su McLaren contra el Ferrari de Alain Prost, en la primera curva de Suzuka, para vengarse de lo ocurrido en aquella misma carrera del año anterior, en la que fue descalificado y el Profesor, por entonces su compañero en la estructura británica, se coronó por segunda vez. Igual de sonado fue el desenlace del Mundial de 1997, en Jerez, en el que Michael Schumacher le tiró su Ferrari a Jacques Villeneuve (Williams), que logró su primer entorchado antes de que el Kaiser fuera desposeído incluso del subcampeonato por ser considerado responsable directo de un accidente intencionado.

Este jueves, en la previa del gran premio que glorificará a Red Bull o a Mercedes, Michael Masi, el director de carrera, subrayó a todos los equipos que cualquier conducta antideportiva podrá comportar la pérdida de puntos del infractor, una amenaza que, de alguna forma, sirve para igualar todavía más las cosas entre Hamilton y Mad Max. “Los comisarios pueden decidir imponer las siguientes penalizaciones: suspensión por una o más pruebas o retirada de puntos del campeonato”, consta en el artículo 12.4.5 de las notas previas al Gran Premio de Abu Dabi.

“La verdad es que no gasto ni una pizca de energía en pensar en estas cosas”, respondió Hamilton cuando se le preguntó sobre un posible desenlace ‘abrupto’ entre los dos protagonistas principales de este 2021. “Realmente creo que todo el mundo llega aquí con la intención de ganar. Quiero pensar que todos queremos actuar de la forma correcta”, añadió el actual campeón, que de salirse con la suya sumaría su octavo título, situándose en solitario como el corredor más exitoso de siempre. “Como piloto, uno no piensa en estas cosas”, coincidió Verstappen, que compartió la escena con su rival, el uno sentado a un metro y medio del otro. “Es un fin de semana en el que quiero hacerlo lo mejor que puedo y, obviamente, ganar”, remató el chaval de Hasselt.

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