Mendy, el clic de Ancelotti
Tras los diez primeros partidos sin el francés, lesionado, desde su vuelta el Madrid ha recuperado cuerpo defensivo: recibe la mitad de goles y Alaba puede atacar más
Desde el día que volvió a sentarse en la sala de prensa de Valdebebas en su vuelta al banquillo del Real Madrid, Carlo Ancelotti se mostró más confiado en conseguir que los atacantes atacaran mejor que en lograr convencerlos de que defendieran lo necesario. Para el italiano, esa contribución resultaba fundamental. Todavía lo es, como recordó el miércoles en Transnistria después de derrotar al Sheriff en la Champions (0-3): “Si tenemos jugadores con muchísima calidad y se sacrifican, ...
Desde el día que volvió a sentarse en la sala de prensa de Valdebebas en su vuelta al banquillo del Real Madrid, Carlo Ancelotti se mostró más confiado en conseguir que los atacantes atacaran mejor que en lograr convencerlos de que defendieran lo necesario. Para el italiano, esa contribución resultaba fundamental. Todavía lo es, como recordó el miércoles en Transnistria después de derrotar al Sheriff en la Champions (0-3): “Si tenemos jugadores con muchísima calidad y se sacrifican, esto es lo más importante”, dijo al canal oficial del club, ahora que ha cambiado el rumbo, en buena medida a partir del regreso de Ferland Mendy después de su lesión. Sin él, el Madrid concedía 1,2 goles por partido; desde que regresó, son la mitad, 0,6. Este domingo, el Sevilla, el segundo máximo realizador de la Liga, pone a prueba la recuperación en el Santiago Bernabéu (21.00, Movistar LaLiga).
Pero antes de eso, mientras el lateral izquierdo francés veía pasar las jornadas desde la camilla, el equipo, que había racaneado los goles desde la marcha de Cristiano Ronaldo, empezó el curso anotando como casi no se recordaba, aunque con una endeblez atrás que lo acercaba a los peores del campeonato. Reverdeció el ataque y se desplomó el sistema defensivo edificado por Zidane, que fue el menos goleado en la Liga 2019/2020.
En una caída sistémica como esta, las causas siempre son varias, pero Ancelotti comenzó señalando a los de delante, a quienes en público atribuyó, por ejemplo, no poder llevar la línea defensiva más arriba. Alaba se desgañitaba sobre el césped desgastando una de sus primeras palabras en español, “¡fuera, fuera!”, pero aquello hacía aguas. Y así fueron desapareciendo del campo Hazard y Bale, los primeros perezosos.
No fue suficiente: el equipo sufría los desajustes derivados de la sustitución de la pareja titular de centrales, Ramos y Varane; además de las lesiones de los dos laterales, Carvajal y Mendy; e incluso la de Kroos, con la que perdían control en el centro del campo. Si el regreso del alemán ha tenido un efecto formidable en el ataque, la vuelta del francés puede usarse para marcar el cambio en el rendimiento defensivo.
Entre Liga y Champions, el Madrid ha jugado 18 partidos, diez sin Mendy y ocho con él, que regresó a la titularidad el 19 de octubre contra el Shakhtar en Kiev (0-5). Carvajal volvió al once inicial ocho días después y dos partidos más tarde, el 27 de octubre contra Osasuna (0-0). Han jugado juntos los seis últimos duelos.
El salto del equipo no se lee solo en la caída a la mitad del número de goles que el Real Madrid recibe por partido de los primeros diez encuentros a los ocho siguientes. A los rivales les cuesta más generar ocasiones, y las que genera llevan menos peligro. Lo muestran dos métricas calculadas por Statsbomb. La más conocida son los goles esperados, que miden la calidad de las ocasiones. Sin Mendy, cada 90 minutos los atacantes rivales se encontraban con oportunidades a partir de las cuales habitualmente se marcan 1,26 goles. Desde que volvió el galo, el peligro que suponían las posiciones que alcanzaban los atacantes antes de tirar ha caído un 18%, hasta los 1,04 goles esperados.
Hay otra métrica de Statsbomb que da otra pista de la mejoría de los ajustes de la zaga blanca, entre ellos ese “posicionamiento en el área” del que también se quejaba hace unas semanas Ancelotti. Se ha desplomado casi a la mitad (44%) el peligro que suponen los disparos que efectivamente van a la portería de Courtois. Esto lo miden los llamados goles esperados posteriores al tiro, que, una vez salido el disparo del atacante, y teniendo en cuenta la trayectoria de la pelota y la disposición de los defensores y del portero, calculan la probabilidad de que termine en gol. En la época pre Mendy esa cifra era de 1,27 goles por partido; desde que volvió, el riesgo al que se enfrenta Courtois cayó a 0,71.
De ahí que también haya subido su acierto en las paradas. En los primeros diez encuentros del curso, detenía siete de cada diez (70,8%), mientras que en los ocho siguientes ha mejorado hasta evitar ocho de cada diez tiros (79,2%).
Además de mejorar la cobertura de las bandas, el regreso de Mendy y Carvajal ha contribuido a que Militão y Alaba (duda para el partido de hoy por un esguince en la rodilla izquierda) progresen en su encaje como pareja. Ahora tienen que estar menos pendientes de sus costados. No solo eso: la solidez de Mendy permite que Alaba aporte cada vez más en ataque. Sin el francés, llevaba la pelota al último tercio del campo rival 5,5 veces cada 90 minutos. Escoltado por Mendy, el penúltimo clic del engranaje de Ancelotti, está ya en ocho veces por duelo.
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