El Barcelona ficha de nuevo a Alves
El club azulgrana ha buscado durante un lustro un recambio para el futbolista y, tras la bendición de Xavi, el lateral regresa con 38 años
Dani Alves (Bahía, Brasil; 38 años) regresa al Barcelona hasta el final de curso tras el principio de acuerdo alcanzado este viernes entre el club y el lateral. El área deportiva azulgrana ha intentado repetidamente encontrar sin éxito un reemplazo para Alves, que se marchó hace un lustro del club porque prefirió el reto que le ofrecía la Juventus antes que seguir de azulgrana. Entre otras cosas, ...
Dani Alves (Bahía, Brasil; 38 años) regresa al Barcelona hasta el final de curso tras el principio de acuerdo alcanzado este viernes entre el club y el lateral. El área deportiva azulgrana ha intentado repetidamente encontrar sin éxito un reemplazo para Alves, que se marchó hace un lustro del club porque prefirió el reto que le ofrecía la Juventus antes que seguir de azulgrana. Entre otras cosas, porque en Italia le daban un año más de contrato y no supeditaban su continuidad ni parte de las primas a que disputara al menos el 60% de los minutos como ocurría en Can Barça. “En el Camp Nou estaba en una zona de confort y en una posición demasiada cómoda. Y eso, en mí, es que algo va mal. Lo que me mueve son los desafíos y luchar por hacer historia en otro lugar”, resolvió en 2016 tras firmar con la Vecchia Signora. Ahora, después de recibir el beneplácito de Xavi, volverá a vestirse de azulgrana y ocupar el vacío que dejó. Así, el que fuera el primer fichaje de la era Guardiola, entonces con 25 años, es también la primera incorporación de la era Xavi, aunque con 38.
La idea de Alves era firmar por un año, al menos hasta acabar el Mundial de Catar 2022 y, así, poner el broche de oro a su carrera para retirarse en un club de gran calado como hicieron otros laterales de largo recorrido como, por ejemplo, Cafú (lo hizo en el Milan con 38 años), Maldini (Milan; 40), Zanetti (Inter; 40) y Carboni (Valencia; 41). Desde el Barcelona, sin embargo, preferían que fuera por seis meses porque hasta el fichaje de Xavi para el banquillo supuso un problema para la economía del club. Ocurre que ese problema no se da con Alves, que acepta cobrar poco. Se ha impuesto la voluntad del club, también la ilusión del jugador por ponerse de nuevo la elástica azulgrana.
Una de las condiciones que puso Xavi para firmar como entrenador fue tener algo más que voz y voto en las incorporaciones, actuar como un mánager estilo inglés antes que como un simple técnico. Poderes que aceptó el club y que chocaron en parte con el área deportiva, hasta el punto de que el secretario técnico Ramon Planes pidió esta semana la dimisión de carácter irrevocable. Precisamente, Planes y el director deportivo Mateu Alemany ya estudiaron su incorporación cuando se desvinculó este verano del São Paulo, pero negaron su presencia porque entendían que su época había pasado. Además, explicaban, su llegada chocaba de frente con la idea de rejuvenecer a la plantilla. Alves, por su parte, se empeñó en mostrar lo contrario al coronarse en los Juegos Olímpicos de Tokio y lograr su título número 45, récord Guinness en el fútbol y de los cuales 23 los festejó con el Barcelona (tres Champions, seis Ligas, tres Copas del Rey, cinco Supercopas de España, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales de Clubes).
Currículo insuficiente para entrar en las últimas convocatorias de Tite con Brasil, sobre todo porque Alves no tenía equipo tras no cerrar un acuerdo con el Fluminense. La operación de repartriarlo al Camp Nou, en cualquier caso, se volvió a plantear hace unos días. “Sí, pero se había descartado la operación”, constatan desde la cúpula de la entidad azulgrana. Hasta que Xavi entró en juego. Sin Planes en el Barcelona y con el nuevo técnico al mando junto a la aquiescencia de Mateu, el rumbo ha virado. Y eso que Xavi advirtió en un inicio que esperaba a Dest, que quería verlo entrenarse y desempeñarse en el lateral, toda vez que tampoco cree que el puesto de Sergi Roberto esté en la retaguardia derecha. Pero Dest, patente de Koeman, puede hacer las veces de extremo y eso es lo que antepone el entrenador, nacido y formado en la cultura cruyffista.
Desde que se marchara Alves, el Barça no ha dado con un lateral que sea tan influyente como el brasileño, en su momento el mejor socio de Messi, lanzador de faltas y velocista, también asistente por naturaleza. Pasaron por el lugar Douglas (fichado por cuatro millones), Aleix Vidal (18) y Wagué. También se hizo con el puesto Semedo (30), pero se perdía en lo táctico y en ocasiones bajaba con demasiada lentitud para desespero del central más cercano, aunque sí era ofensivo pero mostraba un pie torcido para los centros. Por lo que Sergi Roberto le ganó la partida a todos hasta que llegó Dest (21), más eléctrico pero con margen de mejora en lo táctico. Y como intentona se quedó Emerson (12), que se marchó para que el club hiciera caja este verano al Tottenham tras venir del Betis. Por lo que el nuevo Alves será Alves, el mismo que disputó 391 encuentros de azulgrana resumidos en 21 goles y 101 asistencias. “Si el Barça piensa que me necesita, solo tiene que llamarme”, apuntó el brasileño hace un mes escaso. Y eso es lo que ha ocurrido. Queda por ver si puede jugar ahora o deberá iniciar en enero, pues desde el club entienden que hay un resquicio legal y la ficha libre de Pjanic para que, incluso, pueda estrenarse ya en el próximo derbi ante el Espanyol. En caso contrario, Xavi lo quiere para que dote al grupo de buen ambiente y, sobre todo, competitividad porque eso es algo que nunca le faltó al lateral.
Los otros pretendidos: Sterling y Renato Sanches
Sin dinero para fichar pero sí al menos para conseguir un par de cesiones más –Laporta ya dijo que traerían a tres futbolistas en el mercado invernal-, el club trabaja en la incorporación de Raheem Sterling, extremo del Manchester City. Desde el área deportiva han hecho varios acercamientos y por el momento parece complicado porque el jugador pide mucho dinero y la tesorería está como está, aunque desde Inglaterra verían con buenos ojos la operación. El otro que interesa es Dani Olmo, internacional con España y titular con el Leipzig, extremo interesado en venir pero maniatado por el club alemán.
El otro futbolista, aunque a Xavi ya no le preocupa tanto reforzar la posición, es el mediocentro Renato Sanches, del Lille. “Si llega una oferta de un gran club, Renato podrá irse. Veremos qué pasa. Pero por ahora, está con nosotros y está feliz de estar aquí”, señaló hace un tiempo el presidente del Lille Oliver Létang. Oferta de traspaso no habrá, pero se lima la posibilidad de que se dé una cesión.
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