Danjuma, de dormir en un coche a jugar la Champions
El delantero nigeriano del Villarreal emergió de una infancia complicada para dar una estabilidad a su familia a través del fútbol
En la mejor tradición de los extremos forjados en los Países Bajos, a Arnaut Danjuma Adam Groeneveld (Lagos, 1997) le gusta evolucionar a pierna cambiada. Fue así como dejó su primer sello en un campo de fútbol español. Sucedió en el Metropolitano en octubre de 2018, cuando jugaba con el Brujas la Liga de Campeones. Recogió la pelota entre el pico del área y la línea de banda y sin apenas amagos colocó el interior de la bota para que la pelota besase la red junto al palo más lejano, inalcanzable para Jan Oblak. De regr...
En la mejor tradición de los extremos forjados en los Países Bajos, a Arnaut Danjuma Adam Groeneveld (Lagos, 1997) le gusta evolucionar a pierna cambiada. Fue así como dejó su primer sello en un campo de fútbol español. Sucedió en el Metropolitano en octubre de 2018, cuando jugaba con el Brujas la Liga de Campeones. Recogió la pelota entre el pico del área y la línea de banda y sin apenas amagos colocó el interior de la bota para que la pelota besase la red junto al palo más lejano, inalcanzable para Jan Oblak. De regreso esta temporada a la Champions, hoy le aguarda un duelo clave contra el Young Boys para que el Villarreal pueda acercarse a los octavos de final (21.00, Movistar).
Las crónicas narraron aquel fogonazo como un gol de Groeneveld, el apellido paterno. Pero ya entonces en la camiseta llevaba uno de sus nombres de pila, Danjuma, “nacido el viernes” en el idioma de la tierra de su madre, una nigeriana que se casó con un holandés desplazado para trabajar en labores de dragado en el pantanoso estuario de Lagos. El matrimonio se rompió y, con apenas cuatro años, Danjuma llegó a Holanda con una madre que no podía mantener a sus tres hijos. “Comprendí lo que era la vida mucho antes que los otros chicos. Ellos tenían lo que querían mientras mis hermanos y yo dormíamos a veces con mi madre en un coche. Más tarde empezamos a pasar las noches con familias, en casas de acogida”, describe.
Creció en el vivero del PSV Eindhoven, que le liberó cuando tenía 19 años y ni siquiera se había asentado en el equipo reserva. Acabó en el NEC Nimega, donde pasó dos campañas antes de recalar en Brujas. Su talento para el fútbol acudió al rescate para darle estabilidad económica a su familia. Hoy el hermano de Danjuma estudia un máster de biología molecular en Utrecht y su hermana acaba de graduarse en una universidad inglesa. Parte de sus ingresos los destina a financiar la construcción de pozos de agua en Somalia, Níger y Palestina. “Pude darle a mi madre y a mi padre unos buenos sitios donde vivir”, completa el futbolista, al que tras aquel gol al Atlético le empezaron a poner lucrativos contratos sobre la mesa. Recibió una oferta del Milán para salir en el mercado de invierno, pero lo hizo finalmente rumbo a la Premier, en agosto de 2019 al Bournemouth por 18 millones de euros.
Pero de nuevo nada le iba a resultar sencillo. En pretemporada sufrió una fractura por estrés en un pie. Tras recuperarse y jugar una decena de partidos cayó víctima de la misma lesión en el otro pie. Se puso a punto y entonces llegó el confinamiento. Además, poco antes del encierro sufrió un desagradable incidente en el centro de Bournemouth cuando fue arrestado y cacheado por varios policías, que le confundieron con un sospechoso de intento de asesinato. Le acabaron pidiendo disculpas y él no quiso remover más el asunto, pero sí que lanzó una reflexión: “Si eres negro y viajas en un buen coche o llevas buena ropa vendrá la policía y te detendrá. Luego dirán que fue tan sólo un chequeo aleatorio, pero todos sabemos que no es así”.
Cuando la pelota volvió a rodar no pudo evitar que el Bournemouth cayese a la Championship. No fue hasta entonces cuando encontró continuidad. 15 goles y 7 asistencias pusieron a su equipo en el camino de vuelta a la Premier, pero el Brentford los liquidó en la primera eliminatoria del playoff a pesar de que él marcó en los dos partidos. No fue la única decepción en un final de campaña en el que aguardaba una llamada para jugar la Eurocopa que finalmente no llegó. Danjuma, que una semana después del gol a Oblak, se estrenó con la Oranje tras ser convocado por Ronald Koeman, valoraba hace apenas unas semanas la opción de hacer una suerte de camino de vuelta y defender la bandera de Nigeria, pero la lesión de Cody Gakpo, extremo del PSV, propició que Louis Van Gaal le citase para el último partido de la selección contra Gibraltar. En apenas media hora marcó un gol y convenció al veterano técnico, que lo quiere adaptar a la banda derecha. ”Es ahí donde tenemos más necesidades”, justifica.
A Danjuma le gusta evolucionar por la izquierda. Ahí le da cancha Unai Emery, que insistió para que el Villarreal pagase algo más de 23 millones de euros al Bournemouth ya avanzado el mes de agosto. “Aporta profundidad y desborde, diagonales y buenos números anotadores”, explica el entrenador, que le está empleando como delantero por la izquierda, sin apenas responsabilidades defensivas. En ese rol, el jugador responde con cinco goles en la Liga y uno en Champions. “Emery está sacando lo mejor que tengo”, asegura.
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