Vinicius: “Modric me dice que vaya sin balón, que el balón llega”
El brasileño agradece los consejos de correr al espacio del croata, asistente de su segundo gol, y Ancelotti celebra que pise más área
Una de las cosas que ha descubierto Vini Jr. este curso es el vacío, y uno de los atributos que ha incorporado es la confianza para lanzarse a ese vacío cuando a su alrededor se mueven Kroos o Modric, por ejemplo. El salto se aprecia mirando lo que va de aquel gol que le marcó al Barça en el Bernabéu siguiendo las indicaciones del brazo del alemán, al segundo que le metió al Elche en el Martínez Valero persiguiendo un pase del croata.
El gol del clásico, de tan repetido, es ya un meme. Kroos aguanta casi tres segundos parado al lado de la pelota mientras le ...
Una de las cosas que ha descubierto Vini Jr. este curso es el vacío, y uno de los atributos que ha incorporado es la confianza para lanzarse a ese vacío cuando a su alrededor se mueven Kroos o Modric, por ejemplo. El salto se aprecia mirando lo que va de aquel gol que le marcó al Barça en el Bernabéu siguiendo las indicaciones del brazo del alemán, al segundo que le metió al Elche en el Martínez Valero persiguiendo un pase del croata.
El gol del clásico, de tan repetido, es ya un meme. Kroos aguanta casi tres segundos parado al lado de la pelota mientras le marca al brasileño el espacio al que tiene que correr a la espalda de la defensa azulgrana y hacia el área de Ter Stegen. Vini por fin arranca, Piqué se confía y el extremo marca. Era una época en la que el madridista vivía aculado en la banda, esperando la pelota para echar a correr por la línea como sobre un monorraíl.
La jugada de su segundo gol al Elche muestra el descubrimiento reciente de un territorio nuevo, ya sin señas de por medio. Casi cuando Kroos le envía la pelota a Modric, el brasileño se lanza a correr hacia el área, donde se cruza con la asistencia del croata. Allí parece que el primer toque se le va demasiado largo, que el defensa le desequilibra, y cuando la grada, los salones y hasta Kiko Casilla creen que se le ha escapado el balón, Vini alarga la pierna derecha y lo pica con suavidad por encima del portero para anotar el 0-2.
Lo resumió Butragueño, una leyenda de lo inesperado en el área que ahora recorre en traje los palcos de Europa: “La aceleración fue deslumbrante y luego esa sutileza...”, dijo el director de relaciones institucionales del Real Madrid. Aunque Vini señaló lo esencial en otra parte. Cerró la celebración con una especie de reverencia a Modric, y luego lo explicó: “Modric siempre me dice que vaya sin balón, que el balón va a llegar”, dijo después de haber recogido el fruto de fiarse y saltar al vacío si se vive rodeado de pasadores clarividentes.
Aunque la confianza, un equilibrio delicado, necesita viajar en las dos direcciones. Cuando no fluía, el brasileño parecía vivir con la certeza de que lo que él no propiciara no iba a suceder, y remaba y remaba entre marañas de rivales tratando de atravesar el abismo que hay de la banda a la portería. Ahora que ha aprendido al menos los rudimentos de la lengua de Modric, Kroos y Benzema, los ve y lo ven, lo que ha abierto un espacio aún sin límite, como dijo Lucas Vázquez: “Vini se está convirtiendo en un futbolista imparable. No sabemos dónde pude tener el techo”.
Si no el límite, Carlo Ancelotti sí le señaló la senda nada más sentarse de nuevo el primer día en la sala de prensa de Valdebebas: “Vinicius tiene que marcar más...”, dijo. “Necesitamos más goles de los extremos y de los medios. No es solo una cuestión de fichar un delantero de 30 goles”. De momento, el brasileño acumula nueve (siete en la Liga y dos en la Champions) en once partidos, frente a los seis que embocó en toda la temporada pasada. En el campeonato nacional, ha tirado 14 veces entre los tres palos y la mitad ha acertado con la red.
El entrenador italiano, a quien todos los que trabajan cerca del futbolista atribuyen mucho peso en la transformación señaló otro aspecto decisivo en el cambio cuando lo que pareció que hacía era quitarse importancia: “No he hecho nada, sino ponerlo, darle confianza, que obviamente la merece. Pero no soy un mago”, dijo con aparente inocencia en lo que también sonaba a reproche indirecto a su antecesor. A quien sí se refirió de manera directa fue al seleccionador brasileño, Tite, que dejó a Vini fuera de la última convocatoria de la Canarinha, en la que rescató a Coutinho. Pero le mencionó para esquivar el choque por el olvido de un futbolista que está lanzado: “Es una decisión de un amigo, mi gran amigo el entrenador de Brasil”.
Ancelotti mira a lo suyo, y en lo suyo cuenta con un Vini que brilla hasta cuando Benzema se queda en casa. Y señala también ese hallazgo revelador del brasileño: “Se está acostumbrando a jugar un poco más por dentro. Una cosa es jugar uno contra uno en la banda y otra jugar uno contra uno en el área”. Vinicius ha descubierto el vacío.
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