Mireia Belmonte: “No sé quién me entrenará”
La nadadora, cada vez más distanciada de Vergnoux, quiere competir en París 2024
Mireia Belmonte se maneja en la indefinición tres meses después de haber acariciado su quinta medalla olímpica pese a la procelosa preparación que tuvo que llevar a cabo para competir en Tokio 2020. A tres años vista de la próxima cita olímpica, la de París- 2024, la nadadora badalonesa, que cumplirá 31 años dentro de dos semanas, ha confirmado la dificultad de seguir con Fred Vergnoux, ...
Mireia Belmonte se maneja en la indefinición tres meses después de haber acariciado su quinta medalla olímpica pese a la procelosa preparación que tuvo que llevar a cabo para competir en Tokio 2020. A tres años vista de la próxima cita olímpica, la de París- 2024, la nadadora badalonesa, que cumplirá 31 años dentro de dos semanas, ha confirmado la dificultad de seguir con Fred Vergnoux, el entrenador con el que ha cosechado la mayoría de sus grandes éxitos.
“Es un momento un poco raro, porque no sé quién me entrenará y, por ahora, estoy en plan autodidacta para no perder mucho la forma como trabajo previo a cuando me ponga a hacerlo más exhaustivamente con un técnico”, se sinceró este martes durante un acto en la Universidad Católica San Antonio, de Murcia (UCAM), donde cursa estudios.
La nadadora pertenece al CAM de Murcia y se entrena habitualmente en el CAR de Sant Cugat, en Barcelona, donde reside. Aunque todavía no ha tomado una decisión, todo indica que decidirá continuar junto a Olaf Wildeboer, nombrado recientemente responsable técnico del Centro Nacional de la Federación Española en el CAR de Sant Cugat.
Vergnoux, que además de entrenar a Mireia dirigía desde 2013 el grupo de nadadores del CAR de Sant Cugat y era también entrenador de la Federación Española y entrenador jefe de la selección desde 2016, fichó este verano por el CN Metropole de Las Palmas. Desde ese momento, y con la desvinculación de Vergnoux de la federación, se empezó a vislumbrar la ruptura del dúo triunfal que formaba con Belmonte.
La nadadora badalonesa ya había sido campeona de Europa de los 200 estilos en 2008, pero su carrera se afianzó desde que, un año después, empezó a entrenarse con el técnico francés. Ganó tres medallas de oro en los Mundiales en piscina corta en Dubai, en 2010; las medallas de plata en los 200 mariposa y el 800 libre en los Juegos Olímpicos de 2012; en los 200 mariposa y 400 estilos en Barcelona 2013; la de oro en los 200 mariposa en los Juegos de Río en 2016, donde también fue bronce en los 400 estilos; y la medalla de oro en los 200 mariposa del Mundial de 2017 en Hungría, donde obtuvo otras dos de plata, en 400 estilos y en 1.500 libre.
Cuando concluyeron los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que fue la abanderada española y se quedó a 23 centésimas de la medalla de bronce en 400 estilos, se concedió un periodo de descanso. Analizó los problemas físicos que condicionaron su preparación, esencialmente la tendinitis que sufre en los hombros, y que se añadieron a una preparación muy accidentada debido a la covid. “Cuando acabé los Juegos me pude recuperar del hombro y el dolor bajó bastante. Ahora tengo que volver a entrenar poco a poco y que el músculo recuerde cómo se nada”. Gana enteros su objetivo de disputar los que serían sus quintos Juegos, dentro de tres años en París. “Nunca me han faltado ánimo ni fuerzas, pues en eso siempre estoy a tope y no hay problema. Tengo que escuchar a mi cuerpo y ver cómo reacciona. A partir de ahí, tomaré mis decisiones”, concluye.
Solo dos nadadoras españolas han participado en cinco ediciones de los Juegos. María Peláez (Málaga, 1977) lo hizo desde 1992 en Barcelona hasta 2008 en Pekín. Su mejor resultado fue una séptima plaza en el relevo 4×100 en Atenas-2004. Nina Jivanevskaya también compitió en cinco Juegos. Nacida en Samara (Rusia), lo hizo con el Equipo Unificado en 1992, con Rusia en 1996 y con España desde 2000 hasta 2008. Obtuvo las medallas de bronce en el relevo 4×100 en Barcelona 92 y en los 100 espalda en Sidney 2000.
Belmonte ha empezado a planificar su curso académico con los profesores del grado en Publicidad y Relaciones Públicas. La nadadora aprovechó su visita a Murcia para conocer a María, una niña que padece una enfermedad rara y que practica la natación inspirada por ella.
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