Laporta convence con el Espai Barça
La financiación de 1.500 millones deberá pasar un referéndum
La Asamblea de socios compromisarios del Barcelona aprobó la financiación de 1.500 millones para la construcción del Espai Barça. “Debe servir para reflotar la economía del club y para hacer frente a nuestros competidores”, expuso el presidente Joan Laporta. El proyecto, que ahora deberá ser autorizado mediante un referéndum, tendrá un coste de 900 millones para la remodelación del Camp Nou, de 420 para la construcción del nuevo Palau y de 180 para el plan metropolitano, la urbanización y las mejoras...
La Asamblea de socios compromisarios del Barcelona aprobó la financiación de 1.500 millones para la construcción del Espai Barça. “Debe servir para reflotar la economía del club y para hacer frente a nuestros competidores”, expuso el presidente Joan Laporta. El proyecto, que ahora deberá ser autorizado mediante un referéndum, tendrá un coste de 900 millones para la remodelación del Camp Nou, de 420 para la construcción del nuevo Palau y de 180 para el plan metropolitano, la urbanización y las mejoras en el estadio Johan Cruyff. Según Laporta, el préstamo de Goldman Sachs —ya cedió 595 millones para refinanciar el pasivo— no comprometerá el futuro del Barça, endeudado en 1.350 millones. “El club no estará en manos de ningún poder económico, político, gubernamental y de cualquier tipo. No estamos preocupados. Hay un plan y el Espai Barça nos ayudará”, insistió Laporta.
La semana pasada, cuando los cerca de 700 socios compromisarios se comenzaban a impacientar, con el partido del Valencia a punto de comenzar, la junta optó por posponer la votación para la financiación del Espai Barça. Una semana de margen para bajar la tensión, esencialmente para que la explicación del proyecto de financiación se suscriba a Laporta. Convenció el presidente a los compromisarios. Había presentes, sin embargo, menos socios que en la última asamblea: 405 que dieron el sí, respecto de los 21 votos en contra y los seis en blanco. Poca representación en un club con más de 137.000 socios.
Aprobada la financiación del nuevo estadio, la junta de Laporta respiró. De hecho, el siguiente punto conflictivo, la suspensión del artículo 67, que obliga a dimitir a la directiva en caso de acumular dos ejercicios con pérdidas, también contó con el visto bueno de los compromisarios (265 votos a favor, 54 negativos y 18 en blanco). “No somos ajenos al debate y a la inquietud que ha suscitado este punto”, expuso la portavoz Elena Fort. El Barça cerró el último balance con un patrimonio neto negativo de 481 millones, situación que dejaba al club, según su director general, Ferran Reverter, “en quiebra técnica”. “Este artículo no garantiza el control, como se ha demostrado después de haber llegado a este momento. Tenemos avales presentados en LaLiga por valor de 164 millones y nos comprometemos a revisar esta suspensión en cada asamblea”, añadió Fort.
Tampoco tuvo problemas la junta en sacar adelante la venta de Barça Estudios, que se encarga de la creación, producción y comercialización de toda la oferta audiovisual del club. “Nuestro negocio no es hacer películas”, dijo Laporta. La Asamblea discurrió plácida hasta que se planteó la eliminación de la Confederación de Peñas como interlocutor con el club —las quejas fueron numerosas— y sobre la perdida de su condición de compromisarios de los presidentes de las territoriales. El primer punto no fue aprobado por dos votos, así que la reivindicación peñística ganó la partida en la única decisión que perdió la junta, que sí pudo ampliar la duración de los mandatos a cinco años y aumentar el número de directivos a 25.
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