Ansu Fati: “Todavía no he hecho nada”
El extremo del Barcelona, renovado hasta 2027 y con el 10 a la espalda, pide seguir su “camino”
No hace tanto, el Barcelona andaba preocupado por la fuga de talentos que existía en las categorías inferiores, convencidos los chavales por las ofertas deportivas y económicas de la Premier y Bundesliga. “Todos los canteranos son iguales”, explicaban desde el área deportiva a la hora de extender contratos. Pero con el tiempo y con Ilaix Moriba -ahora futbolista del Lepizig porque este verano no quiso renovar de azulgrana por más que Koeman...
No hace tanto, el Barcelona andaba preocupado por la fuga de talentos que existía en las categorías inferiores, convencidos los chavales por las ofertas deportivas y económicas de la Premier y Bundesliga. “Todos los canteranos son iguales”, explicaban desde el área deportiva a la hora de extender contratos. Pero con el tiempo y con Ilaix Moriba -ahora futbolista del Lepizig porque este verano no quiso renovar de azulgrana por más que Koeman contara con él- y Ansu Fati (Bisáu, Guinea-Bisáu; 18 años), la frase perdió valor. A Moriba le hicieron una oferta de dos millones y a Ansu de poco más de uno, además de la promesa de que les catapultarían al primer equipo. Ansu respondió rápido, extremo que se ha ganado al Camp Nou por su verticalidad y olfato, también por su capacidad para aguantar la presión al punto de que no le pesa el 10 que hace tan solo unos meses llevaba Messi. Un matrimonio que ha vuelto a darse el sí porque el jugador ha renovado hasta 2027 y el club le ha puesto una cláusula prohibitiva de rescisión de 1.000 millones, además de subirle considerablemente el salario. “Agradecer al club la confianza y la oportunidad seguir unos años más porque mi sueño siempre ha sido triunfar aquí. Trabajaré cada día más para mejorar para darle al club lo que necesita de mí”, resolvió Fati en el acto de la prolongación de su contrato azulgrana; “le dije a mi agente [Jorge Mendes] que mi prioridad era quedarme aunque hubiera ofertas porque quiero triunfar. Me siento muy querido y es lo que más valoro”.
Fichado a los 10 años para La Masia del equipo sevillano Peloteros Sur, Ansu llegó junto a su hermano Braima. Tiempo más tarde -tras sufrir una rotura de peroné e incluso la sanción FIFA impuesta al Barça por irregularidades en los contratos de menores-, a Ernesto Valverde le bastó con verle en un entrenamiento. Así, le hizo debutar en 2019 ante el Betis, cuando el extremo apenas contaba con 16 años. Reacio a tirar piropos individuales, sin embargo, el entonces técnico del Barcelona expresó: “Ansu tiene mucho desparpajo, velocidad, encara bien y corre muy bien al espacio. Es el jugador más joven que he hecho debutar [récord de precocidad con 16 años y 304 días], pero si no miramos la edad de los mayores tampoco lo haremos con la suya. Nos ha sorprendido a todos. Ya veremos qué pasa”. Y pasó una eclosión superlativa, solo cortada en el curso anterior por una rotura de la rodilla izquierda que le llevó a maltraer, 10 meses parado y tres intervenciones quirúrgicas.
“Está olvidada”, reveló Ansu; “ahora noto más cansancio en las piernas porque en la rodilla no tengo ninguna molestia”. Y añadió: “Nunca tuve la duda de que volvería a jugar. La esperanza era lo último que iba a perder. Además, pasé por algo similar hace años [rotura peroné] y me decía que si entonces pude ahora también podría. El tiempo lo cura todo y estaba muy motivado por volver. Sabía que lo iba a conseguir”.
Acompañado del presidente Joan Laporta, el vicepresidente deportivo Rafael Yuste y el director deportivo Mateu Alemany, Ansu vio un vídeo donde se resaltaban a las estrellas recientes del club (Xavi, Iniesta, Puyol, Piqué…) antes de hablar. “Está muy chulo”, le susurró al presidente. “Todavía no he hecho nada y tengo que seguir mi camino para ojalá algún día hacer lo que hicieron ellos”, añadió, ya en público. Pero lleva el 10 que hace apenas unos meses usaba Messi. “Nadie va a ser como Leo ni le va a igualar, yo tengo que seguir mi camino”, apuntó; “pero no es una presión sino motivación que me hace seguir mejorando cada día”. Laporta tomó la palabra: “No podemos crearle presión. Debemos ayudarle. Es una esperanza pero también una realidad. Cuando chuta siempre marca, tiene un don. Pero todo se tiene que confirmar para desarrollar ese talento especial. Tiene un talento futbolístico superlativo y está llamado a conseguir la gloria”.
Ahora, después de ser suplente ante el Dinamo, llegará más fresco para el Clásico ante el Madrid. “Es nuestro gran rival. Hay que estar preparado para los grandes partidos y estoy tranquilo porque daremos todo para llevarnos la victoria. No hay favorito y jugamos en casa que es un factor a nuestro favor y vamos a conseguir llevarnos la victoria”.
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