Otro gatillazo del Barcelona, ahora contra el Cádiz

Koeman no encuentra solución a la falta de intención y pegada, por lo que firma las tablas ante el equipo de Cervera

Luuk de Jong, ante Haroyan.MARCELO DEL POZO (Reuters)

El Barça no tiene remedio. Se queja Koeman de que no tiene extremos que abran el campo y tengan desborde además de dar profundidad, sobre todo porque Dembélé y Ansu Fati están en la rebotica. Ocurre, sin embargo, que el holandés no encuentra la solución, siempre creando un embudo en la delantera como ocurrió de nuevo en el Nuevo Mirandilla. Otro empate del equipo azulgrana, que se pierde por la tabla al tiempo que los rivales se distancian.

Con las diagonales de Demir y Memphis, ocupando el lugar de Luuk de Jong, a...

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El Barça no tiene remedio. Se queja Koeman de que no tiene extremos que abran el campo y tengan desborde además de dar profundidad, sobre todo porque Dembélé y Ansu Fati están en la rebotica. Ocurre, sin embargo, que el holandés no encuentra la solución, siempre creando un embudo en la delantera como ocurrió de nuevo en el Nuevo Mirandilla. Otro empate del equipo azulgrana, que se pierde por la tabla al tiempo que los rivales se distancian.

Con las diagonales de Demir y Memphis, ocupando el lugar de Luuk de Jong, al equipo le costó horrores encontrar la vía hacia el gol. Tanto fue así que en el primer acto solo firmó un disparo a puerta. Lo hizo Memphis y el chut, raso y centrado, acabó en las manos de Ledesma sin apuro alguno. Es recurrente el gatillazo de este Barcelona en el remate, equipo que toca bien el balón pero que se queda sin ideas ni ingenio en los metros finales. Tampoco tenía réplica el Cádiz, que se abrigaba en su área para salir en contras que acababan en agua de borrajas.

Pretendía Koeman agitar el duelo desde el banquillo pero los planes se fueron al traste con la expulsión de Frenkie de Jong, que vio la doble cartulina amarilla por un manotazo y por pisar a un rival después de tocar el balón. Mazazo para el Barça y oxígeno para el Cádiz, que casi logra avanzarse después de una pérdida de Riqui Puig y un disparo de Salvi que Ter Stegen evitó a tiempo. Y poco más dejó el encuentro, acaso que el Barça, como recuerda Koeman cuando puede, ya no es lo que era. Y por el momento no encuentra la receta.




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