La imponente llegada de Carlos Soler
El interior del Valencia, que ya estuvo a punto de ser reclutado para la Eurocopa, irrumpe en la selección en plan estelar y se gana la confianza de Luis Enrique
Si hubo alguna noticia positiva de la derrota de España ante Suecia fue la irrupción de Carlos Soler. No solo hizo el gol, fue el mejor de los centrocampistas alineados por Luis Enrique. El traspié terminó por soterrar el estreno del fino volante valencianista, de 24 años. La actuación convenció tanto al seleccionador español que volvió a concede...
Si hubo alguna noticia positiva de la derrota de España ante Suecia fue la irrupción de Carlos Soler. No solo hizo el gol, fue el mejor de los centrocampistas alineados por Luis Enrique. El traspié terminó por soterrar el estreno del fino volante valencianista, de 24 años. La actuación convenció tanto al seleccionador español que volvió a concederle la titularidad el domingo ante Georgia. En el Nuevo Vivero de Badajoz, Soler desplegó toda su finura. Siempre con la cabeza erguida, se desempeñó como los interiores de toda la vida. Desde el arranque, hizo honores al dorsal 10 que le han entregado en la selección y luce en Mestalla. Sus pases descubrieron los pasillos por los que empezar a desmontar el planteamiento defensivo de los georgianos.
Con Gayá y Sarabia, Soler montó por la izquierda el triángulo que tanta importancia tiene en el plan ofensivo de Luis Enrique. Otro gol, atacando el espacio desde la segunda línea, como en el Friends Arena, terminó por rendir al seleccionador en la sala de prensa del estadio pacense. “Empezó la temporada a un nivel muy alto, le venimos siguiendo desde hace tiempo. Es un mediocampista que tiene muy buen trato de balón, que sabe dar pases superando líneas y con buena llegada”, le elogió Luis Enrique al término del encuentro contra Georgia (4-0). Dos goles y una adaptación inmediata a las exigencias del seleccionador han sido su carta de presentación en sus dos partidos como internacional absoluto. “Ha empezado la temporada en una forma increíble, no solo porque está metiendo goles, sino por la personalidad que está demostrando. En la selección nos está ayudando mucho, se ha adaptado muy bien y es raro porque lleva poco tiempo. Se le ve jugar con una naturalidad increíble. Después de unos años duros, está disfrutando”, dice su compañero Gayá.
La posición de interior es de las más agitadas por el seleccionador en sus dos etapas. Por ahí han pasado Canales, Parejo, Saúl, Isco, Fabián, Thiago, Ceballos y hasta Dani Olmo. En la Eurocopa se asentaron Pedri y Koke, pero la búsqueda de Luis Enrique es continúa en una posición en la que es muy exigente. “Es la posición más difícil y en la que más hay que trabajar en ataque y en defensa. Los dos interiores son principalmente los que se encargan de taponar a los jugadores rivales de más creación. Deben estar atentos a los jugadores que dejan libres los delanteros para hacer el salto a la presión. A partir de ahí, nosotros intentamos recuperar el balón en campo contrario; una vez que recuperamos, tienen que tener capacidad más que de sobra para filtrar pases, conducción para llegar y chutar”, suele explicar Luis Enrique, que en Badajoz también señaló que “Soler tiene buen chut, ejecuta las faltas y lanza penaltis”. En el entorno del jugador relatan que el golpeo de balón en las categorías inferiores del Valencia le valió para ser utilizado como un especialista. En los torneos en los que se permitía hacer cambios como en el balonmano entraba al campo para lanzar las faltas y volvía al banquillo.
En esta última lista, hubo dos bajas significativas respecto a la Eurocopa. Thiago y Fabián Ruiz, dos interiores habituales en las convocatorias del preparador asturiano, quedaron fuera por decisión técnica. Proclive a mover el árbol cuando detecta que una posición es mejorable, el seleccionador incluyó en la citación a Soler. El seguimiento al que hizo referencia el domingo estuvo a punto de concretarse con una llamada a finales del pasado mes de mayo. Por ello, en la federación, el llamamiento del interior valencianista no causó sorpresa. Soler estuvo a punto de ser convocado para la Eurocopa. Hasta el último momento, Luis Enrique dudó entre Fabián o el valencianista. Al final, se decantó por el volante del Nápoles.
La inclusión de Soler en la burbuja paralela de jugadores que tuvo que montar la federación cuando en los días previos a la Eurocopa saltó el positivo por covid-19 de Busquets fue otra señal de lo cerca que estuvo de ser incluido la lista para el Europeo. En la semana que estuvo ejercitándose, Soler fue uno de los que más llenó el ojo del seleccionador. “Esto evoluciona y la gente ha de estar despierta, del Europeo unos salen reforzados y otros debilitados. Me equivoco mucho, pero solo hay 24, e invito a todos a que me hagan rectificar”, advirtió Luis Enrique el día que dio a conocer la lista tras ser cuestionado por las ausencias que no tenían que ver con los descansos concedidos a Pedri, Pau Torres, Dani Olmo y Oyarzabal por su participación en los Juegos Olímpicos.
En la explosión de Soler que le ha llevado hasta la internacionalidad absoluta, Voro, hombre para todo en el Valencia, ha sido clave. Su gran final de temporada respondió a la confianza de un entrenador que le conoce desde que era un niño. Le mandó a su posición natural, la de interior, y le devolvió la alegría por el juego y por jugar. Tanto que nada más aterrizar de Tokio fue a hacerse un test del tipo PCR para entrenar esa misma mañana con su club. “Se le nota que está rodado y que no ha parado, está en un pico de forma por encima de la media a estas alturas de temporada”, concluyen en la federación.
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