Jon Rahm, un número uno de plata
El golfista vasco termina segundo en la FedEx Cup, que corona a Cantlay como el mejor del circuito americano
Hasta el último golpe del último hoyo, en el último torneo de la temporada en el circuito estadounidense. Solo cuando entra la última bola, cuando el norteamericano Patrick Cantlay emboca, admite Jon Rahm que no hoy no va a ganar. En un duelo entre colosos, el golfista vasco acabó ayer segundo en el Tour Championship, el cierre de la FedEx Cup, la carrera por definir al mejor jugador de la temporada en la élite del PGA Tour, con 20 bajo par por los -21 de Cantlay. Fue una lucha de cuatro días, de poder a poder, solo ...
Hasta el último golpe del último hoyo, en el último torneo de la temporada en el circuito estadounidense. Solo cuando entra la última bola, cuando el norteamericano Patrick Cantlay emboca, admite Jon Rahm que no hoy no va a ganar. En un duelo entre colosos, el golfista vasco acabó ayer segundo en el Tour Championship, el cierre de la FedEx Cup, la carrera por definir al mejor jugador de la temporada en la élite del PGA Tour, con 20 bajo par por los -21 de Cantlay. Fue una lucha de cuatro días, de poder a poder, solo resuelta por un golpe, apenas los milímetros que separan un birdie de un par. Pero esa es una diferencia que en el golf puede serlo todo. La distancia entre ser primero o segundo. De ganar el mayor cheque en la historia del deporte, 15 millones de dólares para Cantlay, a ingresar el segundo premio, los cinco millones de dólares con los que vuelve Rahm.
El partido llegó al último hoyo, el par cinco del campo de East Lake, en Atlanta, con todo por decidirse todavía. Cantlay había gobernado el torneo con hasta cuatro golpes de ventaja durante algunos tramos, pero la resistencia a la derrota de Rahm es digna del número uno de la clasificación mundial que luce desde hace semanas. No hay en el circuito un jugador con la regularidad del hombretón de Barrika. Pasan los torneos, llegan los domingos, y el español casi siempre está en la pelea. De 22 campeonatos disputados esta temporada en el circuito americano, Rahm ha acabado en 15 de ellos entre los 10 primeros clasificados. El broche de oro de su victoria en el US Open, su primer grande a los 26 años, le ha aupado hasta el número uno del mundo. “Es el mejor sin discusión, sin ninguna duda”, se ha rendido a él Rory McIlroy, uno de los ilustres.
Como el mejor colofón a su duelo, Rahm buscó incluso el albatros y luego el eagle en ese hoyo 18, pero debió conformarse con un birdie que no fue suficiente porque Cantlay calcó el resultado y mantuvo así su ventaja para ganar la FedEx y un premio de muchos quilates. El apretón de manos y las palabras que se dedicaron al final de la pelea simbolizaron una noble pugna entre dos fenómenos del golf, un excelente pateador como Cantlay, y un completísimo golfista como Rahm, ahora en el mejor momento de su carrera deportiva.
El vasco cierra en lo alto un curso extrañísimo en el circuito americano, salpicado de imprevistos y de cambios de planes a última hora. Ya acudió al Masters de Augusta justo después de ser padre por primera vez, apenas sin entrenamiento, y lo bordó con un quinto puesto. Fue octavo en el PGA. En el Memorial Tournament, el torneo de Jack Nicklaus, tuvo que abandonar después de la tercera jornada por haber dado positivo. Se recuperó justo a tiempo para el US Open, e hizo historia como el primer ganador español del abierto estadounidense. Y, lleno de confianza después de ser tercero en el Open Británico, encaraba los Juegos de Tokio como el gran favorito. De nuevo un positivo le apartó de la competición, condenándole a un descanso obligado que ha explotado en este final de curso.
Y no acaba una temporada en el circuito americano y en breve, apenas una semana de descanso en el calendario, ya comienza otra. El negocio no puede pararse, aunque en el calendario de Jon Rahm asoman citas más sentimentales. Primero, del 24 al 26 de septiembre en Wisconsin (Estados Unidos), la Copa Ryder que el golfista vasco descubrió con pasión en 2018. Entonces era un novato en París que se frustró rabioso porque perdía los primeros puntos, y que acabó tocando el cielo cuando derrotó en su duelo individual al mito, Tiger Woods, y con su granito de arena Europa doblegó a Estados Unidos; hoy es el mascarón de proa del viejo continente, el número uno del mundo, de aprendiz a líder. Y, convertido en una gran estrella en el planeta, volará poco después para una doble cita en España: el Open nacional en el Club de Campo Villa de Madrid (del 7 al 10 de octubre) y de ahí al Masters de Valderrama (del 14 al 17).
Clasificación completa del Tour Championship.
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