La “farsa” de Spa avergüenza a la F-1
Los equipos se comprometen a revisar el reglamento para evitar otro espanto como el de Bélgica, con la carrera reducida a dos vueltas
El esperpéntico Gran Premio de Bélgica de F-1 de este pasado fin de semana pasará a la historia como uno de los episodios más extraños de la historia de un certamen que promueve campañas de concienciación, y que después, en jornadas como la de este domingo, sufre un deterioro serio de su imagen. El aguacero que cayó incesantemente sobre Spa Francorchamps dificultó mucho la gestión de la situación por parte del grupo de trabajo de Michael Masi, el Director...
El esperpéntico Gran Premio de Bélgica de F-1 de este pasado fin de semana pasará a la historia como uno de los episodios más extraños de la historia de un certamen que promueve campañas de concienciación, y que después, en jornadas como la de este domingo, sufre un deterioro serio de su imagen. El aguacero que cayó incesantemente sobre Spa Francorchamps dificultó mucho la gestión de la situación por parte del grupo de trabajo de Michael Masi, el Director de Carrera. A pesar de ello, el plan que se articuló para no dar el evento por cancelado y así tener que hacer frente a las compensaciones económicas derivadas de ello ha recibido muchas críticas tanto desde dentro como desde fuera del campeonato. Que después de más de tres horas de continuos aplazamientos, con la multitud de aficionados empapados bajo la lluvia, la organización diera por buenas las dos vueltas y media que los monoplazas dieron en caravana detrás del coche de seguridad, y así repartir la mitad de los puntos y salvar la carrera, provocó no solo la ira de la hinchada, sino también el reconocimiento de una sensación de vergüenza por parte de los pilotos.
El lío fue de tal calibre que incluso este lunes, ya de camino a Zandvoort (Holanda), donde se disputa el domingo la próxima carrera, muchos todavía se preguntaban si la decisión de otorgar la mitad de puntos entró dentro de los márgenes de la normativa, que en su apartado 6.5 estipula: Si una carrera se suspende y no se puede reanudar, no se otorgarán puntos si el líder ha completado dos vueltas o menos y se otorgarán la mitad si el líder ha completado más de dos vueltas pero menos del 75% de la distancia total de la prueba. En Bélgica, las banderas rojas ondearon en el tercer giro. En este caso se debe revisar el artículo 51.14, que es el que remata un domingo de locura, porque pone en duda la legitimidad de los puntos otorgados: Si la carrera no se puede reanudar, se tomarán como resultados aquellos recogidos en la penúltima vuelta antes de la señal de cancelación (bandera roja).
La mayoría de pilotos coincidió en catalogar de acertada la suspensión argumentando problemas graves de visibilidad. El único que dijo considerar aceptable correr fue Max Verstappen, que debía arrancar desde la ‘pole’ y, por consiguiente, sin ningún coche que le lanzara agua a la cara. Sin embargo, el accidente que Lando Norris sufrió el sábado, durante la cronometrada, y varios precedentes más llevaron a Masi a adoptar una postura conservadora. Aquello que indignó a los corredores fue que se diera por celebrado el gran premio, por más que se otorgara solo la mitad del botín. De hecho, los responsables de las escuderías se reunirán próximamente con los de Liberty Media, el promotor del campeonato, para retocar el reglamento y evitar que un bochorno así pueda repetirse. “No creo que nadie pueda llamar a esto una carrera, de modo que trabajaremos para evitar que algo así vuelva a suceder”, prometió Zak Brown, director general de McLaren.
“Fue una farsa, y las únicas personas que salieron perdiendo fueron los aficionados, que pagaron mucho dinero por vernos correr”, denunció Hamilton a través de su cuenta de Instagram. “Cuando la cámara enfocaba a las gradas se me partía el corazón”, soltó Fernando Alonso. “Al fin y al cabo he ganado, pero no de la forma en la que quiero hacerlo”, resumió Max Verstappen.
“No hay una decisión comercial detrás de la decisión tomada”, se defendió Stefano Domenicalli, mandamás de Liberty. “El deseo siempre fue el de correr. Estuvimos siguiendo toda la información al detalle, y se generó una ventana de buen tiempo para poder hacerlo. Pero cuando la carrera se reanudó, los comentarios al respecto fueron muy claros, y coincidieron con otro parte mucho peor”, añadió el italiano, que confirmó la imposibilidad de trasladar la cita al lunes, “por razones logísticas”, al tener que mover todo el tinglado del ‘paddock’ hasta Holanda sin perder tiempo.
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