Una Liga para el Barça más luminoso

Los azulgrana devastan a un aletargado Real Madrid (92-73) con un juego exuberante y un Mirotic de nuevo a su mejor nivel y logran el título que no ganaban desde 2014

Los jugadores y el cuerpo técnico del Barcelona celebran la Liga ACB.Enric Fontcuberta (EFE)
Barcelona -

El Barça volvió a lo grande a la senda triunfal después de un largo y tortuoso viaje de siete años. Vuelve a reinar en la Liga y el Palau Blaugrana, pese a la limitación de público, festejó por todo lo alto la exhibición de su equipo ante el Real Madrid. Cuando se perdía ya en la memoria de los barcelonistas el inesperado triple del polaco Maciej Lampe con el que cazó aquel título en 2014 ante el Real Madrid, el Barça regresó al tr...

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El Barça volvió a lo grande a la senda triunfal después de un largo y tortuoso viaje de siete años. Vuelve a reinar en la Liga y el Palau Blaugrana, pese a la limitación de público, festejó por todo lo alto la exhibición de su equipo ante el Real Madrid. Cuando se perdía ya en la memoria de los barcelonistas el inesperado triple del polaco Maciej Lampe con el que cazó aquel título en 2014 ante el Real Madrid, el Barça regresó al trono en el mismo escenario y frente al mismo rival.

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El Barça enfiló hacia el título con una determinación mortífera para un Madrid aletargado. Mirotic se liberó del lastre de las discretas actuaciones que le habían situado en el ojo del huracán y desarboló a Garuba y a la defensa del Madrid. Fue su mejor partido de la temporada. Concluyó con 27 puntos y cinco rebotes. Davies por dentro y Calathes por fuera rompieron la defensa de un rival que a su vez no daba una en ataque. Tavares era el único que alimentaba de vez en cuando el marcador de su equipo. Apenas había empezado el partido, y todo eran problemas para Laso, desesperado porque su equipo perdía por 16-5 y ni siquiera había cometido una falta a pesar de las canastas obtenidas por el Barça pegado al aro.

El entrenador del Madrid recurrió a una defensa en zona y en ocasiones con emparejamientos atípicos como los de Tyus sobre Calathes o Garuba sobre Bolmaro. Intentaba romper el motor del juego azulgrana. Abortar la facilidad con la que alimentaban a los ejecutores. No hubo manera, porque Pau Gasol volvió a ser tan implacable como lo ha venido siendo durante todos los playoffs. Esta vez jugó casi 20 minutos y concluyó con 11 puntos, seis rebotes y dos asistencias. Desequilibra al rival y le da pólvora a su equipo. Calathes también se animó y Kuric aportó su infalibilidad en el tiro. El juego azulgrana se deslizaba, engrasado y constante. La ventaja se amplió a 20 puntos (48-28) a un paso para el descanso.

El recuento del Madrid era desolador. Perdía en el marcador, en el rebote, en la eficacia, en la gestión del partido. No encontraba a Llull y Rudy, muy poco a Carroll y Causeur. Le quedaba media parte para levantar 18 puntos. Una quimera.

Mirotic seguía desbordando a Tyus. Pero el estadounidense logró devolverle la moneda aunque fuera fugazmente en ataque. La energía de Alocén, Abalde y Garuba mejoraron el ataque del Madrid. Llegó a situarse a 13 puntos (66-53). La reacción del Barça fue fulminante, con dos acciones deslumbrantes de Pau Gasol, un triple y una penetración a toda pastilla, además de otro triple de Kuric. Volvieron los 22 puntos de diferencia para finalizar el tercer cuarto (77-55). Los amplió a 25 (87-62) a falta de cinco minutos para el final. La suerte estaba echada. Partido y final para el Barça.

Hubo tiempo para homenajear a Pau Gasol. Jasikevicius lo relevó cuando faltaban tres minutos y se abrazó a él, mientras los mil espectadores celebraban la posible despedida del Barça del ídolo del baloncesto español.

Piezas maestras

Siete años de la última Liga azulgrana y en el caso de Pau Gasol 20 años después de que conquistara el baloncesto español ganando la Copa en Málaga y la Liga en el Pabellón Raimundo Saporta, cómo no, ante el Real Madrid. Después triunfó en la NBA y a sus 40 años y tras dos lesionado, regresó en abril al Barça para ganar de nuevo la Liga y seguir alimentando la leyenda.

El Barça demostró que es el equipo de bandera que generó la estupefacción general a medida que reunía piezas maestras durante los dos últimos años. Mirotic llegó con la intención de marcar una época; Pau Gasol quería seguir jugando y siendo especial a los 40; Jasikevicius, demostrar su capacidad para dirigir al máximo nivel; Calathes seguir ganando títulos tras su etapa en el Panathinaikos. “Vaya festival”, tuiteó Sergio Llull el día que el Barça redondeó la plantilla con el fichaje del base griego. El camino de los azulgrana, sin embargo, fue más tortuoso de lo que se presumía. Tardaron en coger la onda. En octubre perdieron la Supercopa ante el Madrid y hasta la Lliga Catalana ante el Andorra poco antes. Se sucedían las broncas de Jasikevicius, que perdió la confianza en un jugador importante, el base Heurtel, al que el club despidió de mala manera en enero.

El título de Copa en febrero, la buena marcha en la Euroliga y la llegada de Pau Gasol encarrilaron la temporada. Pero los apuros ante el Zenit en la serie de cuartos europeos, la derrota en la final ante el Anadolu Efes y el bajón en el rendimiento de Mirotic cargaron el proyecto de inestabilidad. El Barça era tan capaz de ganar como de perder anotando 63 puntos ante el Joventut y deslumbrar anotando 112 puntos, como perder dos días después en Tenerife a quedándose en 68. En la final ante el Real Madrid, en cambio, se mostró rotundo, implacable y luminoso.

Barça, 92; Real Madrid, 73

Barça: Calathes (15), Higgins (4), Hanga (2), Mirotic (27), Davies (6) –equipo inicial-; Westermann (0), Bolmaro (3), Smits (6), Pau Gasol (11), Oriola (0), Abrines (6) y Kuric (12).

Real Madrid: Alocén (11) Abalde (15), Taylor (5), Garuba (4), Tavares (12) –equipo inicial-; Causeur (6), Rudy Fernández (0), Tyus (9), Vukcevic (1), Poirier (4), Carroll (6) y Llull (0).

Parciales: 26-15, 22-15, 29-25 y 15-18.

Árbitros: Conde, Pérez y Castillo.

Palau Blaugrana. 1.000 espectadores. Aforo limitado.

Pau Gasol: “Han sido años duros, toca plantearse el futuro”

“Me siento aliviado”, resopló Jasikevicius. En su etapa como jugador azulgrana, el lituano ganó un doblete en su primera temporada. Ahora, como entrenador, Saras debuta con otro doblete de Liga y Copa que el Barça no conseguía desde 2011. “Hemos sufrido mucho”, completó Saras antes de acordarse de Pau Gasol. “Lástima no haber podido ganar la Copa de Europa por él. Pero mira cómo está jugando. Igual descansa dos semanitas y se lo piensa”, remató sobre los planes del pívot. “Veremos. Toca plantearse el futuro”, dijo Pau Gasol. “Estoy muy emocionado. Han sido años duros, con muchas dudas y a base de querer y trabajar puedo vivir esto. Vivir un momento así con casi 41 años y poco después de haber sido ser padre es algo muy especial. Doy las gracias al club por creer en mí cuando no muchos lo hicieron”.


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