Fabio Quartararo no perdona y suma la quinta ‘pole’ en el GP de Cataluña

El líder de MotoGP sella el mejor tiempo en Montmeló por delante de Miller, de cuya rueda quiso aprovecharse Márquez sin éxito: saldrá 13º

Jack Miller y Fabio Quartararo, segundo y primer clasificados para la carrera de MotoGP.ALBERT GEA (Reuters)

Fue otro día más en la oficina para Fabio Quartararo. Otro sábado de vuelta rápida y récord. De levantar el pulgar y, esta vez sí, saludar al público, estratégicamente distribuido por las gradas del Circuit de Barcelona-Catalunya (20% de ocupación: un máximo de 24.000 personas por día), el primero en el que se escuchan vítores y aplausos en un año y medio marcado por la pandemia de covid.

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Fue otro día más en la oficina para Fabio Quartararo. Otro sábado de vuelta rápida y récord. De levantar el pulgar y, esta vez sí, saludar al público, estratégicamente distribuido por las gradas del Circuit de Barcelona-Catalunya (20% de ocupación: un máximo de 24.000 personas por día), el primero en el que se escuchan vítores y aplausos en un año y medio marcado por la pandemia de covid.

Fue otra jornada brillante para el francés, el líder de MotoGP, que sumó con la de este sábado su quinta pole position consecutiva y formará primero en la parrilla de este domingo del GP de Cataluña (la carrera, a las 13.00, en DAZN y Movistar MotoGP). No hay en la parrilla piloto capaz de seguir su estela en una vuelta lanzada. La última la hizo en 1m38,853s. Parece igualmente difícil mantener su ritmo en carrera. Y así, con semejante panorama, no extraña que se negocien alianzas. “Junto con Miller, tendremos que intentar frenar a Fabio en las primeras”, decía Johann Zarco, piloto de Pramac Ducati, que saldrá tercero, junto al australiano de Ducati, consciente de la superioridad del de Yamaha.

No le importa a Miller hacer trabajo en equipo, como se vio durante la Q1, prueba que no solo superó con maestría, sino que se ofreció para ayudar a un todavía renqueante Marc Márquez, que se pegó a su rueda en busca de las décimas de segundo que le separaban de la Q2. Fue una rueda consentida la de este sábado, no como en Mugello, donde provocó el enfado de Viñales. Aquel día, la pillería le valió la pena. Pues logró el pase a la Q2 y una 11ª posición final. En Montmeló, la jugada no le salió tan bien. Porque en la estrategia se coló un tercero, su compañero de equipo Pol Espargaró, que acabó dejándolo en tercer lugar y clasificándose él para la sesión final en pelea por la pole, donde no pudo mejorar más: saldrá 12º, junto a Rossi y Mir, 10º.

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Así las cosas, Márquez saldrá 13º. La diferencia no es tan grande. Su cuerpo todavía no está listo para pilotar como la cabeza le pide, para dejarse llevar como le dicta la memoria. Tiene que readaptar de vez en cuando la posición del brazo derecho –ese que se ha sometido a tres operaciones en el húmero– en plena curva. Se siente cansado y sin defensas por el efecto de los antibióticos que todavía está tomando. Y tampoco tiene la sensibilidad necesaria ni para llevar al límite a la Honda, ni para pedir cambios de piezas o de reglajes. “Es duro, pero hay que aceptarlo”, decía este jueves. Ha asumido que este es un año de transición. Aunque sigue intentándolo. Y no importa quién le ceda la rueda, ni si lo hace más o menos a gusto. Necesita una ayuda y la toma prestada cada sábado.

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