Zidane, sobre su futuro: “Hablaré con el club con calma, no ganamos nada”
El entrenador del Real Madrid, con un año todavía de contrato, sigue sin despejar la duda de su continuidad y felicita a sus jugadores
Durante meses, Zinedine Zidane evitó manifestarse sobre su futuro apelando hasta el infinito a la muletilla de que quedaban muchas cosas en juego y que ya se vería. Así que, terminado el duelo contra el Villarreal y la Liga evaporada del todo, automáticamente se abrió el periodo de saber qué será del técnico francés. Pero todavía no. La decisión, o su comunicación, tendrá que esperar. “Con calma hablaré con el club. No aho...
Durante meses, Zinedine Zidane evitó manifestarse sobre su futuro apelando hasta el infinito a la muletilla de que quedaban muchas cosas en juego y que ya se vería. Así que, terminado el duelo contra el Villarreal y la Liga evaporada del todo, automáticamente se abrió el periodo de saber qué será del técnico francés. Pero todavía no. La decisión, o su comunicación, tendrá que esperar. “Con calma hablaré con el club. No ahora, más adelante. Hoy es un día para felicitar a los jugadores, que lo dieron todo. Lo más importante no soy yo aquí, sino ellos”, afirmó el técnico francés, que rehuyó en la medida de lo posible la cuestión de su continuidad.
La comparecencia, no muy amplia, resultó monotemática. Todas las preguntaron aludieron a qué iba a hacer a partir de ahora, a si iba a cumplir el año de contrato que le queda, sin embargo, la incógnita siguió en aire y sine dine. “Lo que quieren los futbolistas es ganar y yo soy el responsable de todo eso, tengo la parte que me corresponde. Vamos a valorar esto”, añadió.
Fueron varias las veces en las que el entrenador blanco recordó que el curso había terminado sin títulos. “Sabéis el año que hemos tenido. No hemos ganado nada. Vale, es así. En el Madrid sabemos dónde estamos y lo que tenemos que conseguir. Dentro de poco veremos qué va a pasar. Pero no solo conmigo, sino con todo lo que va a ser el club la próxima temporada. Con tranquilidad y paciencia, vamos hablando”, zanjó sobre la gran duda existencial que recorre al madridismo hace ya unas cuantas semanas.
La casualidad, además, lo volvió a cruzar con el Villarreal. Cuando Zidane se retiró como jugador en 2006, el último partido en casa en Liga del Real Madrid fue ante el equipo amarillo. El mismo rival en el último encuentro en el Bernabéu en el torneo doméstico de 2018 antes de que el francés se marchara del banquillo. Y este 2021, otra vez el duelo final en el campeonato contra el Villarreal con la incertidumbre sobre su destino.
Más allá de estos azares, Zizou se reconoció “jodido” porque se le había escapado la Liga y felicitó al Atlético. “El que está arriba se lo merece. Ha hecho una gran temporada”, apuntó. “Nosotros otra vez ganamos y cumplimos. Hasta el último minuto. No ha sido fácil porque empezamos con dificultades”, reconoció.
A Casemiro, aún en caliente, también le preguntaron por estos asuntos laborales y él, ya viejo zorro, se salió fácil por la tangente. “Eso es para el presi. Esas decisiones no las tomo yo”, despejó.
Sí se detuvo en analizar esta campaña tan accidentada. El medio felicitó “sin excusas” al cuadro de Simeone y subrayó la dureza del trayecto para el Madrid. “Tras más de 60 lesiones y el covid, hemos estado a un partido de la final de la Champions y hasta el final en la Liga. Estamos orgullosos. Hemos tenido muchas lesiones, mucha pelea y mucho trabajo. Ha sido un año difícil para nosotros”, comentó el brasileño. “Siempre hay que cambiar, sobre todo cuando no ganamos títulos, pero hemos hecho cosas bien”.
Casemiro negó que la ansiedad afectara al equipo cuando se vio con 0-1 y con una incapacidad evidente para amenazar la meta de Rulli. “Hay que darse cuenta de que jugábamos contra el finalista de la Europa League. Hemos luchado y hemos hecho muchas cosas bien para ganar”, concluyó el medio, que no negó que estuvieran pendientes de lo que hacía el Atlético en Zorrilla. El tanto inicial del Valladolid agitó el banquillo blanco, con Ramos, Nacho y Marcelo continuamente de pie, incapaces de quedarse quietos. Como en Bilbao hacía una semana, al brasileño lo pillaron las cámaras señalando con los dedos a sus compañeros cómo iba su rival. Los rojiblancos estaban fallando y ellos no podían aprovechar la oportunidad. La angustia fue tremenda durante una hora, hasta que Correa y Luis Suárez sofocaron a los pucelanos y convirtieron el Di Stéfano en un funeral pese a la remontada final de Benzema y Modric.
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