Nadal y Djokovic, aperitivo en Roma

En dirección a Roland Garros, ambos se reencuentran hoy (17.00) en la arena del Foro Itálico, donde el español manda en las finales (3-2) y el número uno defiende su récord en los Masters 1000 (36-35)

Nadal celebra su triunfo contra Opelka en el Foro Itálico de Roma.FILIPPO MONTEFORTE (AFP)
Madrid -

Conforme las rampas se recrudecen, en dirección a ese goloso desafío que supone París y todo lo que allí se cocerá en un futuro cercano, Rafael Nadal incrementa el paso y su tenis gana revoluciones para seguir sacándole brillo a una semana vitamínica que resuelve interrogantes. Con su victoria frente al grandullón Reilly Opelka (doble 6-4, en 1h 32m), el mallorquín atrapa su duodécima final en Roma, donde apunta a...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Conforme las rampas se recrudecen, en dirección a ese goloso desafío que supone París y todo lo que allí se cocerá en un futuro cercano, Rafael Nadal incrementa el paso y su tenis gana revoluciones para seguir sacándole brillo a una semana vitamínica que resuelve interrogantes. Con su victoria frente al grandullón Reilly Opelka (doble 6-4, en 1h 32m), el mallorquín atrapa su duodécima final en Roma, donde apunta a su décimo trofeo, y carga el depósito de confianza antes de sellar la escalera hacia París y afrontar un atractivo reencuentro. Ocurra lo que ocurra este domingo ante Novak Djokovic, dice, aterrizará allí con los deberes bien hechos.

Más información

“De cara a Roland Garros, el trabajo está hecho, así que lo de mañana [por hoy, a las 17.00, #Vamos] no es una preparación para nada. Quiero jugar bien y ser lo más competitivo posible”, advierte el balear, que ha cumplido a rajatabla el guion que le demandaba el duelo con Opelka y departe satisfecho porque su progresión en el Foro Itálico viene a confirmar que las posibles dudas que había dejado en las estaciones previas quedan definitivamente atrás. Es decir, Nadal está a punto, listo para la gran refriega de París (del 30 de mayo al 13 de julio) y lo suficientemente afilado como para responder al envite que le propone Djokovic.

A las nueve y media de la noche, el serbio todavía se bate con Lorenzo Sonego después de la ración matinal contra Stefanos Tsitsipas, al que ha remontado increíblemente (4-6, 7-5 y 7-5) tras la interrupción del día previo por la lluvia. Pero el número uno resiste, aguanta el órdago que le lanza el envalentonado italiano y acaba alcanzando otra vez (6-3, 6-7(5) y 6-2, tras 2h 44m) el episodio definitivo del torneo. Lo dice Nadal: “Roma es especial, uno de los lugares importantes de mi carrera”. Y lo corrobora Nole, que ha elevado cinco trofeos en el Foro Itálico, territorio inspirador para uno y otro, once finales ya para el de Belgrado.

Este resopla, deseando irse ya al hotel –ha invertido 4h 56m para sortear el maratoniano sábado– y comenzar a diseñar la estrategia. No es para menos, pulso mayor a dos semanas del arranque de la cita de París, alicientes por todos lados. No hay tiempo que perder, cada gramo cuenta en un litigio entre él (33 años) y Nadal (34), el más repetido de la historia del tenis. Los libros dicen que el balcánico domina en el global (29-27) y que está en juego el tronío en los Masters 1000, de momento, también a su favor (36-35 y 7-6 en finales); también subrayan que el español manda en la arena romana, donde se adjudicó tres de las cinco finales anteriores.

Djokovic, ayer durante el partido contra Sonego.GUGLIELMO MANGIAPANE (Reuters)

El factor físico puede tener la última palabra en un cruce siempre volcánico, que nació en los cuartos de Roland Garros 2006 y tiene como último precedente el mismo escenario, el pasado mes de octubre por el título. No obstante, Nadal recuerda: “Yo también he tenido una semana durísima, aunque no creo que lo que ocurra hoy pueda tener un impacto mañana. Creo que ambos estamos preparados. Yo también he pasado muchísimas horas de tensión en pista, de mucha carga física y mental, con lo cual también llevo lo mío encima. Tendré que hacer mi mejor partido para tener opciones”.

Aterrizará el balear en la cita con las certezas que le ha aportado una semana de lo más peliaguda, muy constructiva al tener que haber afrontado escollos de todos los colores y condición: desde el emergente Yannik Sinner al bombardeo de Opelka, con la endiablada resistencia de Shapovalov y el huesudo Zverev entre medias. Exámenes tan exigentes como necesarios a la hora de certificar los biorritmos. “El proceso del último mes ha sido positivo”, valora Nadal. “He podido completar mi calendario y he pasado muchas horas en pista. Tengo que ajustar un par de cosas, pero el trabajo está hecho”, repite con el orgullo del deber cumplido.

Mientras, Djokovic ha acabado el día a la carrera con un enredo contra Sonego que demora su acceso a la final, así que abrevia en las respuestas y se sincera: “Honestamente, ahora mismo solo pienso en recuperarme. Hoy he jugado mucho. Si quiero tener alguna oportunidad contra Rafa, lo primero que necesito es descansar. Lorenzo ha demostrado por qué ha alcanzado sus primeras semifinales de un Masters 1000, le felicito. Ojalá pueda tener las piernas frescas. Lo necesitaré mañana”.

“¿LOS JUEGOS? PREFERIRÍA QUE SE ESPERASE UN AÑO MÁS”

Tras deslizar hace unos días que todavía no tiene claro si competirá en los Juegos de Tokio o no, el balear volvió a referirse al asunto. Una encuesta reciente revela que el 80% de los japoneses rechaza la celebración del evento deportivo, y figuras nacionales como Naomi Osaka o Kei Nishikori ya han transmitido que lo más razonable sería posponerlo a 2022, dadas las circunstancias actuales.

“No puedo opinar porque no tengo la información necesaria. Se hará lo que se tenga que hacer, ya se han tomado decisiones para priorizar la seguridad y la salud tanto de los deportistas como de los ciudadanos. Ya se han retrasado un año y supongo que a nivel económico, con todo el tema estructural, un año más de espera sería quizá traumático. Lo que se haga estará bien hecho”, concede Nadal, quien, en todo caso, también es partidario de postergar la cita.

“A nivel romántico, preferiría que se esperara un año más por el hecho de que tal y cómo está evolucionado todo con la vacunación, a un año vista la mayoría de la población mundial estaría inmunizada y se podría tener una vida normal, con unos Juegos a tutiplén, con público y como todos los conocemos. Son la mayor fiesta del deporte, en todos los sentidos, así que sin público sería menos evento”, argumenta.

Puedes seguir a DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Sobre la firma

Más información

Archivado En