El Huesca gana otra final
El equipo del Alcoraz supera a un Athletic indolente con un gol de Sandro que le aleja un poco más del peligro (1-0)
Fue un pequeño paso atrás para el fútbol pero un gran salto para el Huesca, que está a muy poco de seguir una temporada más en Primera. Frente a un Athletic indolente, nada agresivo, y que se atasca contra los equipos de la zona baja de la clasificación de la Liga, para el Huesca era una final, y el Athletic se tomó el partido como si también lo fuera para ellos, es decir, al e...
Fue un pequeño paso atrás para el fútbol pero un gran salto para el Huesca, que está a muy poco de seguir una temporada más en Primera. Frente a un Athletic indolente, nada agresivo, y que se atasca contra los equipos de la zona baja de la clasificación de la Liga, para el Huesca era una final, y el Athletic se tomó el partido como si también lo fuera para ellos, es decir, al estilo de las dos que ¿jugó? en abril.
Sin nada en danza para los bilbaínos, algunos de sus hombres se cogieron vacaciones mentales. Estaban en Ibiza más que en el Alcoraz. Mejor para un Huesca limitado y meritorio, que se trabajó la victoria y la consiguió de la forma más impensada, en un lanzamiento lejano de Sandro que se le escurrió a Unai Simón, que suma un error más a una lista muy larga este año.
Un Athletic arrugado aguantó en pie durante toda la primera parte el tesón del Huesca. Los hombres de Pacheta se multiplicaron durante esos minutos, se hicieron con la pelota y no la cedieron casi nunca, pero tienen un problema: les falta finura. No hay precisión en sus acciones, y a veces el entusiasmo no lo es todo. El empuje de Ferreiro, o la entrega sin límites de Mikel Rico muchas veces no llegan. Trataron los azulgranas de embotellar a un rival con el medio campo desaparecido, aunque su juego se diluía en el borde del área.
A falta de filo, lo intentó Vavro en un saque de falta desde su campo, con intenciones de sorprender a Unai Simón. El remate se estrelló en el larguero; después Seoane disparó desde la frontal y el portero del Athletic respondió estirándose para atrapar la pelota. Sólo inquietó el Athletic en un saque de falta de Ibai que cabeceó Iñigo Martínez, demasiado solo, pero que fue muy centrado a las manos de Álvaro.
Decayó un tanto la pasión oscense en el tramo final de la primera parte, aunque Rafa Mir pudo adelantar a su equipo en un saque de esquina que remató desde muy cerca y que puso a prueba los reflejos del portero internacional rojiblanco, y ya en el descuento, se ofuscó el delantero del Huesca tras un error de Vesga, que perdió la pelota al borde del área y le dejó ante la portería sin nadie alrededor. Disparó con prisas y el remate se fue al limbo de las oportunidades desperdiciadas. Al festival de errores rojiblancos se unía el carrusel de fallos azulgranas, así que el asunto, al menos en el marcador, estuvo equilibrado.
La arenga de Marcelino en el descanso espabiló a los suyos durante unos minutos, pero los bilbaínos olvidaron las consignas enseguida, y el Huesca retomó el entusiasmo. Mikel Rico pudo apuntillar al Athletic en un remate de cabeza desviado por poco y después Ferreiro disparó desviado, en la antesala del gol de Sandro que retrató a Unai Simón.
Los cambios en el Athletic no cambiaron nada, e incluso empeoraron al equipo, pero los del Huesca refrescaron a un equipo que se había dejado hasta la última gota de sudor en el esfuerzo, y pese a que Sancet tuvo una ocasión clarísima para empatar, después de quedarse solo ante Álvaro, y que Unai López disparó desde lejos para la mejor salvada del portero riojano, los de casa aguantaron el tipo, y Pacheta pudo llevarse otra alegría que tal vez salve a su equipo del descenso.
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