Vicente Moreno y el veloz regreso del Espanyol
La gestión del entrenador ha sido clave en el ascenso de un equipo hundido hace un año
Faltaba menos de una semana para el inicio de la campaña que el Espanyol iba a afrontar por quinta ocasión en su historia en Segunda División, y su banquillo todavía estaba vacío. Pero Rufete, el director deportivo del club, tenía claro quién iba a ser el líder del proyecto para devolver al equipo a la élite: Vicente Moreno, el técnico que en su currículo ostentaba tres ascensos, uno con el Nàstic y dos con el Mallorca. “Me tenía que subir a este carro. Quiero estar en ese resurgir del Espanyol, porque haciendo las cosas b...
Faltaba menos de una semana para el inicio de la campaña que el Espanyol iba a afrontar por quinta ocasión en su historia en Segunda División, y su banquillo todavía estaba vacío. Pero Rufete, el director deportivo del club, tenía claro quién iba a ser el líder del proyecto para devolver al equipo a la élite: Vicente Moreno, el técnico que en su currículo ostentaba tres ascensos, uno con el Nàstic y dos con el Mallorca. “Me tenía que subir a este carro. Quiero estar en ese resurgir del Espanyol, porque haciendo las cosas bien hay un potencial enorme”, aseguró Moreno el día de su presentación. El técnico valenciano de 46 años firmó por tres temporadas y envió un mensaje: su futuro no estaba atado a la Segunda.
“La clave principal del ascenso ha sido el entrenador”, subraya el capitán David López; “tenía un papel muy difícil. Éramos un equipo hundido, con una nube gris encima de mucha negatividad”. La pretemporada no fue fácil para Moreno. No solo tenía que inflar la moral del vestuario, sino que ni siquiera sabía con qué jugadores iba a contar. “Tuvimos que hacer una mezcla de futbolistas con experiencia y jóvenes, más la ambición y el trabajo de Vicente. Era una fórmula que iba a funcionar”, explica Rufete. Al director deportivo se le cuestionó la configuración de la plantilla que descendió, pero nadie duda de su mérito al apostar por Moreno y convencer a la vieja guardia de quedarse en Cornellà. “Analizamos y entendimos los errores. No solo había que tener ambición, también era importante ser humildes para regresar a Primera”, sostiene. El Espanyol contaba con una masa salarial de 45,34 millones, la más alta de la categoría, por encima de la del Mallorca (segundo en la clasificación, 19,05), Almería (tercero, 27,58) y Leganés (cuarto, 26,70).
Un dinero que le permitió conservar a su columna vertebral: Diego López (39 años), David López (31), Darder (27), Embarba (29) y Raúl de Tomás (26). “No hay mejor prueba de la confianza que siente el futbolista que cuando entra al campo y le sale todo. Vicente mejoró el nivel de todos los que estaban el año pasado. El caso de Darder fue el más relevante”, cuenta David López. El volante, suplente en los dos primeros partidos, ha sido fundamental en el ascenso. Suma seis goles y tres asistencias. “También fue importante la cantera. Jugadores como Puado, Melamed y Pedrosa. No solo participaron, sino que se consolidaron”, asegura Rufete. Puado ha jugado 33 partidos y suma 11 goles y ocho asistencias; Melamed, 28 encuentros, con cinco dianas y tres pases de gol; Pedrosa, defensa, 28 duelos, un gol y cuatro asistencias.
La cantera
“Nadie esperaba nada de estos chicos y ahí los tienes. Eso también es mérito de Vicente”, insiste David López. El vestuario le reconoce el trato con los canteranos como también su mano para implicar a un jugador difícil como Raúl de Tomás. “El amor con RDT es recíproco”, revela Moreno. Lejos de pasearse por Segunda en una campaña idílica, el Espanyol tuvo que capear las dudas en torno al equipo cuando entre la jornada 22 y la 29, el equipo se bajó del ascenso directo porque solo sumó 10 puntos de los 24 posibles.
”Ahora vamos a ganar todos los partidos”, vaticinó Moreno tras el empate ante el Mirandés en la jornada 29. Desde entonces, el Espanyol ganó siete de los últimos nueve duelos y selló el ascenso ante el Zaragoza el sábado. “Hay que destacar a los jugadores. La charla de David antes del partido fue muy emotiva”, explicó el técnico. “Fue mi primer año como primer capitán. No era fácil coger tanta responsabilidad y mantener al vestuario unido en un año en el que no se podían hacer reuniones. Nos la ingeniamos para hacer juegos en los entrenamientos y buscar actividades para hacer piña”, cuenta López. No falló el capitán, tampoco Rufete para confeccionar el grupo, mucho menos Vicente Moreno. El Espanyol regresó a Primera y lo celebró ayer en Cornellà junto a unos 1.800 aficionados que se acercaron a homenajear a los jugadores desde la zona exterior del RCDE Stadium.
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