Maxi Gómez tranquiliza al Valencia
Dos goles del delantero uruguayo encarrilan el triunfo local ante el Valladolid (3-0)
A la estruendosa manifestación del sábado contra la gestión de Peter Lim le siguió la victoria definitiva que garantiza la permanencia del Valencia. Dos zarpazos de Maxi Gómez, seco en los 18 partidos anteriores, sellaron un triunfo discreto pero urgente del once de murciélago tras una temporada calamitosa. El ...
A la estruendosa manifestación del sábado contra la gestión de Peter Lim le siguió la victoria definitiva que garantiza la permanencia del Valencia. Dos zarpazos de Maxi Gómez, seco en los 18 partidos anteriores, sellaron un triunfo discreto pero urgente del once de murciélago tras una temporada calamitosa. El Valladolid, dominador con balón, pero inofensivo como un cuchillo de plástico, penó su eterna falta de pegada y sigue colgado del precipicio con tres jornadas por delante muy complicadas.
Voro, oxidado como entrenador por su trabajo en los despachos, volvió a dirigir al Valencia en una situación de alarma. El técnico propuso un 5-4-1 en fase defensiva y un 5-3-2 en fase ofensiva, con Kang In como gran novedad en la tripleta de mediocentros. Un sistema defensivo que descansaba en el trabajo de los laterales largos, Correia y Gayà, y trataba de cerrar los espacios en el carril central, se convirtió en endeble tras las pérdidas de balón, constantes, en la primera parte. El Valladolid amenazó la portería de Cillessen con una presión alta que lo convirtió en dominador del juego. El conjunto pucelano, con 32 goles en 35 jornadas de liga, volvió a evidenciar su falta de pegada, una carencia grave que lo puede condenar al descenso pese al trabajo en el banquillo de Sergio González. Los pucelanos hicieron muchas cosas bien pero arriba no tienen filo.
Ante el Valladolid se desbloqueo Maxi Gómez. El uruguayo rompió ante los castellanos una sequía de 18 partidos y cerca de 1.800 minutos sin hacer gol. Marcó el primero en el minuto de descuento de la primera mitad y el segundo a los tres minutos de arrancar la reanudación. Un doblete en cuatro minutos. Gran parte del curso mostrándose huraño, pesado, desubicado, y con gestos constantes de protesta hacia sus compañeros cuando no ponían el balón donde él quería, Maxi se desencadenó ante los pucelanos.
El Valencia penalizó al Valladolid en dos pérdidas de balón. En la primera, Carlos Soler y Guedes llevaron la pelota a la izquierda desde donde el centro de Gayà no lo remató Wass en el primer palo, pero lo recogió Maxi Gómez en el segundo para marcar. Un mal pase de Jota sobre Míchel en el arranque del segundo acto lo interceptó Carlos Soler, que asistió sobre el desmarque de ruptura de Maxi para que el uruguayo firmase un doblete y rompiese a golear.
En ese momento se acabó el partido. El Valladolid volvió a ganar la posesión del balón pero se expuso y perdió confianza, mientras el Valencia no estuvo fino al contragolpe hasta que Correia, al que el sistema de Voro le viene de perlas, cabeceó en plancha un centro de Cheryshev desde la izquierda y cerró la goleada.
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