Grosjean se despedirá a lo grande
El francés, que dejó la F1 tras el accidente de Bahréin en el que casi pierde la vida, disfrutará de un día de test con el Mercedes de 2019
Siete meses después de protagonizar uno de los accidentes más aparatosos que se han visto en el Mundial de Fórmula 1 de las últimas décadas, Romain Grosjean tendrá la oportunidad de dejar esta disciplina con buen sabor de boca. El francés, que a sus 35 años acumula diez temporadas en el certamen con tres equipos distintos (Renault, Lotus y Haas), se retiró a finales del curso pasado una vez que los ejecutivos de Haas optaron por llevar a cabo una renovació...
Siete meses después de protagonizar uno de los accidentes más aparatosos que se han visto en el Mundial de Fórmula 1 de las últimas décadas, Romain Grosjean tendrá la oportunidad de dejar esta disciplina con buen sabor de boca. El francés, que a sus 35 años acumula diez temporadas en el certamen con tres equipos distintos (Renault, Lotus y Haas), se retiró a finales del curso pasado una vez que los ejecutivos de Haas optaron por llevar a cabo una renovación completa y no prolongaron ni su contrato ni el de Kevin Magnusen, su vecino de taller. Las quemaduras de aquel brutal accidente sufrido en Bahréin, donde su monoplaza se convirtió en una bola de fuego tras estrellarse contra los guardarraíles a más de 160 kilómetros por hora, le impidieron tomar parte en las últimas dos paradas del calendario.
Mientras estaba ingresado en el Hospital de Manama, Toto Wolff, director de Mercedes, le hizo la promesa de organizarle una jornada de entrenamientos con una de las Flechas de Plata, para que de esta forma tuviera la oportunidad de cerrar su paso por la F1 con un recuerdo menos amargo que aquellos 28,8 segundos en los que permaneció atrapado dentro de un amasijo de hierros en llamas. Mercedes anunció este miércoles la fecha y el lugar en el que saldará su promesa: el 29 de junio, en el circuito de Paul Ricard. Acostumbrado últimamente a pelearse con uno de los bólidos más modestos de la parrilla, el corredor de Ginebra podrá despedirse a lo grande, al volante del W10, el coche con el que Lewis Hamilton se encasquetó su sexta corona de campeón del mundo tras imponerse en más de la mitad de los grandes premios (11 de 21).
Grosjean, comprometido con la estructura Dale Coyne Racing en IndyCar (Estados Unidos), viajó el pasado mes de marzo a Brackley (Gran Bretaña), donde Mercedes tiene su cuartel general y donde se hizo el asiento y practicó en el simulador. “La primera vez que supe de esta posibilidad estaba en el hospital de Bahréin, cuando Toto lo comentó a los medios de comunicación. Leer eso me animó mucho”, conviene el piloto, que al margen de ese test también dará algunas vueltas de exhibición unos días antes, el fin de semana del Gran Premio de Francia. “Estoy muy contento de ver a Romain subido otra vez en un monoplaza de F1. Cuando tuvo el accidente todos rezamos por él. Verle salir por su propio pie y del todo recuperado fue un gran alivio”, declara, por su parte, Hamilton.
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