Garuba y la pizarra mutante de Laso
La defensa zonal liderada por el canterano y su vigor en el rebote, claves en el rearme del Real Madrid ante el Efes para forzar el quinto y definitivo partido de la eliminatoria
El Real Madrid salió de Estambul hace 12 días al borde de la eliminación continental y ahora regresa a un paso de hacer historia. Una aventura de la inferioridad manifiesta a la rebeldía infatigable. Un viaje a las profundidades de la pizarra de Pablo Laso. “Estamos preparados para volver a competir al máximo”, anunció en la víspera el técnico madridista, dispuesto a exprimir de nuevo recursos y estrategias para intentar rendir al Anadolu Efes...
El Real Madrid salió de Estambul hace 12 días al borde de la eliminación continental y ahora regresa a un paso de hacer historia. Una aventura de la inferioridad manifiesta a la rebeldía infatigable. Un viaje a las profundidades de la pizarra de Pablo Laso. “Estamos preparados para volver a competir al máximo”, anunció en la víspera el técnico madridista, dispuesto a exprimir de nuevo recursos y estrategias para intentar rendir al Anadolu Efes en el quinto y definitivo partido de la serie de cuartos de la Euroliga de este martes (18.45, DAZN).
La eliminatoria ante el conjunto turco ha puesto a prueba como nunca la capacidad de reconstrucción y transformación del Madrid a través de los ajustes ofensivos y, sobre todo, defensivos planteados por Laso para sobreponerse a las bajas e igualar el pulso. Con Usman Garuba como líder de la estudiada subversión a través de la zona 1-2-2 mutante, con el canterano de 19 años tensando la presión, que cortocircuitó a un Efes que parecía inabordable.
El conjunto turco venció a los blancos por 25 puntos en su visita al WiZink Center en la liga regular (83-108) hace apenas un mes; por 27 en el primer asalto de la serie (90-63); por 23 en el segundo (91-68), y ganaba por 13 puntos a falta de cinco minutos para cerrar el tercer partido. Pero el Madrid, sin Tavares (caído en combate en el primer asalto), se agarró a esos cinco minutos finales como a un clavo ardiendo, para salvaguardar su orgullo competitivo y para soñar con devolver la eliminatoria a Estambul en busca de la gesta. Del acto de fe a un zafarrancho que desembocó en remontada y mostró el camino a los blancos para el cuarto partido.
Con esa misma defensa zonal de ajustes, con Garuba y Tyus tapando con su envergadura a Micic y Larkin, el Efes se quedó sin anotar en los seis primeros minutos del cuarto partido (17-0 de parcial) y solo sumó cuatro tiros libres en los siete últimos (23-4 para rematar otra remontada blanca). El Madrid solo concedió tres rebotes ofensivos al Efes ese día. El plan de Laso logró voltear la desventaja de los blancos bajo los aros hasta convertir el rebote en el epicentro del rearme. Del 45-34 en contra del primer duelo de la serie, al 33-23 a favor en el cuarto. Con Llull transformando ese dominio en contraataques y tiros rápidos para desatar el juego y la épica. Puntos y ritmo desde la defensa.
“El quinto partido puede no parecerse en nada a los cuatro anteriores. Lo que sí nos gustaría es que se repitiese el marcador de los dos últimos”, explicó Laso antes de partir a Estambul, pendiente de la recuperación de los tocados para definir su plan de partido. Tavares y Thompkins participaron en el último entrenamiento y son parte de la expedición. “Hasta antes del partido no decidiremos. Me gustaría contar con todos y soy optimista”, señaló el entrenador madridista.
No hubo excusas tras la salida de Campazzo, la lesión de Randolph y la marcha de Deck. Y, sin Tavares, este Madrid camaleónico se entregó más que nunca al small ball. La remontada en el cuarto partido llegó con un quinteto de bajitos formado por Llull (1,90m), Carroll (1,88), Rudy (1,96), Abalde (2,02) y Garuba (2,03). El canterano disputó la segunda mitad prácticamente al completo, sostuvo el sistema defensivo (junto a un Rudy hiperactivo) y estiró su esfuerzo también en ataque. En su expediente final ese día, 24 puntos (con un determinante 7 de 8 en tiros libres) y 12 rebotes (los mismos que Dunston y Singleton juntos). Sin Tavares, el plan de Laso logró incluso sacar del juego a Sanli, el gigante turco: de los 16 puntos y 8 rebotes del primer día al rosco del cuarto, con solo cuatro minutos en pista.
Con el corazón de sus veteranos, el vigor de Garuba y la pizarra de Laso, el Madrid busca hacer historia. Ningún equipo ha remontado un 2-0 en contra. Pero el Madrid viene de muy lejos y conoce el camino.
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