El Villarreal deja escapar vivo al Arsenal
El conjunto de Emery juega con uno más casi toda la segunda parte. En la otra semifinal: United, 6 - Roma, 2
En el fútbol las heráldicas pesan. La del Arsenal tiene enjundia, sin admitir comparación con el Villarreal, un equipo de pueblo que se está convirtiendo en un clásico en Europa y al que le falta una final y un título que premie el buen hacer.
Pero la vida es el presente y, hoy, el Villarreal aparenta ser más equipo. Así lo pareció durante más de una hora de partido en la que los amarillos consiguieron una ventaja de dos goles y se encontraron con un...
En el fútbol las heráldicas pesan. La del Arsenal tiene enjundia, sin admitir comparación con el Villarreal, un equipo de pueblo que se está convirtiendo en un clásico en Europa y al que le falta una final y un título que premie el buen hacer.
Pero la vida es el presente y, hoy, el Villarreal aparenta ser más equipo. Así lo pareció durante más de una hora de partido en la que los amarillos consiguieron una ventaja de dos goles y se encontraron con un jugador más al poco de iniciarse la segunda mitad por la expulsión de Ceballos. Pero un discutido penalti pitado en favor del Arsenal convertido por Pépé y la posterior expulsión de Capoue rebajaron la euforia local. La divisa del Arsenal tiene su grado y jerarquía.
Pocos secretos escondió Emery, con su once de gala, que se recita de memoria en los últimos compromisos importantes, y con Gerard Moreno por bandera. El delantero catalán no fue esta vez decisivo. Mikel Arteta sí jugó al escondite al dar entrada en la expedición a Lacazette y Aubameyang. El atacante francés, con problemas musculares, ni se vistió de corto; el gabonés, que ha superado la malaria, aguardó en el banquillo. Pépé quedó como único delantero en el ataque gunner.
Quiso amedrantar el Arsenal con la presión adelantaba. El dinamismo inglés en la parte ofensiva tiene su anverso en el apartado defensivo, que quedó retratado en el minuto 5. Foyth, un central reconvertido en lateral, avanzó sin que nadie de los de Arteta diera importancia a la subida del argentino, que cedió el balón a Chukwueze. El nigeriano atrajo rivales que quedaron paralizados. Tras un par de rebotes, Trigueros, llegando desde la segunda línea, acertó a embocar en la portería de Leno.
El Arsenal encajó el golpe con personalidad, pero sus elaboradas jugadas apenas trascendían. Y, a la media hora, tras un saque de esquina, Gerard Moreno peinó el esférico que fue rematado por Albiol: 2-0.
Tras el descanso, el Arsenal puso la directa. Intuyendo la crecida inglesa, Emery fortificó el centro del campo con la entrada de Coquelin por Alcácer. El Villarreal perdió de vista el balón y los de Arteta iniciaron un asedio que se cortó de raíz cuando Ceballos recibió la segunda amarilla por un temerario pisotón a Parejo. Y Gerard Moreno pudo poner una pica más tras un disparo a bocajarro que Leno desvió como pudo.
La parada del portero alemán resultó trascendental. En inferioridad, el Arsenal no perdió la cara. Y se encontró con un penalti dudoso que Pépé convirtió. En Londres está el destino del conjunto de Emery, que tendrá que validar su exigua renta para alcanzar la final.
En la otra semifinal, el Manchester United vapuleó 6-2 a la Roma, que llegó a ir ganando 1-2. Bruno Fernandes y Cavani, con doblete de goles y asistencias cada uno, y Pogba y Greenwood, con la guinda del quinto y el sexto gol, anularon a los italianos.
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