El Barça se lo cree
En caso de ganar al Granada, el equipo de Koeman se pondría líder tras ir 11 puntos por debajo del Atlético en la jornada 16
Tras caer con el Madrid en la primera vuelta de la Liga (1-3), el Barça perdió el liderato para evidenciar sus flaquezas y remarcar que era una temporada de transición ante la falta de dinero para fichar y la llegada de jóvenes como Pedri y Trincão, además de los muchos canteranos que potenció Ronald Koeman. No funcionaba el equipo y en la jornada 16 se situó a 11 puntos del Atlético. Pero pasados los meses, todo ha quedado en el olvido porque si vence al Granada este jueves (19.00, en Movistar) se pondría en lo alto de la ...
Tras caer con el Madrid en la primera vuelta de la Liga (1-3), el Barça perdió el liderato para evidenciar sus flaquezas y remarcar que era una temporada de transición ante la falta de dinero para fichar y la llegada de jóvenes como Pedri y Trincão, además de los muchos canteranos que potenció Ronald Koeman. No funcionaba el equipo y en la jornada 16 se situó a 11 puntos del Atlético. Pero pasados los meses, todo ha quedado en el olvido porque si vence al Granada este jueves (19.00, en Movistar) se pondría en lo alto de la tabla con cinco jornadas para cerrar el curso. “Es importante ser líderes. Pero si echas la vista atrás, es una situación inesperada. Es algo grande lo que hemos logrado; poder luchar por la Liga”, expuso el técnico azulgrana, en referencia a un final de infarto porque entre el líder y el cuarto (Sevilla) solo hay tres puntos de diferencia, con el Barça y el Madrid entre medio. Éxito que el club culer ya ha vivido otras veces, pues es el equipo que mayores remontadas ha hecho en la Liga a lo largo de la historia: tres de las cuatro ligas del dream team se alcanzaron en la última jornada, con el Tenerife y el Dépor de Djukic de por medio, mientras que el Madrid de Capello ganó el apretado torneo de 2006-2007.
Temporada 1991-1992. Ocho puntos al Madrid. El Barça palidecía en la Liga, a ocho puntos del Madrid en la jornada 14. “Veníamos de una temporada buena al ganar la Liga con solvencia, la primera de Cruyff. Y teníamos la idea de arrancar igual y repetir. Pero no fue así”, relata Guillermo Amor, medio de ese equipo. Por entonces, la victoria todavía valía dos puntos y el equipo de Antic hacía caso a sus deseos, pues en el primer día de curso advirtió: “Quiero un Madrid campeón”. Y lo estaba consiguiendo, líder al finalizar la primera vuelta aunque con la cantinela de que “el equipo juega mal”… Por lo que fue destituido de forma sorprendente y llegó Beenhakker. “Algo parecido a lo que le ocurrió a Valverde y el Barça el año pasado”, dice Miguel Ángel Nadal, central que llegó ese año al Camp Nou. Y añade: “Nosotros, tras el mal inicio, nos marcamos el objetivo del golaveraje y después ya veríamos… Nos salió muy bien”. Interviene Amor: “Ante el Oviedo nos pitaron en casa y fue un punto de inflexión. Empatamos con el Madrid, ganamos al Dépor y recuperamos las sensaciones: estuvimos 15 jornadas sin perder”.
Así, el Barça de Cruyff cogió color y forma con el paso de los partidos hasta coronarse campeón de la Copa de Europa por primera vez gracias al tanto de Koeman a la Sampdoria. “Tras eso, nos juntamos para demostrar que podíamos hacer algo más importante. Y jugábamos bien, como en ese partido ante el Espanyol que vencimos por 0-4 con 10 jugadores durante unos 40 minutos [expulsión de Nando]”, apunta Amor. Combustible para afrontar los cinco últimos duelos ligueros con triunfo y hacer descarrilar al Madrid, que perdió los nervios, el partido y el torneo en la última jornada en Tenerife como haría de nuevo en la siguiente temporada. “Son los triunfos que más se recuerdan”, apunta Nadal; “porque del sufrimiento se pasa a la emoción de la victoria y sabe mejor”. Amor amplía: “No sé si mejor, pero desde luego sabe muy bien. El campeón es el que se lo merece, pero no fue fácil tener esa dependencia de los resultados del Madrid. Pero fue inolvidable, muy bonito”.
Datar que el Valencia, en la temporada 2003-04, también consiguió voltear ocho puntos con el Madrid, la otra gran remontada que acabó con el laurel de la Liga.
Temporada 1998-1999. Nueve puntos al Mallorca (ya con tres puntos por triunfo). El desembarco de holandeses (Zenden, Cocu, Kluivert y, posteriormente, los hermanos de Boer) no encajó en el Camp Nou, que pasó de conectar con el equipo de Cruyff a recelar de unos jugadores que no daban la talla al inicio del curso, pues en la jornada 14 el equipo estaba décimo a nueve puntos del Mallorca. Era el segundo año de Van Gaal en el club y tampoco encontraba sintonía con la grada. “Es que le comparaban con Johan por eso de ser holandés y ya se sabe que Cruyff tenía un carisma especial. A Louis le costó por su carácter y porque era más agrio, aunque buena persona”, cuenta Nadal.
Pero no iba bien el asunto, con Rivaldo asqueado en la banda —ni siquiera festejó su primer gol del curso— y muchas lesiones. Hasta que llegó el encuentro ante el Valladolid en el que de caer, Van Gaal sería despedido. Pero Xavi saltó más que nadie y marcó de cabeza para rearmar un equipo que desde entonces sumó 17 triunfos, tres empates y una derrota para proclamarse campeón a tres jornadas del final. “Pocas veces no se está con un entrenador… Y con Van Gaal se fueron encajando las piezas y se dio una apertura también con los holandeses. Y ganamos la Liga”, recuerda Nadal. Ahora, el Barcelona tiene la palabra porque depende de sí mismo.
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