“Hay que aprender para la vuelta”

El vestuario del Madrid admite la dificultad para controlar la velocidad inglesa en un partido que acabó con solo un remate a portería de los locales

Varane, Asensio y Nacho, tras terminar el Real Madrid-Chelsea.Juanjo Martín (EFE)

En otro ejercicio de funambulismo, el Real Madrid estiró su vida en Europa después de una noche que empezó de forma angustiosa. En Londres, dentro de una semana, no habrá más escapatorias. “En la vuelta va a ser diferente”, aventuró Marcelo, titular por primera vez en un duelo de espinas esta temporada y, como es ya norma cada vez que aparece en el once desde el desastre copero en Alcoy, con el colchón de tres centrales. “Entramos con una propuesta y los primeros 20 minutos no la consegu...

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En otro ejercicio de funambulismo, el Real Madrid estiró su vida en Europa después de una noche que empezó de forma angustiosa. En Londres, dentro de una semana, no habrá más escapatorias. “En la vuelta va a ser diferente”, aventuró Marcelo, titular por primera vez en un duelo de espinas esta temporada y, como es ya norma cada vez que aparece en el once desde el desastre copero en Alcoy, con el colchón de tres centrales. “Entramos con una propuesta y los primeros 20 minutos no la conseguimos aplicar. Luego sí y fue completamente diferente. Nosotros no elegimos el ritmo, tenemos que adaptarnos a lo que hay. Salimos de pie. Estamos tranquilos porque allí sabemos lo que tenemos que hacer”, aseguró el brasileño.

Varane, sometido como pocas veces este curso en el centro de la zaga, dio un paso más que su compañero y advirtió de que el sufrimiento del arranque en Valdebebas era un aviso del que debían sacar conclusiones. “Vamos a tener que aprender de este inicio para la vuelta. En Londres, a estas alturas de la competición, el físico será muy importante. También lo mental. Hay que ir con ambición, con la idea de jugar en su campo, arriba”, dijo el francés.

“Vimos casi dos partidos entre la primera y la segunda parte. Ellos empezaron muy bien, con mucha intensidad. Rompieron nuestra primera línea de presión y jugaron muy verticales. Nos crearon bastante peligro al principio. No encontrábamos los pases que rompen la presión para jugar más verticales. El gol de Benzema fue determinante, cambió la dinámica. A partir de ahí, controlamos mejor, al ritmo que queríamos”, analizó el defensa.

Quizás el que mejor resumió la sensación en la caseta local del Di Stéfano fue Zinedine Zidane, que por tres veces soltó la expresión: “Estamos vivos”. “Nosotros queríamos presionar arriba uno por uno y, cuando no sale, es difícil. Es lo que nos pasó al principio. La primera parte fue complicada con su rapidez. En la segunda controlamos mejor y tuvimos más orden. Cambiamos cosas en el descanso. Sobre todo, estar menos arriba, y más juntos y compactos. El resultado es justo. Estamos contentos con lo que hicimos, en general”, añadió poniendo énfasis a esta última parte.

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Ya con el tiempo cumplido relevó a Benzema, otra vez salvador, se abrazó a él y le cuchicheó algo al oído que, como es dogma en su caso, no desveló. “Lo de Karim es impresionante. A mí no me sorprende. Pero estoy contento con todos, por el esfuerzo y por creer en lo que hacemos”, enfatizó. El francés volvió a ser casi la única llave ofensiva de su equipo. “En cada partido no vamos a meter tres o cuatro goles. Hoy es más complicado. Y lo mismo los rivales contra nosotros”, respondió el técnico cuando se le preguntó por las conocidas dificultades atacantes de los suyos. Contra el Chelsea, el Real Madrid se marchó con solo un remate a portería, su cifra más baja como local en la Champions desde la 2003-04, el año en que la empresa Opta empezó a recopilar estos datos.

Los problemas arriba los empezó solucionando el conjunto merengue con la misma medicina de casi siempre: Thibaut Courtois, sostén en los momentos de mayores agobios. A los diez minutos, el belga le sacó a bocajarro un balón a Werner. Su análisis no salió de la tónica general. “Ellos empezaron como queríamos hacerlo nosotros”, reconoció. “La agresividad e intensidad fueron más altas. La presión y los balones a la espalda nos hicieron daño. Tras el descanso todo fue más controlado y no tan a lo loco”, señaló el meta, que dejó una advertencia. “Allí no veo que acabe 0-0. Ellos se pueden equivocar si nos esperan porque con la posesión también les hicimos daño”.


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