El Madrid no puede con todo

El equipo de Zidane, muy remendado por las ausencias y las rotaciones, deja un pobre partido contra un Getafe afanoso que terminó frustrado ante un gran Courtois (0-0)

Courtois despeja una ocasión del Getafe en el partido disputado en el ColiseumJAVIER BARBANCHO (Reuters)

Al Madrid no le sobra nada. Nueve bajas en la convocatoria más las suplencias de inicio de Kroos y Benzema fueron un equipaje demasiado pesado para comerse todo el pastel de Getafe. Sigue sin perder, 15 partidos ya, pero la Liga no está para muchos empates. Se vio amenazado atrás y arriba se desplegó de forma lenta, pastosa y con pocas luces, sin mucho rastro de Vinicius, Asensio,...

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Al Madrid no le sobra nada. Nueve bajas en la convocatoria más las suplencias de inicio de Kroos y Benzema fueron un equipaje demasiado pesado para comerse todo el pastel de Getafe. Sigue sin perder, 15 partidos ya, pero la Liga no está para muchos empates. Se vio amenazado atrás y arriba se desplegó de forma lenta, pastosa y con pocas luces, sin mucho rastro de Vinicius, Asensio, Isco, Rodrygo o Marcelo. El que no sesteó fue Courtois, de nuevo salvador con varias manos voladoras. Solo él pudo negar a un Getafe afanoso para el que el gol sigue resultando una tortura (tiene el registro más bajo de Primera División: 22 tantos, como el Eibar).

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Ni siquiera los blancos tuvieron una arremetida final pese a la media hora de Benzema. Más bien, acabaron por momentos exigidos en defensa mientras Kroos, sustituido contra el Barcelona y el Liverpool, asistía al desenlace desde la grada, sin calentar. Sí salieron varios jóvenes: Arribas, Blanco y, desde el principio, Chust. El resultado fue un peligro ofensivo casi inexistente en toda la segunda parte.

En medio de un calendario abrasivo, por lo que superó y lo que le espera, el once de Zidane fue la asunción de que, con los efectivos con los que ha llegado hasta aquí, no le da para abarcar todo. Así que, puesto a elegir, la Liga es el torneo para rotar. Además de las nueve bajas (Lucas Vázquez, Carvajal, Casemiro, Nacho, Ramos, Varane, Mendy, Valverde y Hazard), el francés se guardó en el minuto cero a Kroos y Benzema.

Le echó el lazo a Mariano, Rodrygo e Isco, y montó una defensa que era todo un parche por una secuencia de calamidades físicas en la que cada mañana se ha ido cayendo uno. Odriozola venía de ser superado hace cuatro días en Anfield por un medio (Valverde) que tenía el pie como una bota. Marcelo no ejercía de lateral izquierdo hacía tres meses. Y Chust, en su calidad de canterano, era la última opción. Las únicas certezas por su trayectoria reciente las ofrecía Militão, que en 15 días ha pasado de orillado a renacido. Estos cuatro son los mismos que empezaron la negra noche copera en Alcoy. La visita a Getafe no acabó de forma tan trágica, aunque las dificultades no fueron pocas.

El partido arrancó bajo la música azulona, que impuso su ritmo con el fragor propio del estilo Bordalás. Nada más salir del vestuario, el remiendo en la zaga visitante se vio seriamente comprometido varias veces. En 10 minutos, el Getafe ya había tenido tres muy ocasiones claras: primero taponó Chust a Mata, luego entre Courtois y Modric salvaron el fuerte, y después Arambarri se vio tan solo en la frontal que la mandó fuera. Cucurella, Aleñá y Olivera martilleaban por las alas. Un inicio a todo tren en territorio blanco ante una defensa novata que sufría.

Tampoco en ataque el Madrid le encontraba el hilo al partido. Zizou había dispuesto del medio campo hacia adelante seis atacantes, más Marcelo por la izquierda, pero la producción resultó muy pobre. Con Rodrygo incrustado como interior junto a Modric e Isco, el juego era tosco, un escenario que no le perjudicó a Mariano. El canterano no quiere saber mucho de trámites. Lo suyo es gol o no gol. Un fuera de juego por medio codo se lo birló, previa mediación del VAR, y luego fue Timor el que le dejó con las ganas tras un cabezazo. Ese fue el ataque blanco hasta que, casi en el intermedio, pudo ligar una jugada con sentido rematada por Vinicius, la primera señal de vida del brasileño, al que se le había atascado el ventilador con el que aireó al Liverpool y al Barcelona. El Coliseum no fue el clásico. Ni sin Benzema de inicio ni con él cuando salió el francés a la hora de encuentro el extremo se dejó ver.

Declaraciones de Zidane en la rueda de prensa tras el encuentro.Foto: ATLAS

Mata, al palo

Pese a la acumulación de talento ofensivo, nadie se rajaba en el Madrid a la hora de defender, pero en la creación todo le resultaba complicado. No así para el Getafe, que se sentía más cómodo, aunque le faltaba lo de casi siempre, el gol. Mata la mandó al palo y Aleñá, como antes Arambarri, se vio en una posición tan ventajosa dentro del área que su disparo terminó en el descampado.

El cuarto de hora de pensar no mejoró la vida del Madrid, incapaz de romper líneas y, cada vez más, expuesto a pérdidas y descargas locales. En una ellas, a Marcelo se la levantaron en el medio del campo y Courtois tuvo que volar a mano cambiada para evitar males mayores para los suyos. El paisaje no le gustó nada a Zidane que, visto el páramo en ataque, no tardó en poner en órbita a Benzema y a Blanco, otro joven que debutó ante la precariedad de efectivos. También salió Arribas, pero el mejor de los visitantes siguió siendo su portero. Otra pérdida de Odriozola acabó con el belga elevándose para negar la diana a los locales. En el Madrid, el único que, por presencia y rendimiento, no tuvo un aire de circunstancias fue Courtois, pero con eso solo le dio para empatar. Aire para el Atlético.

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