Kingsley Coman, forjado a base de títulos
El extremo francés del Bayern se enfrenta de nuevo al PSG, el club donde se estrenó como futbolista y al que sentenció en la última final de la Champions
Los dos finalistas de la última edición, Bayern Múnich y PSG, se ven las caras este miércoles con el recuerdo del partido de agosto en Estadio da Luz, donde los protagonistas no fueron ni Neymar ni Lewandowski, sino Kingsley Coman, MVP de la final. El francés completó el triplete del Bayern al marcar el único gol del partido en el minuto 60, con un cabezazo cruzado a centro de Kimmich que sorprendió a Keylor Navas.
Aquella Liga de Campeones es el trofeo más valioso del inmenso palmar...
Los dos finalistas de la última edición, Bayern Múnich y PSG, se ven las caras este miércoles con el recuerdo del partido de agosto en Estadio da Luz, donde los protagonistas no fueron ni Neymar ni Lewandowski, sino Kingsley Coman, MVP de la final. El francés completó el triplete del Bayern al marcar el único gol del partido en el minuto 60, con un cabezazo cruzado a centro de Kimmich que sorprendió a Keylor Navas.
Aquella Liga de Campeones es el trofeo más valioso del inmenso palmarés que acumula Coman con 24 años. Jugar en el PSG, la Juventus o el Bayern es prácticamente una garantía de algún trofeo a final de temporada por la superioridad de estos equipos en sus torneos nacionales. Y el extremo francés se formó en París, se hizo un nombre en Turín y ahora es una pieza clave en el supercampeón de Múnich. Con 23 títulos, se ha convertido en un museo andante, entre los que destacan nueve títulos de liga, un trofeo que nunca se le ha resistido desde que se estrenó con el PSG en la temporada 2012-13. Chiellini es el futbolista que más años consecutivos ha levantado el título de Liga con 9, seguido de Arturo Vidal y Coman con 8.
Criado en la cantera del club parisino, su irrupción fue tan fuerte como luego se demostró que era su carácter. Allí entabló una gran amistad con el central Kimpembe, con el que compartió piso durante aquella etapa. Con 16 años y 8 meses, se convirtió en el debutante más joven de la historia del PSG. El jeque catarí Nasser Al-Khelaïfi apenas llevaba un par de años en París pero ya había demostrado la profundidad de su cartera fichando a figuras como Ibrahimovic, Thiago Silva y Lucas Moura para consolidar su reinado en Francia.
El técnico de entonces, Laurent Blanc, no contó apenas con la joven promesa y este decidió no renovar su contrato para marcharse al año siguiente después de disputar tan solo un partido la primera temporada y tres en la segunda (55 minutos en total). Coman hizo las maletas para poner rumbo a Turín, y entre su equipaje se llevó dos Ligue 1, una Copa de la Liga y una Supercopa de Francia.
La Juventus se frotaba las manos con la llegada de otra promesa francesa a coste cero, después del fichaje dos años antes de Paul Pogba de la cantera del Manchester United. En 2015, su primera temporada, fue un revulsivo habitual para Allegri, que llevó al equipo a la final de la Champions, en la que cayeron ante el Barcelona.
A mitad de la campaña siguiente, recibió la llamada de Guardiola, que entonces entrenaba al Bayern, y el extremo no dudó en pedir el pase con la promesa de ser un recambio para la pareja Robben – Ribéry. La Juventus decidió cederlo con una opción de compra de 20 millones. La Vecchia Signora terminó ganando la Serie A y la Copa aquel año, por lo que el paso de Coman por Italia, aunque breve, le valió dos títulos de liga, dos copas y una supercopa italiana.
Guardiola supo gestionar bien al joven talento, que comenzó a ser un habitual en las convocatorias de la selección francesa con 20 años. A pesar de la marcha del técnico catalán al año siguiente y la llegada de Ancelotti, el Bayern decidió ejercer la opción de compra para sellar el futuro del francés a Múnich. Cinco años después, Coman ha conquistado una Champions, cinco Bundesligas, tres Copas de Alemania, cuatro Supercopas de Alemania, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.
Castigado por las lesiones
A pesar de su enorme palmarés, las lesiones han ralentizado la progresión del extremo, que sigue sin conseguir la etiqueta de fijo en el once titular. Su calvario comenzó en Alemania, ya que antes no había tenido percances físicos. En total, Coman ha sufrido 30 lesiones en seis años en el Bayern, que le han hecho perderse 82 partidos. Pero lo que más le dolió fue ausentarse de la Copa del Mundo conquistada por su selección en Rusia 2018 por una lesión de tobillo.
La dolencia, de la que tuvo que operarse por segunda vez antes del Mundial, le hizo incluso plantearse la retirada a los 22 años en caso de necesitar una tercera intervención. “No aceptaré una tercera operación. Significaría que tal vez mi pie no esté hecho para este nivel”, afirmó el extremo. “Llevaría otra vida, otra vida anónima”.
Desde la llegada de Hans Flick al banquillo, está alcanzando su mejor versión. El año pasado logró disputar por primera vez 38 partidos en una temporada, jugando todos los de la Champions. Esta campaña lleva 30 a estas alturas, con tres goles y 10 asistencias en 22 partidos de Bundesliga. Este miércoles, en ausencia de Lewandowski, lesionado, la responsabilidad del gol queda repartida y el canterano del PSG espera volver a hacer valer la ley del ex para superar la eliminatoria ante el equipo que le mostró la puerta de salida y al que privó de la gloria europea.
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