Jorge Martín, un novato en MotoGP, se lleva la segunda ‘pole’ del año en el GP de Doha

El piloto del equipo satélite Pramac Ducati logra el mejor tiempo en el circuito de Losail tras una jornada enmarañada por una tormenta de arena

Jorge Martín (Ducati Pramac), en el circuito de Losail.KARIM JAAFAR (AFP)
Barcelona -

Jorge Martín (Madrid, 23 años) no se lo puede creer. Es un novato en MotoGP, va enfundado en el mono del equipo satélite de Ducati, el Pramac, y se acaba de llevar la pole position en el circuito de Losail, en Qatar, donde este domingo se celebra la segunda carrera consecutiva en tierras catarís, la segunda del calendario de MotoGP. “No me lo puedo creer”, repetía. A sus técnicos, en cuanto llegó al corralito y sin ni siquiera quitarse en casco. A los periodistas, en cuanto le pusieron el micro delante. Si alucinaba, en p...

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Jorge Martín (Madrid, 23 años) no se lo puede creer. Es un novato en MotoGP, va enfundado en el mono del equipo satélite de Ducati, el Pramac, y se acaba de llevar la pole position en el circuito de Losail, en Qatar, donde este domingo se celebra la segunda carrera consecutiva en tierras catarís, la segunda del calendario de MotoGP. “No me lo puedo creer”, repetía. A sus técnicos, en cuanto llegó al corralito y sin ni siquiera quitarse en casco. A los periodistas, en cuanto le pusieron el micro delante. Si alucinaba, en pretemporada, al montar una moto que supera los 350 km/h, alucinaba todavía más este sábado al verse el primero en la tabla de clasificación. En todas las pantallas de tiempos repartidas por el circuito ahí estaba su nombre. “Es que es alucinante”, insistía ante las cámaras de DAZN.

“No me lo creo, es mi segundo fin de semana en MotoGP. Después de todo lo que hemos rodado aquí estos días que haya hecho yo la pole... Estoy muy orgulloso de mí mismo. De todos los que me han ayudado, de mi familia. Les doy las gracias a Maverick [Viñales] y a Aleix [Espargaró] por dejarme sus motos para entrenarme. Yo no tenía ni dinero ni motos para salir a entrenar; y ellos venían cada día a recogerme para ir en moto cuando yo todavía estaba en Moto3. Hoy es un día para recordar en mi vida”. Había caído el sol y se despejó el ambiente. La tormenta amainó y pese a la cantidad de arena y polvo todavía sobre el asfalto en un circuito construido en pleno desierto, las condiciones eran mucho mejores que a primera hora de la tarde. Y Martín, que había renunciado a correr en la primera sesión del día, precisamente por las malas condiciones de la pista, acabó la jornada con el mejor tiempo.

Después de verle volar en la salida de la primera carrera del curso, el domingo pasado, en el mismo circuito de Losail –su arranque fue estilo cohete: pasó desde la 14ª posición en parrilla a la quinta al llegar a la primera curva, aunque luego fue perdiendo posiciones por falta de ritmo en su estreno en la categoría (terminó 15º)– Martín logró que se volviera a hablar mucho de él este sábado.

Dio una vuelta en 1m,53′8s y se colocó en cabeza. Pero faltaban muchos minutos. Los últimos intentos de Quartararo, de Zarco, de Viñales… fueron un auténtico baile de tiempos y una pelea, de nuevo, entre Ducati y Yamaha. Pero remató Martín, que quería y no quería jugársela. Seguía la estela de su compañero en Ducati, Pecco Bagnaia. Esperaba a que fuera el italiano el que tirara del carro. Pero como no lo hizo, el madrileño le dio al gas. Y volvió a volar. “Me ha tocado tirar, no había otra”, concedió. 1m,53′1s. Su primera pole position en MotoGP.

El piloto español saldrá desde la primera posición de la parrilla este domingo. Tendrá a Zarco y a Viñales al lado, tratando de que no se les escape en la salida. Aunque él, que siempre tuvo los pies en el suelo, advierte: “lo que intentaré será llegar primero a la primera curva”. Sabe que no será tarea fácil. Y que su ritmo vuelta a vuelta no es comparable al de otros pilotos más experimentados. Pero el rendimiento en apenas cinco días de MotoGP muestra su enorme talento, el mismo que derrochó hace solo tres años en Moto3, categoría de la que fue campeón.

Una tormenta de arena y un Rossi en apuros

Qatar, en el este de la península arábiga, es el desierto del Golfo Pérsico. Doha, que da por primera vez nombre a un evento de MotoGP al tratarse del segundo gran premio en semanas consecutivas que acoge el estado catarí, es la única ciudad grande en un país pequeño y poderoso –el gas y el petróleo lo sustentan– que tiene el tamaño de la isla de Jamaica. El resto: pequeños núcleos de población, muchas construcciones y mucha arena. Gran parte de esa arena acabó en la pista del circuito catarí, ya de por sí arenoso, sucio el asfalto y más sucias las zonas de la pista alejadas de la línea de la trazada buena.

Los fuertes vientos racheados que arreciaron este sábado a media tarde –vientos de 25km/h y rachas de hasta 40– y la consiguiente tormenta de arena que provocó una suerte de neblina en torno al circuito, desembocaron en una tercera sesión de entrenos que no sirvió prácticamente de nada.

Tan peligroso e inútil parecía estar en la pista en esas condiciones que solo dos Ducati salieron del box en esa sesión. Pecco Bagnaia, podio en el gran premio de Qatar hace una semana, dio apenas seis vueltas al circuito, la mitad de las que dio Fabio Quartararo, el más rápido en ese primer libre del día. Zarco, segundo hace una semana, segundo en la pole de este sábado; Miller, el más rápido del viernes y cuarto clasificado este sábado; y Martín, finalmente el hombre de la pole, ni siquiera montaron en la Desmosedici. No pagaron la factura.

La segunda fila de la parrilla este domingo la completarán Quartararo y Bagnaia. Los pilotos de Suzuki, Rins y Mir, se clasificaron en octava y novena posición. Rossi, que hace una semana formó cuarto en la parrilla de la primera carrera del año, saldrá desde la 21ª posición.

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