Ansu Fati busca regatear al quirófano

El delantero, que lleva más de cuatro meses de baja, no encuentra la solución para el problema en la rodilla izquierda

Ansu Fati, en octubre pasado en el Camp Nou contra el Sevilla.ALBERT GEA (Reuters)

“Tranquilos, voy a recuperarme bien”, advirtió Ansu Fati a sus allegados. Las palabras del delantero del Barcelona, de 18 años, sorprendieron al médico francés Bertrand Sonnery-Cottet, cirujano ortopédico, que solucionó los problemas de rodilla a Karin Benzema y a Nabil Fekir, y discípulo del profesor Gerard Saillant, a quien Ronaldo le había confiado sus maltrechas rodillas. Todavía sin una hoja de ruta clara en la recuperación de la rotura del menisco de la rodilla izquierda, sufrida el pasado noviembre, Ansu Fati y su p...

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“Tranquilos, voy a recuperarme bien”, advirtió Ansu Fati a sus allegados. Las palabras del delantero del Barcelona, de 18 años, sorprendieron al médico francés Bertrand Sonnery-Cottet, cirujano ortopédico, que solucionó los problemas de rodilla a Karin Benzema y a Nabil Fekir, y discípulo del profesor Gerard Saillant, a quien Ronaldo le había confiado sus maltrechas rodillas. Todavía sin una hoja de ruta clara en la recuperación de la rotura del menisco de la rodilla izquierda, sufrida el pasado noviembre, Ansu Fati y su padre, Bori, aconsejados por el servicio médico del Barcelona, viajaron hace dos semanas a Lyon en busca de una segunda opinión. “No tiene dolor, pero la rodilla se le hincha. Y no se sabe por qué”, cuentan en el entorno del futbolista. “Esto es el Barça, el mejor club del mundo, ¿cómo puede ser que no se encuentre una solución?”, preguntó Bori. Entonces, apareció la asombrosa serenidad de Ansu. “Me voy a poner bien y voy a volver a jugar. No hay que tener prisa”.

Sonnery-Cottet se quedó perplejo. El médico francés, que operó a más de 100 deportistas, entre ellos al jugador de rugby Sébastien Chabal y al baloncestista Kévin Séraphin, nunca había visto alguno con ese nivel de madurez. “¡Y tiene 18 años!”, exclamó. Ansu Fati sabe que en sus botas no solo está su futuro sino también el de su familia. Sin embargo, el azulgrana no pierde la confianza. “Sabe que es una lesión que no va a frustrar su carrera. La recuperación va más lenta de lo normal, pero hay que estar tranquilos”, subrayan personas próximas al futbolista. Después de regresar de Francia, Ansu Fati comenzó, el viernes pasado, un trabajo exigente para ver cómo responde la rodilla. “Si en 15 días no mejora, veremos qué solución tomar”, añaden las mismas fuentes.

El 7 de noviembre, en la goleada del Barcelona ante el Betis (5-2), Ansu Fati se lesionó el menisco interno de la rodilla izquierda. Dos días después, el doctor Ramon Cugat, especialista en rodillas, le realizó una artroscopia. Y en enero se le realizó un tratamiento biológico regenerativo, también a cargo de Cugat, con la supervisión de los servicios médicos del Barcelona.

”Su carrera no peligra”

La idea inicial era que Ansu Fati reapareciera en el primer equipo en abril. No será así. “No hay que buscar culpables, ni en los médicos ni en los recuperadores”, subrayan los allegados del delantero azulgrana. “La operación fue bien. Su carrera no peligra. Es cuestión de ver cómo evoluciona su lesión. Estos problemas no evolucionan igual en todos los deportistas”, aseguran otras fuentes médicas. “El problema no es la edad del futbolista. Pero sí que en los jugadores jóvenes hay que intentar salvar el menisco. Pero si no mejora, una posibilidad puede ser operarlo”, explica el doctor Jordi Ardévol, que trabajó 15 años en el Barcelona.

La idea del jugador azulgrana es regatear al quirófano. Entiende que tiene que hacer lo posible por conservar el menisco para no acortar su carrera. Ansu Fati se convirtió en el segundo futbolista más joven en la historia en debutar con el Barcelona, cuando la temporada pasada reemplazó a Carles Pérez en el duelo ante el Betis. En el primer equipo azulgrana ha jugado un total de 43 partidos, con 13 goles y cinco asistencias. En septiembre de 2020, se estrenó con la selección española ante Alemania. En el partido siguiente, frente a Ucrania, se despachó con un gol y una asistencia. Esta temporada, con Ronald Koeman en el banquillo, se había ganado un lugar en el once inicial hasta que la rodilla crujió el pasado noviembre. Ya lleva más de cuatro meses de baja y se ha perdido 33 partidos.

No es la primera vez que Ansu tiene que recurrir a la calma. En 2015, cuando jugaba en el Infantil A, en un derbi ante el Espanyol, el azulgrana se rompió la tibia y el peroné. Estuvo cerca de 10 meses de baja. “En aquella oportunidad también se lo tomó con mucha tranquilidad. Tiene una cabeza privilegiada”, cuentan los que conocen al delantero del Barcelona. Todavía no tiene fecha de regreso al Camp Nou. La espera, sin embargo, no desespera a Ansu Fati.

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