Iago Aspas: “Quiero seguir aprendiendo”
El delantero y referencia del Celta explica el cambio del equipo tras la llegada de Coudet antes de recibir este sábado al Real Madrid en Balaídos
Camino de los 34 años no se atisba el final de la carrera futbolística de Iago Aspas, tan influyente como de costumbre en el juego del Celta por más que no anote desde el 30 de diciembre. Durante bastantes jornadas el gol de su equipo tan sólo llevaba su firma y se decía que eso era un problema. “Ahora que no marco hay otro problema también”, resume con retranca. Este sábado (16.15, Movistar LaLiga) tratará de romper la racha en Balaídos contra el Real Madrid, que llega sin Sergio Ramos, el capitán, baja por un golpe en...
Camino de los 34 años no se atisba el final de la carrera futbolística de Iago Aspas, tan influyente como de costumbre en el juego del Celta por más que no anote desde el 30 de diciembre. Durante bastantes jornadas el gol de su equipo tan sólo llevaba su firma y se decía que eso era un problema. “Ahora que no marco hay otro problema también”, resume con retranca. Este sábado (16.15, Movistar LaLiga) tratará de romper la racha en Balaídos contra el Real Madrid, que llega sin Sergio Ramos, el capitán, baja por un golpe en la tibia izquierda tras el último partido.
Pregunta. ¿El Celta está más tranquilo que otras temporadas a estas alturas?
Respuesta. Encadenamos buenos resultados en diciembre y nos dio la vida para jugar más relajados y disfrutar sobre el campo. Luego el inicio de año no fue bueno, pero ahora llevamos tres partidos sin perder y llegamos bastante bien para recibir al Madrid.
P. Se levantaron cuando eran colistas y con la llegada de Coudet al banquillo. ¿Tanto influye un entrenador?
R. Hubo un parón de dos semanas y trabajamos muchísimo sobre sus conceptos tácticos, perdimos en el Pizjuán, pero nos fuimos con buenas sensaciones. Luego los resultados salieron y con el viento a favor es más fácil asimilar todo.
P. ¿Qué le pide Coudet?
R. Que sea un alma libre, suelto. Puedo transitar por los espacios que voy detectando a lo largo del partido. Algunos delanteros se mueven poco en el área y se manejan bien, pero yo prefiero moverme mucho. Disfruto en el campo estando liberado y creo que el equipo se beneficia así.
P. ¿Esa libertad le lleva a jugar más lejos del área?
R. Depende del partido. Trato de intuir qué puede ser mejor. Si hay muchas transiciones, como jugamos con dos delanteros, tengo que bajar a enganchar con los centrocampistas.
P. Hablan de usted como entrenador, como director deportivo, pero en realidad…
R. Lo que quiero ser es futbolista, seguir disfrutando. Y cuando vea que la cabeza va más rápido que los pies me echaré a un lado. Seguiré pegado al fútbol, eso sí.
P. ¿Y usará el big data?
R. He oído hablar mucho de él, pero no lo he descubierto todavía. Lo que veo es wyscout [una plataforma de scouting] para ver recortes de futbolistas y si me gusta uno lo comento a la dirección deportiva, ellos me pasan vídeos… Pero al big data no he llegado.
P. ¿Le hacen caso en la dirección deportiva?
R. A veces sí, pero otras no tanto, jeje.
P. ¿Pudo salir del Celta en los últimos veranos?
R. Opciones hubo muchas, pero yo volví para quedarme.
P. ¿Ni siquiera le tentó el interés del Real Madrid?
R. Mi hermano y mi representante me lo comentaron, pero soy muy feliz en mi casa y jugando en Balaídos. Así es muy complicado que piense en otras cosas.
P. En el Madrid parece que los veteranos no dejan de rendir y los jóvenes no acaban de llegar. ¿Tienen una revolución pendiente?
R. La edad es tan sólo un número, se lo escuché el otro día a Sergio Ramos. El rendimiento está ahí. O como me dice Nolito muchas veces: “Cuando acabe la temporada, sácame la cartilla”.
P. ¿Ve mucho al Madrid?
R. No sólo a ellos. ¡Veo a muchos equipos! Están siendo irregulares, pero porque cuando les falta algún jugador en el centro del campo lo notan. Por eso en algunos partidos aplastan y en otros les cuesta un poco más.
P. Al menos Benzema ha regularizado la excelencia...
R. Es un grandísimo delantero. Me encanta cómo lee el fútbol, cómo baja a recibir y combinar… No marca 30 goles, pero su valor es todo lo que le aporta al equipo. Yo me fijo mucho en él para tomar cosas suyas.
P. ¿Se fija en compañeros o rivales para mejorar?
R. Yo desde luego que sí y no sólo en mi puesto. Para mí es importante saber cuál es la pierna débil de un defensa o tener claro que se va mucho al suelo porque así puedo amagarle y recortar.
P. ¿El relato del fútbol es más pobre si sólo se enfoca a las historias de los grandes equipos?
R. Sin duda. Se va a lo fácil, a lo que vende. Todo se basa en Madrid, Barcelona y, si va bien, un poco el Atlético. Los demás estamos ahí, ellos se llevan la atención y el dinero y nosotros las migajas.
P. ¿Qué piensa sobre la Superliga europea?
R. Espero que no vaya adelante. El fútbol se partiría. Y ya veríamos cómo aceptarían algunos estar de mitad de la tabla para abajo año tras año.
P. ¿Se decepcionó al no verse en la lista de Luis Enrique?
R. Siempre trabajo para volver, pero decepción no es la palabra.
P. ¿Desilusión?
R. Sí, podría decirse así. Llevo más de un año sin ir a la selección y no voy a bajar los brazos. Tengo que hacerlo mejor, no agachar la cabeza. Al seleccionador no le parece conveniente que vaya yo y sí lo haga otro compañero que también lo hace bien en su equipo y cree que puede ofrecer más rendimiento. Luis Enrique valora mucho los estados de forma y si acabo bien la temporada tendré opciones de jugar la Eurocopa.
P. ¿El Celta ataca mejor que defiende?
R. Hemos mejorado, ¿eh? Tampoco era muy complicado. Pero somos un equipo muy alegre que no sabe defenderse encerrado ni cuando nos cruzan balones al área. Ahí sufrimos.
P. ¿Echa de menos a la gente en los estadios?
R. ¡Y no se imagina cómo! Las gradas vacías influyen mucho en el juego que estamos viendo en la Liga. A nosotros, con el tipo de fútbol que hacemos, nos daría un plus. Pero es que me falta también el público cuando juego fuera, ese momento en el que la afición rival te aprieta. ¡Es lo bonito del fútbol!
P. Se pauta la salida de balón o la presión para contrarrestarla. ¿Dónde queda la imaginación?
R. Todo evoluciona. Hay mucha pizarra, más vídeo y análisis. Tenemos que acomodarnos a esa realidad.
P. ¿Qué ha aprendido por el camino?
R. A entender el juego, a vivirlo y sentir lo que se necesita y saber que si pierdo dos balones el tercero no lo puedo arriesgar. A percibir cuándo darle continuidad al juego o si el partido está roto darme cuenta de que hay que encarar y buscar al rival. A conocer lo que necesita el equipo y qué me conviene hacer en su beneficio. Pero eso te lo dan los partidos. Con 25 años no tenía ni idea de cómo se hacía.
P. ¿Qué tipo de veterano es?
R. Bastante insistente con los jóvenes, sobre todo en el día a día. Por ejemplo en aspectos como las definiciones. Pero si ellos me tienen algo que decir les escucho. Quiero seguir aprendiendo.
P ¿Cómo ve al jugador que llega ahora al profesionalismo?
R. Hay más calidad técnica que antes y entienden bastante bien el juego, pero les falta la pillería que te da la calle. Cuando yo tenía su edad te encontrabas con veteranos más cascarrabias que te metían caña y presión.
P. ¿Quién le marcó en un vestuario?
R. En cuanto a carácter Luis Suárez en el Liverpool porque hasta cuando entrenaba era un ganador. También con 18 años subí dos meses a entrenar con el primer equipo y me impactó Canobbio, que jugaba de enganche, en mi puesto. Luego Trashorras.
P. Ahora a los mediapuntas los mandan a una banda.
R. Es verdad. Apenas quedan. ¡Yo también fui mediapunta! Me subieron al primer equipo y o era delantero o banda. Y todo cambiaba.
P. ¿Le falta un título?
R. Puede ser una espinita, sí. Pero también llevamos una racha muy buena de temporadas en Primera [nueve]. A veces hay que tener suerte en los emparejamientos de la Copa del Rey o llegar a Europa y avanzar. El fútbol no es tan fácil como decir quiero esto y lo consigo.
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