Messi abusa del Alavés
El argentino absorbe el esférico, festeja dos goles y hace jugar al Barça para retorcer al equipo de Abelardo
Con numerosas bajas y con la eliminatoria del PSG a la vuelta de la esquina, Koeman decidió hacer rotaciones en el equipo frente al Alavés. Decidió Abelardo abrigar al equipo junto al portero, dos líneas bien defensivas que trataban de correr como un bloque, esforzados futbolistas en negar espacios y líneas de pase para, en caso de sisar el esférico, salir a la contra como un cohete. En dos ocasiones le salió al Alavés la hoja de ruta: en una Lucas Pérez remató terrible -con la pierna mala-, a las nubes; y en la otra Battaglia exigió lo mejor de Ter Stegen. Por lo que la posesión y las oportun...
Con numerosas bajas y con la eliminatoria del PSG a la vuelta de la esquina, Koeman decidió hacer rotaciones en el equipo frente al Alavés. Decidió Abelardo abrigar al equipo junto al portero, dos líneas bien defensivas que trataban de correr como un bloque, esforzados futbolistas en negar espacios y líneas de pase para, en caso de sisar el esférico, salir a la contra como un cohete. En dos ocasiones le salió al Alavés la hoja de ruta: en una Lucas Pérez remató terrible -con la pierna mala-, a las nubes; y en la otra Battaglia exigió lo mejor de Ter Stegen. Por lo que la posesión y las oportunidades se dieron en el área rival, aunque el equipo de repitió su gafe con los remates desatinados. Como ese de Griezmann nada más empezar que chocó en un rival, como esa doble intentona de Messi bien desactivada por Pacheco o esos dos disparos torcidos de Trincão.
Pero no bajó el ritmo el equipo de Koeman, bien dirigido por Messi y definido de nuevo por Trincão tras un pase de Ilaix Moriba (18 años), otro joven al que Koeman da al ponerle de titular como ya hiciera en la Copa ante el Cornellà. A Griezmann le señalaron un fuera de juego que ni el VAR solucionó y Leo optó por poner tierra de por medio con un disparo seco desde la frontal.
Salió el Barça dormido tras el entreacto y un error infantil de Ilaix originó la contra y el tanto de Rioja, un sobresalto que acabó por reanimar al Barcelona, de nuevo dirigido por la bota de Messi. Trincão erró un mano a mano con Pacheco, Griezmann tiró por la borda una contra de aúpa con una volea desviada, Messi no atinó en una falta ni al encarar a Pacheco… Pero el rechazo lo metió Trincão y después el 10 marcó la diferencia con un disparo desde la frontal que si no cerró el encuentro fue porque Junior se unió a la fiesta. Triunfo rotundo del Barça y de Koeman, que pudo rotar y pensar en la Champions.