Nadal, a Djokovic: “Algunos no necesitamos publicitar lo que hacemos para ayudar a los demás”
El español se refiere a los privilegios de un selecto grupo de jugadores en la cuarentena previa al Open de Australia y, sin citarlo, afea una maniobra reciente del número uno en apoyo de sus compañeros
A dos semanas de que arranque el Open de Australia, el primer grande de la temporada, la fricción se ha apoderado del circuito ante la desigualdad de condiciones entre las burbujas diseñadas por la organización del torneo para minimizar riesgos con la pandemia. De un lado, un reducido grupo de jugadores disfrutan de una estancia VIP en Adelaida, y de otro, el grueso de los tenistas lidia con un régimen bastante más severo en Melbourne, donde arrancará el evento el 8 de febrero en un ambiente enrarecido.
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A dos semanas de que arranque el Open de Australia, el primer grande de la temporada, la fricción se ha apoderado del circuito ante la desigualdad de condiciones entre las burbujas diseñadas por la organización del torneo para minimizar riesgos con la pandemia. De un lado, un reducido grupo de jugadores disfrutan de una estancia VIP en Adelaida, y de otro, el grueso de los tenistas lidia con un régimen bastante más severo en Melbourne, donde arrancará el evento el 8 de febrero en un ambiente enrarecido.
Recientemente, trascendió que el número uno de la ATP, el serbio Novak Djokovic, había hecho varias propuestas al director australiano, Craig Tiley, con el objetivo de mejorar las condiciones de aquellos que completan la cuarentena de rigor en Melbourne; especialmente, para los 72 jugadores que han sido aislados por completo, sin exención alguna, al haber viajado al país en uno de los tres vuelos en los que se detectaron varios contagios por covid.
Nole, al igual que Rafael Nadal, Dominic Thiem y unos pocos privilegiados más —Simona Halep, Naomi Osaka y las hermanas Venus y Serena Williams, con sus respectivos acompañantes—, se prepara sin contratiempos. Y su maniobra fue calificada de oportunista por algunos compañeros. Sin embargo, el rey actual del circuito masculino intercedió: “Uso mi posición de privilegio para ayudar”, alegó; “me pregunto si simplemente debería sentarme y disfrutar de mis beneficios en lugar de prestar atención a las dificultades de otros. Sin embargo, siempre elijo hacer algo y ayudar pese a las consecuencias y las malinterpretaciones”.
La afirmación debió de chirriar en el oído de Nadal, que este lunes fue entrevistado por la cadena ESPN en Argentina y salió al cruce con un contundente passing de revés dialéctico. Sin citar a Djokovic, al mallorquín trenzó un discurso con un claro destinatario.
De la ética a la publicidad
“¿Dónde está la línea de los privilegios o no privilegios? Tengo una visión un poquito distinta a la de otros jugadores. Evidentemente, aquí en Adelaida las condiciones han sido mejores que la de la mayoría de los jugadores en Melbourne, pero allí hay jugadores que tienen habitaciones más grandes, en las que pueden desarrollar actividades físicas, y otros más pequeñas y que además no pueden tener contacto con su entrenador y sus preparadores físicos…”, introdujo.
“¿Dónde está la línea? Es un tema de ética en el que cada cual tiene su propia opinión. A la hora de hablar de fair play o de igualdad de condiciones, la gente no tiende a quejarse por la posición de los que están peor que ellos”, prosiguió; “se habla de que los que estamos en Adelaida estamos mejor, pero no he oído hablar a ninguno de los que tiene mejores habitaciones en Melbourne quejarse de que ellos tienen una habitación mejor, o de que desgraciadamente hay veintitantos jugadores que no han podido entrenarse por haber viajado en un vuelo en el que hubo algún positivo. No he visto que hayan dicho: ‘para que haya igualdad, todos nos quedaremos sin entrenar…'. No. Siempre se mira hacia arriba desde una posición de desventaja, mientras que cuando estás arriba no sueles posicionarte en esa situación de desventaja. Cada cual puede tener su opinión”.
A continuación, Nadal remachó en dirección al número uno. “Al final, todos intentamos sacar el máximo rendimiento posible dentro de nuestras posibilidades, y todos intentamos ayudarnos entre nosotros”, indicó. “Algunos necesitan hacer públicas todas estas cosas que cuentan para ayudar a los demás, y algunos de nosotros lo hacemos de una forma más privada, sin tener que explicar o publicitar todo lo que vamos haciendo. No tenemos la necesidad de hacer propaganda con las llamadas que hacemos para ayudar a los más desfavorecidos”, sentenció el campeón de 20 grandes mientras se aviva la sensación de desequilibrio antes del Open.