España no se guarda nada de camino a los cuartos contra Noruega

La selección despacha fácil a una afeitada Hungría (36-28) y se enfrentará al equipo de Sander Sagosen por un puesto en las semifinales del Mundial

Ferran Solé, en una acción de la primera parte contra Hungría.DPA vía Europa Press (Europa Press)

España no se anduvo por las ramas y despachó sin complicaciones a una afeitada Hungría de camino a los cuartos del Mundial, donde este miércoles le espera todo un ogro, la Noruega de Sander Sagosen. Los dos equipos ya estaban clasificados para la siguiente estación, pero la manera de afrontar el último duelo de la segunda fase fue opuesta. Mientras los magiares huyeron del choque frontal y se guardaron varias de sus mejores piezas, la selección tiró por la calle de en medio. Todos a escena y una nueva victoria. Salvo el apuro del empate inicial contra Brasil, hasta aquí se daba por descontado ...

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España no se anduvo por las ramas y despachó sin complicaciones a una afeitada Hungría de camino a los cuartos del Mundial, donde este miércoles le espera todo un ogro, la Noruega de Sander Sagosen. Los dos equipos ya estaban clasificados para la siguiente estación, pero la manera de afrontar el último duelo de la segunda fase fue opuesta. Mientras los magiares huyeron del choque frontal y se guardaron varias de sus mejores piezas, la selección tiró por la calle de en medio. Todos a escena y una nueva victoria. Salvo el apuro del empate inicial contra Brasil, hasta aquí se daba por descontado el trayecto de los muchachos de Jordi Ribera. A partir de ahora, la cuesta se empina de manera muy seria. Llega la hora de las medallas.

De alguna forma, los Hispanos se enfrentaban a una suerte de espejo porque alrededor de Hungría orbitan tres protagonistas del impulso del balonmano español en las dos últimas décadas. Un campeón del mundo en 2005, Chema Rodríguez, forma parte del equipo técnico del combinado nacional, y los dos equipos más importantes del país, Veszprem y Pick Szeged, están dirigidos por el catalán David Davis y el vallisoletano Juan Carlos Pastor, respectivamente. Este último, considerado el ideólogo de un estilo de juego que se ha extendido por Europa; y los otros dos, herederos de esa fuente que se han asentado en los banquillos como descendientes de ese sello.

El enfrentamiento, sin embargo, quedó diluido por las ausencias magiares. Tras llegar invicta a la cita, Hungría se presentó en el pabellón con la calculadora en la mano. Banhidi, Lekai, Mikler y el gallego nacionalizado Pedro Rodríguez se quedaron en la grada pensando en los cuartos (tienen, como la selección, un día menos de descanso que su rival, Francia) y quién sabe si haciendo cuentas para huir de un hipotético enfrentamiento en semifinales contra Dinamarca.

El pleno de Ferran Solé

El duelo no aguantó muchos minutos en pie. España sí puso a sus mejores hombres y estos se desplegaron desde el inicio sin distracciones. La única vía de fuga fueron tres pérdidas consecutivas de Álex Dujshebaev que Hungría castigó con tres tantos a puerta vacía aprovechando que la selección había retirado el portero por sufrir una exclusión. Del 7-2 gracias a un gran arranque se pasó al 7-7 mediado el primer acto. Pero, taponado ese agujero, la escuadra de Jordi Ribera reinició la máquina y, entonces sí, pegó el gran estirón.

A la cabeza, Ferran Solé, que taladró la portería rival con ocho tantos hasta el intermedio con pleno de acierto. Si hasta ahora Ángel Fernández había sido el mejor extremo de la selección, ante Hungría le tocó el turno al ala del PSG, que soltó sin contemplaciones su infinito brazo izquierdo. En general, todo fluyó en el juego español hasta el intermedio: Cañellas y Maqueda acertaban desde fuera, Entrerríos alimentaba en el pivote a Marchán y la defensa se aplicaba. Ante un conjunto que priorizó el futuro inmediato, España no se distrajo y solo pensó en el presente.

El 21-14 del ecuador escoció a Hungría, que puso por primera vez en pista a Bodo y Mathe. Además de los jugadores que se había guardado en la grada, en la primera parte tampoco comparecieron otros importantes. La segunda comenzó con dos tantos magiares y cinco minutos de España sin producir. Sin embargo, todo resultó un efecto óptico. Del 21-16 se pasó al 27-16, con Pérez de Vargas parando a pares (17 intervenciones y 43% de acierto), y ahí se acabó el partido. Lo que siguió fue a título inventario. En realidad, a Hungría todo pareció sobrarle desde el bocinazo inicial.

España, 38 - Hungría, 28

España: Pérez de Vargas; Solé (8), Alex Dujshebaev (-), Raúl Entrerríos (2), Cañellas (2), Ángel Fernández (3) y Marchán (3) -equipo inicial- Corrales (ps), Aleix Gómez (7, 3p), Maqueda (4), Sarmiento (1), Dani Dujshebaev (1), Ariño (2), Figueras (1), Gedeón Guardiola (2) y Morros (-).

Hungría: Szekely; Hanusz (1), Ancsin (4), Topic (1), Rosta (2), Szita (2) y Sunajko (4) -equipo inicial- Borbely (ps), Sipos (-), Boka (-), Balogh (5, 2p), Gyori (5), Nagy (2), Mathe (1p), Bodo (-) y Hornyak (1).

Marcador cada cinco minutos: 4-2, 7-3, 9-8, 13-10, 17-12 y 21-14 (Descanso) 22-16, 25-16, 28-16, 30-19, 31-24 y 36-28 (Final)

Árbitros: Nachevski y Nikolov. Dos minutos a Cañellas, Maqueda (2), Morros, Dani Dujshebaev, Nagy, Mathe, Topic y Gyori.

Pabellón de Nueva Capital. Sin público.

La fase final del campeonato

Cuartos de final (miércoles 27). España-Noruega (20.30, Tdp), Francia-Hungría, Dinamarca-Egipto y Suecia-Catar.

Semifinales (viernes 29, 17.30 y 20.30). Si España se clasifica, jugaría contra el vencedor del Dinamarca-Egipto.

Tercer y cuarto puesto (domingo 31). 14.30.

Final (domingo 31). 17.30


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