Abelardo: “Me aburre ver a un equipo dar 80 toques en su campo”
El técnico, de regreso en el Alavés, defiende su estilo de juego antes de recibir al Real Madrid este sábado
Si la voz es el arma de expresión que mejor refleja el estado de ánimo del interlocutor, la de Abelardo Fernández (Gijón, 50 años), recién nombrado entrenador del Alavés, suena fuerte y alto. Convencida e ilusionada. Ni siquiera la derrota en su estreno liguero contra el Sevilla (1-2), ni la visita de hoy del Real Madrid a Me...
Si la voz es el arma de expresión que mejor refleja el estado de ánimo del interlocutor, la de Abelardo Fernández (Gijón, 50 años), recién nombrado entrenador del Alavés, suena fuerte y alto. Convencida e ilusionada. Ni siquiera la derrota en su estreno liguero contra el Sevilla (1-2), ni la visita de hoy del Real Madrid a Mendizorroza (21.00, Movistar) parecen afectar el denuedo con que el técnico asturiano afronta esta nueva aventura en Primera.
Pregunta. Para su Alavés, la eliminación del Real Madrid frente al Alcoyano no fue una buena noticia. ¿O sí?
Respuesta. Nunca se sabe. Se juntan dos situaciones, vienen superheridos por la derrota del miércoles y porque el Alavés les ganó en su campo en la primera vuelta. Vendrán supermotivados. Les pesará el orgullo. Han recibido muchas críticas, pero al final se van a centrar en LaLiga y la Champions, que son sus dos títulos más importantes. Saben que el Atlético les saca una ventaja importante y que tienen que ganar todos los partidos. Y el primero es el nuestro. Nunca se sabe cuál es la mejor manera de pillar a estos equipos. A lo mejor vienen de una racha buena, en ese partido no se mentalizan bien, se relajan y entonces puedes darles un susto. O vienen jodidos, como ahora, y puedes aprovechar para ganarles. Pero siempre desde la base de que ellos no estén bien y nosotros lo hagamos perfecto.
“No soy defensivo y no me molesta ser un entrenador ‘bombero”
P. El bombero Abelardo vuelve al banquillo para salvar otro incendio.
R. Bienvenido sea que me llamen y orgulloso de trabajar en Primera. Es un lujo tal y como está nuestra profesión. Me siento un privilegiado y muchos entrenadores se cambiarían por mí. No me molesta que me puedan encasillar en esa faceta de bombero-salvador.
P. Lo que sí dicen que le molesta es que se le catalogue como un entrenador defensivo.
R. Sí. Muchas veces ser ofensivo o defensivo se justifica con la posesión y no debería ser así. Depende de dónde tengas el balón y para qué lo quieras. Si lo tienes un 70 por ciento en tu campo, no me gusta. En ocasiones te tienes que replegar porque te obliga el rival. También se repliegan los grandes, como el Atlético, el Sevilla, e incluso el Madrid y el Barça, como el otro día en la Supercopa, y no pasa nada. Hay entrenadores a los que se nos tacha de defensivos, como a Bordalás, o al propio Marcelino, y en la Supercopa el Athletic no pudo apretar más arriba al Madrid o al Barça.
P. Ahora la tendencia es salir jugando desde atrás.
R. Me aburre ver a un equipo dar 80 toques en su campo. Y lo digo desde el respeto. Me gustan toda clase de estilos. El Barça o el Manchester City. También el Liverpool. Aprendo de todos. Para salir jugando desde atrás hay que tener jugadores para hacerlo. No todos los equipos lo pueden hacer. Hay que tener jugadores bien dotados técnicamente y que ejecuten rápido, que con un control orientado superen una línea.
“Espero un Madrid herido y muy motivado, le pesará el orgullo”
P. ¿Cómo quiere que sea su nuevo Alavés?
R. Como el de la anterior etapa. Un equipo valiente que apriete en campo rival, que con el balón pueda dar tres o cuatro pases seguidos y progresar. Que sea vertical y remate a puerta, que llegue, que tire centros… y haya equilibrio entre ataque y defensa.
P. ¿Qué Real Madrid espera? Un día es carne, otro es pescado.
R. El Madrid lleva así varios años. Es su éxito. Tiene jugadores polivalentes, técnicamente superdotados, que pueden jugar por dentro y por fuera; que manejan los espacios; que tiran desmarques de apoyos y de ruptura. Y, además, en estrategia ofensiva es de lo mejor del mundo. Todo eso es lo que le hace temible.
“El Real a veces parece desordenado y lo que hace es desordenarte”
P. No parece que esté hablando del Madrid del presente.
R. El año pasado ganó LaLiga ganando todos los partidos después de la pandemia. No se puede decir ahora nada de Zidane porque haya perdido dos partidos. Lleva ganadas tres Champions y dos Ligas. El Real Madrid tiene un potencial de lo mejor del mundo.
P. ¿No cree que es más una suma de individualidades que un colectivo?
R. No estoy de acuerdo. Por muchas individualidades que tengas, si tácticamente no eres un equipo no consigues lo que ha conseguido el Madrid. Ese desorden que puede tener en algunos momentos hace que los rivales también se desordenen. Asensio, Hazard, Isco… no tienen posiciones fijas y confunden al rival. Se meten para dentro, se quedan abiertos. Nunca sabes cómo taparles. Defensivamente ha mejorado mucho. Sí, me parece un buen equipo. Los títulos no se consiguen siendo un equipo desorganizado. Puedes ganar un partido, pero no una Liga ni una Champions. Es un buen debate para hablar…
“Los grandes se repliegan en ocasiones y no pasa nada”
P. Usted ya sabe lo que es ganar al Real Madrid con el Alavés. Ya conoce la receta.
R. Les ganamos porque no tuvieron el día y metimos el gol en un córner de cabeza en el minuto 93. No tuvieron ni para sacar de centro.
“Hoy no se podría jugar con el sistema de Johan Cruyff”
Pitu, de pitufo, apodo que le puso su amigo Luis Enrique cuando era un chaval enjuto y pequeño, asegura no tener un entrenador que le sirva de espejo. “En España nos sobran buenos: Guardiola, Luis Enrique, Marcelino, Emery… Me gusta Klopp. Se ve que con el jugador tiene muy buena química. Debe manejar el vestuario fenomenal. Transmite positivismo y me da que los jugadores creen en él. Luego está Simeone, que te puede gustar más o menos, pero a su equipo le lleva sacando un gran rendimiento durante muchos años. Estar más de tres o cuatro temporadas en un club y que el futbolista siga creyendo en tu mensaje, es muy difícil, por eso tiene mucho mérito”.
Abelardo tampoco se olvida de Johan Cruyff. “Aprendí de él muchas cosas, pero creo que con el sistema que trajo, el 3-4-3 con las líneas tan adelantadas, hoy no se podría jugar. Veía el fútbol de una manera diferente de todos. Yo venía del Sporting y me cambió el paso. Como defensa en el Barça no disfruté ni un solo partido. No corrí tanto para atrás en toda mi vida. No era un jugador excesivamente rápido y tenía que estar atento a las coberturas. Lo pasaba fatal”.
Cree que para considerarse un buen entrenador hay que cumplir con unos requisitos básicos. “Además de tener conocimientos tácticos, hay que tener mano izquierda. Es fundamental saber manejar un vestuario. No puedes hablar de la misma forma a un jugador que a otro. El resultado no te puede despistar. Dentro de lo que se pueda, hay que tener tranquilidad. En la derrota debes ser más fiel a tus ideas, si cabe”.
También tiene claro que no se puede ser amigo de los jugadores. “Me considero un entrenador cercano, que se lleva bien con ellos; pero amigo, no. No se puede ser. Un entrenador tiene que tratar y medir igual a los 25 jugadores de la plantilla, aunque muchas veces no sea así. Si eres amigo de uno, ya no lo tratarás igual. A lo mejor solo ves su lado positivo y no el otro. Pasar a la amistad es perjudicial”.