Zidane: “Esto no es una vergüenza”

El técnico dice que asume “la responsabilidad”, defiende a sus jugadores e insiste en que el único problema del equipo es que no mete un segundo gol que cierre el partido

Zidane durante el partido ante el Alcoyano este miércoles.Jose Breton (AP)

“Gracias por decirme que no la he ganado”, soltó Zinedine Zidane con una media sonrisa en la previa del viaje a Alcoy cuando le recordaron que todavía no había levantado en toda su carrera la Copa del Rey. Ni como jugador ni como técnico. Es más, su depurado currículum guardaba un número nada despreciable de patinazos: el centenariazo del Deportivo en 2002, la derrota contra el Zaragoza en 2004 en el principio del final de la era galáctica y el Leganés en 2018. Y desde este miércoles también, el Alcoyano. En la visita a A...

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“Gracias por decirme que no la he ganado”, soltó Zinedine Zidane con una media sonrisa en la previa del viaje a Alcoy cuando le recordaron que todavía no había levantado en toda su carrera la Copa del Rey. Ni como jugador ni como técnico. Es más, su depurado currículum guardaba un número nada despreciable de patinazos: el centenariazo del Deportivo en 2002, la derrota contra el Zaragoza en 2004 en el principio del final de la era galáctica y el Leganés en 2018. Y desde este miércoles también, el Alcoyano. En la visita a Alicante le esperaba una derrota que deja una cicatriz muy profunda en el Madrid solo una semana después de ser eliminado en semifinales de la Supercopa de España por el Athletic y con una situación precaria en Liga, a cuatro puntos del Atlético con dos partidos más.

El francés, sin embargo, huyó de las palabras gruesas cuando le tocó analizar en caliente el gatillazo ante un Segunda B. “No es una vergüenza, no es nada de eso. Son cosas que pasan en una carrera, hay que asumir la responsabilidad y la asumo completamente. Es otro día doloroso porque no nos gusta perder, sobre todo a los jugadores, que solo quieren ganar. Ahora no vamos a volvernos locos. Vamos a pensar y a seguir trabajando”, comentó el técnico blanco, que rechazó calificar lo ocurrido como un “ridículo”. “No son mis palabras. Esto es el fútbol. Jugamos contra un Segunda B y tenemos que ganar, pero no ha sido así”.

La conexión de Zizou con el vestuario ha significado siempre el termómetro para medir el futuro del galo en la banda del Bernabéu. ¿Llega su mensaje a la plantilla?, le cuestionaron en la rueda de prensa telemática. “Creo que sí, luego hay que preguntarles a ellos. Hemos hecho cosas buenas, aunque últimamente menos. Ahora hay que pensar que estamos en la Liga y en la Champions. Concentrarnos, que se pueden hacer cosas. Estamos en el mismo barco”, señaló en un discurso trufado de continuas palabras de respaldo a sus jugadores.

Zidane asumió con naturalidad el ruido ensordecedor que le espera desde ya a su alrededor. Así ocurrió también cuando el equipo se abocó a un partido crítico en la Champions contra el Gladbach para evitar la eliminación europea en la primera fase, algo que nunca antes había ocurrido. Tras la derrota en Kiev, el runrún se disparó. Entonces transmitió naturalidad y su primera respuesta en Alcoy no varió el tono. “Cuando se pierde, siempre hay cosas que se hablan. Asumo la responsabilidad y pasará lo que pase, estoy tranquilo. Los jugadores quieren ganar el partido. Lo intentan y, a veces, pasan cosas distintas. Hay que asumirlo, lo asumo y vamos a ver qué pasa en estos días”, añadió.

El sábado a las 21.00 en Mendizorroza le espera el Alavés y Abelardo, un equipo y un entrenador que, salvo giro imprevisto, le preparará el plan de partido que peor le conviene a los blancos. Encerrados atrás a la búsqueda de la contra, que, a menudo, acaba llegando. Lo mismo contra un Primera que ante un Segunda B, como se observó en El Collao. Con diez hombres, el Alcoyano cazó en el minuto 115 a una defensa blanca inédita. Sin Ramos, ni Varane, ni Nacho.

“Lo intentaron”

En enero de 2021, la ruta al éxito contra el Madrid empiezan a tenerla clara todos los equipos. Incluido un Segunda B. “Conforme avanzaba el partido veía que, si pillábamos un balón, podíamos dar la sorpresa y lo hemos conseguido”, reconoció Vicente Parras, el entrenador local. “El partido se ha desarrollado como en nuestro mejor ideal. Sabíamos que nos iban a someter, que lo íbamos a pasar mal, pero, si nos manteníamos vivos, tendríamos nuestra oportunidad y ha llegado. A partir de ahí, he visto al equipo volar y, pese a la expulsión, lo hemos hecho”, se felicitó.

Las explicaciones de Zidane sobre lo que ocurrió este miércoles no añadieron más novedad respecto a otros resultados insatisfactorios. A su juicio, el único problema es que su equipo no cierra los encuentros. “Hemos tenido ocasiones para meter el segundo y, cuando no lo metes, luego en una falta te pasa lo que nos ha pasado: 1-1. Después nos ha costado. Es un momento difícil, estamos fuera de la Copa, había que hacer otra cosa, pero los jugadores lo han intentado”, señaló. “Si metemos el segundo gol es otro partido. El fútbol es esto. El portero ha hecho dos o tres paradas. No ha querido entrar. La responsabilidad la tengo yo, los jugadores lo han intentado”, insistió de forma machacona en la defensa de la plantilla.

Hasta 26 veces remataron los blancos. Bajo las órdenes de Zidane, solo en dos derrotas el conjunto blanco tiró más veces: contra el Betis (27) en septiembre de 2017 y ante el Villarreal (28) en enero de 2018. “Todas las derrotas son dolorosas, no esta en particular”, zanjó el técnico en su último intento por evitar las palabras más rotundas pese a la crisis que tiene encima.

La pesadilla blanca: Toledo, Irún, Alcorconazo...

En los últimos años se han visto varios tropiezos del Real Madrid en la Copa del Rey, una competición que se le resiste por encima de las demás. Es el trofeo que menos veces ha levantado en el siglo XXI, solo dos, una en 2011 ante el Barcelona en el primer año de Mourinho, y otra en 2014, esta vez con Ancelotti también contra los azulgrana. El hoy técnico blanco, Zinedine Zidane, nunca la ha ganado ni en su etapa de jugador ni ahora como entrenador.

Han sido varias las finales perdidas por los blancos, pero más sonrojantes han sido las eliminaciones contra equipos de la categoría de bronce. Con la eliminación en Alcoy, el campeón de 19 Copas del Rey ha caído en cinco ocasiones contra equipos de Segunda B. La primera fue en la temporada 2000-01, ante el Toledo a partido único. Los manchegos dieron la sorpresa venciendo a los de Vicente del Bosque por 2-1. La siguiente fue en 2008: el Madrid se enfrentaba al Real Unión de Irún en los dieciseisavos y los vascos apearon al equipo dirigido por Bernd Schuster en una eliminatoria a doble partido. Primero, consiguieron la victoria en su casa por 3-2 y después ofrecieron un espectáculo en el Bernabéu. El 4-3 final les clasificó gracias al valor de los goles fuera de casa a pesar del empeño de Raúl, que logró tres goles aquel día. Raúl tampoco consiguió levantar nunca la Copa.

Al año siguiente sucedió uno de los mayores descalabros del Madrid en la historia reciente. El Alcorcón se cruzaba en su camino en la primera ronda de la Copa y nadie esperaba lo que ocurrió en el partido de ida en el estadio municipal Santo Domingo. Los alfareros sacudieron al Madrid con un contundente 4-0, el famoso Alcorconazo, en una noche que acabaría pesando demasiado a final de temporada para Pellegrini. A pesar del llamamiento a la afición, el partido del Bernabéu se resolvió con un insuficiente 1-0. El técnico chileno, que había batido el récord de puntos en Liga del Madrid, terminó destituido a final de año, con el partido del Alcorcón como uno de los argumentos principales. La última fue ante el Cádiz en 2016, pero por la alineación indebida de Cheryshev. Rafa Benítez, el entrenador de ese momento, fue destituido unas semanas más tarde para que Zidane ocupase su cargo.

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