Marcelino y la fórmula ante el Barça
El entrenador se estrena este miércoles con el Athletic ante el rival al que ganó con el Valencia la última final de Copa
Según los datos oficiales del club, Marcelino García Toral es el quincuagésimo entrenador en la historia del Athletic, pero la realidad es que el técnico asturiano será el 51º ya que en la relación no figura míster Shepherd, el primer preparador contratado por la entidad, que según José María Mateos, periodista de La Gaceta del Norte y seleccionador español en tres etapas entre los años veinte y treinta, apenas dejó huella en sus jugadores pero se convirtió en un consumidor compulsi...
Según los datos oficiales del club, Marcelino García Toral es el quincuagésimo entrenador en la historia del Athletic, pero la realidad es que el técnico asturiano será el 51º ya que en la relación no figura míster Shepherd, el primer preparador contratado por la entidad, que según José María Mateos, periodista de La Gaceta del Norte y seleccionador español en tres etapas entre los años veinte y treinta, apenas dejó huella en sus jugadores pero se convirtió en un consumidor compulsivo de café con leche.
A Marcelino no se le conocen esos gustos, pero sí su idea de juego, que tendrá que trasladar a un Athletic que se enfrenta este día de Reyes al Barcelona (21.00, Movistar LaLiga) en San Mamés, en duelo aplazado de la segunda jornada de Liga. “Todo va muy rápido”, aseguró este mates; “el primer día es para conectar con los futbolistas, dejar las cosas claras desde el principio, y luego intentar convencerlos de la forma de trabajar, de ser ambiciosos”. El cambio radical que se espera será más adelante: “En el día a día intentaremos implantar matices. En tan poco tiempo es imposible cambiar de un día para otro. No soy un mago. No es bueno que todo cambie de un día para otro”.
Con una expectación inusitada se recibió al nuevo entrenador del Athletic. La amplísima sala de prensa de San Mamés se llenó con las medidas sanitarias adecuadas. No quedaba ni una plaza libre para escuchar al técnico, que tenía prisa porque después debía dirigir su segundo entrenamiento. Deberá definir el sistema, que allá donde ha entrenado siempre ha girado en torno al 4-4-2. “Hay que adaptarse a los jugadores”, explicó, “pero más importante que un sistema es un estilo. No vamos a descartar nada de lo que implica esta filosofía del Athletic. Intentaremos ser un equipo dinámico, intenso. Si las individualidades están convencidas de a qué jugamos, crecerán”.
Marcelino se encontrará, en principio, con un grupo de futbolistas que ha gozado de la confianza absoluta de Garitano, en algunos casos pese a que su rendimiento ha sido irregular, como en el caso de Williams, o ha tenido altibajos, como Muniain, pero también con varios componentes de la plantilla desaparecidos de las alineaciones, como Córdoba o Ibai. Su principal misión será conseguir un equipo regular y que proponga un fútbol más creativo. El descontento de la afición, que tuvo reflejo en la asamblea de socios que tumbó las cuentas de Aitor Elizegi, se debe a ese fútbol plano.
Al entrenador asturiano le gusta jugar con cuatro defensas y ahí se encontrará con una línea consolidada, en la que Yuri Berchiche e Iñigo Martínez han mantenido un alto nivel. El regreso de De Marcos después de diversas circunstancias le permitirá contar con un futbolista de mucha llegada por la banda. A pesar de todo, el Athletic está encajando más goles que la temporada anterior.
Los problemas se los encontrará más arriba. Garitano no consiguió que cuajara ninguna de sus propuestas en el centro. Se empeñó en jugar con Dani García y Vesga en el medio del campo, una pareja extraña y, a la vista de los resultados, incompatible, pero también tiene a otros jugadores de corte más ofensivo, como Vencedor. De momento, Unai López, lesionado en el derbi, sigue recuperándose.
En la vanguardia, los problemas no son tanto de eficacia (19 goles en 17 partidos), sino de presencia. En choques trabados, el Athletic es incapaz de generar ocasiones. Frente a la Real no disparó ni una vez a portería.
Marcelino ganó la última final de Copa. Fue con el Valencia y precisamente frente al Barça, un rival que nunca se le dio bien: “Había jugado 19 partidos y no les habíamos ganado nunca, pero les gané la final de Copa”, apunta. Ahora será su primera prueba desde el banquillo del Athletic.
El entrenador rojiblanco, además, lanzó un mensaje a quienes todavía mantienen reticencias por las declaraciones polémicas que hizo en su día sobre el Athletic: “Fueron hace muchísimos años. Mi ánimo es que no falté al respeto al Athletic, pero es indudable que puede haber personas que crean que me equivoqué. Si es así, les pido perdón. Lo hice con el único ánimo de defender los intereses del equipo que dirigía. Desde ahora defenderé los intereses del Athletic”.